Tu oportunidad de decir Si

El miedo puede hacerle mucho a los seres humanos, puede paralizar, puede hacerte dudar, te desespera, incluso te hace enojar.

Eso era lo que él estaba sintiendo, todo junto.

Él la había matado sin dudar, pero con dolor, con odio, con alivio, pero desesperación, y a pesar de todo él sentía que tenía una excusa.

Ella lo había rechazado, le dijo que no, que parara de preguntar, ella le decia que no se dejaría manipular por él, que ella elegía sobre su cuerpo.
Él intentó persuadirla, le hablaba bonito, le compraba regalos, hablaba bien de ella, y aún asi ella seguía diciendo "no".
La impotencia crecía en él, él quería dejar de manchar las sábanas por culpa de ella. Si ella lo quería como tanto decía ¿por qué decía que no?. Pero él se dio cuenta que debía forzarla, fue así como lo hizo le dio una última oportunidad para decir que sí, pero ella no tomó ese camino, dijo "no".

Él dolor de saber que ella moriría lo hacía dudar, pero entonces recordó todas las veces que ella le dijo "no",  cuando él preguntaba y ella respondía

"¿Puedo dormir solo está noche? No.

¿Puedes no tocarme? No.

¿Puedes dejar mí ropa puesta? No.

¿Puedo contarle a alguien? No.

¿Puedes frenar? Por favor, No.

Sus recuerdos fueron suficientes, ahí, y con valentía le disparó, por siete años de dolor, de mentiras, de pesar, de sufrimiento, de miedo, de su miedo.

No importaba quién era ella, ya no, ella no era nadie ahora.
No importaba quién había sido ella, él lo sabía, él lo tenía claro.

Ella solo era la persona que lo mató por dentro, lo carcomió.

Ella ya no era su hermana, y Él ya no era su miedo.