Gangle era una máscara solitaria y tímida, a pesar de eso, no podía evitar cruzar miradas con Jax ocasionalmente. Sin embargo su relación era problemática ya que Jax al ser su propio bully, a quién seguia adorando con benevolencia.
Jax podía ser un...
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En un atardecer relajado y agradable a la vista de cualquier espectador, se encontraba el circo. Los del circo disfrutaban del ambiente mientras caía la noche, sin embargo, había alguien que no se sentía tan cómoda como los demás.
Esa persona era Gangle, quien no podía apartar la mirada del individuo llamado Jax. Aunque era algo esperado que Gangle estuviera enamorada de Jax, su mirada fulminante dejaba en evidencia sus sentimientos. Jax, por su parte, se había percatado de esto y decidió confrontarla.
─¿Qué te sucede, Gangle? Llevas rato mirándome de forma irritante. Deja de hacerlo ─dijo Jax con tono molesto.
Gangle dio un pequeño salto al ser descubierta, pero le resultaba difícil resistirse a observarlo. Sentía una profunda admiración y cariño hacia él. Aunque los otros artistas del circo, como Pomni, Ragatha, Kinger y Zooble, no le agradaban en absoluto, le entristecía saber que no eran apreciados por el resto. Sin embargo, ella sí lo quería.
─N-no pasa nada, Jax. Solo estaba reflexionando sobre algunas cosas y te estaba observando... ─dijo Gangle intentando disimular su incomodidad. Luego soltó una risa nerviosa y bajó la mirada hacia el suelo digital, aunque se veía tan real.
─Oye Gangle ─intervino Jax. Gangle levantó la vista con curiosidad, esperando escuchar lo que él iba a decir, el chico de sus fantasías.
─¿Te gustó? Siempre me miras, en todo momento, cada vez que estamos cerca tus mejillas se ponen rojas. ¿Acaso te gusto? ─preguntó Jax acercándose a Gangle mientras se tocaba la barbilla.
Gangle quedó anonadada. No sabía qué hacer. Quería confesarle sus sentimientos, pero temía ser rechazada y juzgada por Jax. Sin embargo, decidió arriesgarse. ¿Acaso Jax podría arruinar ese momento?
─Y-yo... ─Gangle estaba a punto de decir algo, pero Jax la interrumpió─. Mira Gangle, si te gusté, más te vale dejar de tener fantasías conmigo. Entre tú y yo nunca pasará nada, ¿entendiste? ─dijo Jax con una sonrisa en el rostro, revelando su crueldad. Gangle no merecía ese trato y él no merecía su amor. Acto seguido, Jax se alejó de Gangle.
Gangle empezó a llorar desconsoladamente. Sentía que le habían atravesado el pecho y destrozado el corazón en pedazos. Su respiración era agitada debido a la opresión en su pecho. Un nudo se formó en su garganta y experimentaba malestar general y falta de energía.
Al ver a Gangle llorando, sus compañeros de circo se acercaron preocupados, preguntándole qué había sucedido. Gangle no pudo responder, se sentía terriblemente mal. Su visión se nublaba y todo se volvía oscuro. Finalmente, Gangle se desmayó.
