CAP 6. ¡SOY LA SULTANA TURHAN!

1.2K 68 2
                                    

Comencé a caminar detrás de su Majestad en dirección al harém, como los guardias se revenciaban ante el, ahí me di cuenta del respeto que le tenían a mi padre.

Llegamos al harém de mi padre y los guardias ya tenían a las concubinas afuera de ellos en reverencia y con la mirada al suelo, mi padre me miró.

- ¿Quienes? - Pregunto mi padre con la voz mas tranquila.

Me acerque a el y le susurré quienes fueron las de la pelea, mi padre se levantó y miró a todas las concubinas.

- Quiero que ustedes sean sinceras, ¿Quienes? - Dijo mi padre.

Las concubinas y criadas se miraban entre ellas calladas.

- ¡Saben a que me refiero! ¿Quienes? - Volvió a decir mi padre.

Las chicas solo se quedaban calladas, yo estaba detrás de mi padre claramente el haría lo que fuera por que yo me sienta cómoda, alce mi rostro y las mire. Las concubinas dieron unos pasos hacia adelante, las que estuvieron involucradas.

- ¿Quienes se creen que son ustedes como para hacer diferencia entre mis Sultana? - Pregunto mi padre alzando la voz.

Camino hacia ellas - ¿Cómo osan tratar así a mi Sultana? - Volvió a gritar más fuerte - Y de donde sacan el valor para hablar mal de la Madre de uno de mis principes - Grito.

- ¡Su Majestad! - Contestó una concubina.

Mi padre la volteo a ver y se puso firme ante ellas.

- ¡Serán expulsadas! Sumbul aga - Grito mi padre.

Sumbul aga llegó corriendo y hizo reverencia, agacho su rostro.

- ¡Llévate a estas! Pero antes que se vallan castiguenlas, que sepan que es lo que pasa cuando ofenden a una de mis Sultana - Ordenó mi padre.

Sumbul aga asintió con la cabeza y vi como se iban esas cinco chicas pero reconocí a una de ellas.

- ¡Alto! - Grite.

Mi padre me miró y Sumbul aga solo se giro y agacho el rostro.

- ¡La castaña de ahí! - Dije mirando a una concubina castaña de piel morena clara, ojos cafés claro.

La chica dio dos pasos al frente con la mirada al suelo.

- ¡Sultana! - Dijo haciéndome una reverencia.

Me acerque un poco a ella y la vi perfectamente.

- Tu fuiste la única que me defendió, no solo a mi si no que a mi madre, te recuerdo - Dije mirándola.
- ¡Si Sultana! - Contestó.
- ¿Cómo te llamas? - Pregunté mirándola aún.
- ¡Ruşha, Sultana! - Respondió.

La mire con una sonrisa, me quede pensando un momento y luego voltee a ver de reojo del otro lado y vi a la Sultana Hürrem, agachame mi rostro con una sonrisa.

- ¡Padre! - Comente volteando a ver a mi padre.
- Si usted me lo permite, me quiero quedar con la concubina Ruşha - Comente con una sonrisa.

¿Que hubiera pasado si...? El Sultan SöleymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora