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Algunas veces era inevitable, sentir rencor y odio hacia personas que anteriormente habíamos amado con toda nuestra alma. Pero eso es normal, es natural.

A veces Chishiya tenía ganas de agarrar una masa de pizza y estrellarla contra esa bella cara, esos ojos negros como perlas oscuras y esos labios suaves y peligrosos que te enganchan como un cebo a su presa. Chishiya tenía ganas de gritarle y dejarle en cara todo lo que hacía mal.

Pero no podía, algo dentro suyo le decía que si lo hacía terminaría muy mal, que acabaría arrepintiéndose y que sentía tanto cariño por esos orbes negros que era incapaz de levantarle el tono de voz.

Chishiya era un manipulador de primeras, pero Niragi también tenía sus encantos.

Ambos eran inteligentes, pero Niragi, llevado a un trastorno de la personalidad múltiple debido a su infancia no pensaba mucho en lo que hacía, o simplemente lo evitaba para no darse cuenta de las cosas que él hacía mal. Chishiya también tenía sus contras; nunca dudó en manipular, jugar y engañar a las personas con tal de conseguir lo que quería. Ambos eran inteligentes, pero peligrosos.

Un tiempo después de conocerse empezaron a salir, y otro tiempo después los problemas empezaron.

Niragi no podía tener a una persona en su cercanía mucho tiempo, sentía que si no lo abandonaban y maltrataban a él, tenía que ser él quien maltratara y abandonara a la otra persona, creando una inestabilidad tan fuerte que en muchas ocasiones acababa en él tomando anti depresivos y otros medicamentos.

Chishiya no podía evitar manipular y jugar con el corazón de la gente, para él era tan divertido y fácil que simplemente no conocía una vida fuera de la manipulación y el engaño.

Habían tenido una discusión, y Chishiya explotó al ver como Niragi se dejaba llevar. "Supuestamente lo estabas intentando, cabrón. ¿Por qué no me dejas ayudarte? Siempre es lo mismo contigo suguru, eres insoportable y sinceramente, solo sirves para el sexo. ¿En serio tienes que siempre arruinarlo todo? ¿No puedes callarte y hacerme caso como todos los demás hacen?"

"Tú solo me quieres para lo que necesitas, ¡ERES UN MALDITO GUSANO! ¡NUNCA PIENSAS EN MÍ SOLO ERES TÚ, TÚ Y TÚ!"

Ambos se gritaban, con lagrimas cayendo de sus ojos y sus gargantas ardiendo en tristeza.

"Lo que yo quiero es ayudarte a superar tu PUTO TRASTORNO DE LAS NARICES, ¿ACASO NO TE DAS CUENTA QUE SOLO ERES UN ESTORBO?"

"No necesito darme cuenta de que estás jugando conmigo, como todos, como siempre haces. ¿En serio alguna vez me has querido? Solo me demuestras que soy un peón más en tu juego, en tu vida. Estoy harto de tí"

Niragi decía eso, sin embargo, por primera vez en mucho tiempo había pensado que decir. Solo era una tapadera, le habían dolido demasiado esas palabras, lo que le decía por primera vez en toda su relación. Por primera vez, Niragi se sentía culpable, tan culpable, que para cuando Chishiya iba a responder él ya se había cortado la yugular.

"Espero que esto te haga feliz, shun. Ya no aguanto más. Perdón por ser tan débil." Decía con la voz entrecortada por la herida.

Se desplomó en el suelo, Chishiya se acercó a tomarle el pulso. No respira...

"Ni... Niragi..." Sollozaba Chishiya al darse cuenta de lo que "había hecho".

Él nunca había levantado su tono, ni mostrado su enfado, nunca había hecho nada en contra de su tan amado suguru, pero esta vez sí, y se sentía tan jodidamente mal que no tuvo de otra que quedarse al lado del cuerpo hasta que murió por deshidratación y tristeza. Su corazón no pudo soportar más.

Por primera vez en toda su relación, Chishiya fue capaz de levantarle el tono de voz a Niragi, de una manera que hará que se arrepienta toda su vida.

One-shots Alice in Borderland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora