Amor y Dolor

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Hola, estuve ausente porque estaba fuera de casa y también estoy ocupada, pero me tomé un tiempo en escribir algunos drabbles y one-shots para compartir con ustedes, está vez es uno triste.

Advertencias: Menciones de sangre, muerte de la protagonista.

“¡No!” El grito de Alucard había resonado, era como un grito de desesperación, aflicción

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“¡No!” El grito de Alucard había resonado, era como un grito de desesperación, aflicción

El olor acre de la sangre era inmenso, calaba en sus fosas nasales, pero no lo hacía sucumbir al deseo de beberla, le daba miedo, pesadez y tristeza. Habías sido herida, gravemente. Y Alucard solo quería llegar a ti y sostenerte en sus brazos.

Sin esperar más, con su espada atravesó de lleno a sus oponentes, los vampiros que se habían atrevido a interrumpir la tranquilidad del pueblo que habían construido desde cero, eran como cualquier vampiro que se atrevía a levantarse y hacerse llamar el nuevo rey de los vampiros, queriendo penosamente tomar el lugar de Drácula.  

Alucard llegó a ti y te sostuvo antes de que cayeras al suelo, te vio tratando de evitar que la sangre de tu cuerpo dejara de brotar, pero era imposible, tu vientre estaba abierto, la playera blanca que tenías se tiñó de rojo, los pantalones que llevabas puestos también habían sido alcanzados por el rio carmesí que provenía de ti.

“Amor, amor, mírame, ¡Mírame,por favor!” Estaba desesperado y por primera vez no sabía qué hacer, detrás  de él Trevor y Sypha lo miraban y sentían el dolor del damphir.

El fuego y suelo agrietado eran una clara demostración de lo duro que estaban peleando, no eras tan fuerte como Alucard pero si te sabías defender y en cuanto había llegado la amenaza, no dudaste en defender tu hogar, pero no pensaste que serías alcanzada por la mano de la muerte.

“A-Alucard…” Murmuraste, te costaba hablar, sentías que la sangre no solo salía de tu herida, también de tu boca. Esos ojos dorados, aquellos que tanto amabas, te miraban con miedo. Sabías que estabas por abandonarlo, pero también no querías hacerlo, él no se merecía que le hicieras esto.

“No hables, te curarás, te… Lo prometo.” Su voz se quebró, sintiendo que no podía contener ni sus lágrimas. 

Eras lo mejor que le había pasado. Habían peleado hombro con hombro desde que su padre había decidido acabar con la humanidad, hasta la ayuda a Danesty, fuiste su compañía; la mujer que le robó su corazón y alma. Como un pequeño que se aferraba a algo que le gustaba, Adrián Tepes, se aferraba a ti, pero sabía que no podía evitar perderte. 

Lenta y tortuosamente, sentiste como ibas perdiendo la respiración. Lágrimas brotaron de tus ojos, como cámara rápida viste todo lo que habías vivido con él. Cuando lo conociste, los momentos tranquilos y cuando te tomó como suya, aquellos delicados y preciosos momentos con él y sus amigos te hacían levemente feliz y esperabas seguir creando más, pero la vida se te estaba llendo.

“Beso…” Susurras lo primero que sentiste que podías decir. 

“Te daré todos los que me pidas.” El murmuro salió de sus labios y suavemente se acercó a tus labios rojos, el roce fue suave, dulce y húmedo por la sangre que salía de ti. Siguió besándote, como si aquellos fuera lo que te salvaría.

“Alucard…” El te miró y aunque querías decirle que lo amabas, no podías pero él comprendió. Él sabía leerte mejor que nadie.

“Yo también te amo…’’ Dijo Alucard y esta vez no le importó derramar sus lágrimas y que su voz se quebrara ya.

Lo estabas dejando, inevitablemente, el frío que tu cuerpo sentía, nunca lo habías percibido, ¿Así es como se siente morir? Porque era un frío diferente, miraste por última vez a Adrián y una ligera sonrisa fue lo último que podías dedicarle, agradeciendo a Dios y al universo dejarte conocer y amar a tan amable hombre.

Alucard la miró dejarlo y sostuvo su cuerpo inerte contra él, abrazando a la mujer que amaba, no quería soltarla, ella era lo único que tenía y ahora la había perdido, lloró y gritó, sintiendo que todo su ser se rompía. 

A una distancia, Trevor Belmont agachaba su mirada, la rabia y dolor de perder a una gran amiga lo consumía vivo, Sypha no pudo evitar sus lágrimas, ella era parte de su vida, recordaba como ambas mujeres tenían una gran amistad, eran como hermanas y ahora ya no estaría con ellos.

¿Quién le quitaría este dolor? Alucard había perdido a su único amor por la mano de aquellos que se atrevieron a herir a su mujer. La rabia, odio, dolor y violencia estaban tomando posesión de él. ¿Así fue como se sintió su padre? Pensó, pero no le importaba eso ahora. 

Ustedes…” Susurró y su voz cambió a la de un depredador. Sus colmillos parecieron crecer más y el filo brillaba sobre ellos. Quería matarlos. 

“Qué lástima, era una hermosa puti…” Uno de aquellos vampiros se atrevió a burlarse, pero no pensó que sería atravesado por el poder de Alucard.

Con su mano, destrozó lo que quedaba de ese que se atrevió a intentar burlarse de su fallecida amante.

Alucard estaba furioso. 

“Han cometido un gran error…” Sus ojos brillaron, salvajes.

Al diablo si ahora se pareciera como su padre, él vengará la muerte de su amada.

Él lo haría en su nombre.

 Quiero agradecer a quienes se tomar un momento en leer mis publicaciones, gracias por darme la oportunidad de compartir con ustedes!

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Alucard Tepes x Fem Lector One-Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora