Gangle era una máscara solitaria y tímida, a pesar de eso, no podía evitar cruzar miradas con Jax ocasionalmente. Sin embargo su relación era problemática ya que Jax al ser su propio bully, a quién seguia adorando con benevolencia.
Jax podía ser un...
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Luego de desmayarse, Gangle fue llevada a la enfermería del circo, donde recibió atención médica de parte de Ragatha, la enfermera del grupo. Mientras Gangle recuperaba la conciencia, Ragatha le brindaba palabras de consuelo y apoyo.
"Tranquila, Gangle. Estoy aquí para cuidarte", susurró Ragatha suavemente mientras acariciaba el rostro de Gangle. "No te preocupes por Jax, él no sabe lo que se pierde".
Gangle abrió los ojos lentamente y miró a Ragatha con gratitud. Las lágrimas seguían surcando sus mejillas, pero poco a poco comenzó a sentirse un poco mejor. "Gracias, Ragatha. Significa mucho para mí tener tu apoyo", dijo Gangle con voz temblorosa.
Ragatha le sonrió cálidamente. "Somos una familia aquí en el circo, Gangle. Siempre estaremos aquí la una para la otra. Y si alguien no sabe apreciarte como mereces, es su pérdida".
Gangle asintió con la cabeza, sintiendo un poco de alivio en su corazón. Sabía que tenía amigos verdaderos que la amaban y valoraban en el circo. Se prometió a sí misma que superaría este desamor y seguiría adelante.
Con el tiempo, Gangle sanó tanto física como emocionalmente. Siguió siendo una parte vital del circo y encontró consuelo y felicidad en las amistades sinceras que había cultivado.
Aunque Jax nunca se disculpó por sus palabras hirientes, Gangle aprendió a perdonar y a enfocarse en su propio crecimiento y bienestar. Se dio cuenta de que merecía a alguien que la valorara y la amara tal como era.
Y así, Gangle continuó su camino en el circo, encontrando alegría en cada actuación, en cada risa compartida con sus amigos y en el amor que se tenía a sí misma.
Sin embargo, Jax no se disculpó por sus palabras hacia Gangle. Aunque experimentaba sensaciones extrañas cuando estaba cerca de ella, le resultaba sencillo fingir. A veces, no podía distinguir si era un dolor en el pecho o amor. Sin embargo, se negaba a admitirlo.
