Momentos

Madrid

Sin saber que buscar, termino dando por hecho que eras tú al que nunca me atreví a gritarle al folio lo mucho que te quería.

Terminé siendo mi propio tiempo, ese que no entendía de descansos en mi estabilidad emocional.
Seguí dando por hecho cosas y creo que ese fue el problema, que nunca te pregunté nada y lo afirmaba y la larga tú también empezaste a hablar con tus ojos, ya no me veían con ese brillo tan característico como el que te salía al mirar el café que era tu favorito. Afirmé que me convertí en esa canción que es escuchada en ese tocadiscos de antaño, que me quedé siendo todo lo que nunca quise que fuéramos, me quedé escribiendo que tal se siente buscarle palabras que sean remplazables al jodido corazón roto.

Me quedé imaginando que tan alto gritariamos tu y yo en Madrid. Pero qué crees, Madrid ya tiene otras manos entrelazadas que apreciar. Pero lo que Madrid no sabe es que en tu cabeza resuena esa canción que no parábamos de cantar. Porque aunque me lo niegues todavía al cerrar los ojos, tu, yo, para siempre.