Lección 2: escupir

1.4K 62 26
                                    

Después del GP de Francia, llegaron los de Estiria, Austria yGran Bretaña, para terminar en Hungría. Domingo, uno de agosto de 2021. El GP terminaba con Ocon como ganador, seguido de Lewis y de Carlos. Los coches de Lando y de Charles habían sido retirados tras una salida desastrosa.

Lando estaba feliz por Carlos. Pero se sentía desanimado por solo haber durado tres vueltas. Tenía ganas de correr ese día ya que tendrían casi cuatro semanas de descanso. Hasta la carrera del día veintinueve no retomarían la temporada.

Tras las celebraciones, corrió a acercarse a Carlos. El español parecía hablar con Charles animadamente y decidió no interrumpir. Con pena por tener que esperar a felicitarlo por su podio, se dió mediavuelta, pero una mano en su muñeca lo frenó, girándose a ver quien era la persona que lo había agarrado tan de repente. Aunque realmente, reconocería ese tacto aún sin poder ver de quien se trataba. Solo tenía que escuchar lo desenfrenado que iba su corazón, y la única persona capaz de lograr eso era el cincuenta y cinco.

-Lando, ¿estás bien? Siento mucho que retirasen tu coche.

-No importa. Solo tuve mala suerte, supongo. Pero enhorabuena por tu podio, Carlos Sainz Jr. Me alegra mucho verte ahí arriba-intentaba no atribuirse las culpas por no haber reaccionado mejor.

Mordió su labio suavemente y Carlos enloqueció por dentro. Miraba los post Carlando que le salían en Instagram y veía los clips de entrevistas y retos que habían hecho juntos. Podía ver como Lando lo miraba de esa manera especial y como incontables veces que se mordía los labios. Se veía tan pícaro e inocente a partes iguales que la sangre se le bajaba a la polla. Le encantaba que la gente comentase "quédate con quien te mire como Lando Norris mira a Carlos Sainz". Pero Lando lo miraba como un mejor amigo, un hermano. Lo suyo al fin y al cabo era un bromance.

-Ocón da una fiesta, pero yo he quedado con Alonso y Russell. Vendrán también Lewis, Charles y Pierre. Por si quieres unirte... además quería preguntarte que vas a hacer durante el parón de tres semanas y media que tendremos. Hasta la semana que viene no voy a España y podríamos pasar tiempo juntos.

-Oh bueno, no tenía nada organizado aún, pero me encantaría. Además así podemos practicar al golf. Pienso derrotarte esta vez.

-Ya te gustaría, Lando-ambos se sonrieron cómplices y sus corazones se aceleraron-me llama el equipo. Nos vemos a las ocho en la recepción del hotel.

Miró a Carlos volver con Charles y dió un suave respingo. La verdad es que prefería aquel plan de un círculo pequeño, que ir a la gran fiesta de Ocón. Además no le caía excesivamente bien. Lo consideraba un buen piloto, pero a nivel personal, a veces solía ser un poco rancio.

La noche estaba yendo bien. Estaban en un club tranquilo. No había mucha gente y la mayoría estaba tomando copas. Unos pocos bailaban por el largo pasillo, pero apenas serían siete u ocho personas. El baile era más bien sútil, movimientos de cuerpo sencillos y para nada desenfrenados.

Carlos pidió otro daikiri y Lando otra Caipirinha. Iban todos por la tercera copa. Lando debía admitir que el camarero hacía unos cócteles increíbles, además era simpático, les había invitado a una cachimba gratis, aunque Lando prefirió no fumar viendo como le había ido con el vaper la otra vez. Lo de tragar humo no era lo suyo.

Por su otra parte, los demás se pasaban la manguera cada X tiempo entre ellos. El británico simplemente se echó hacia atrás en el sofá para sentarse con las piernas cruzadas, en posición de indio. Por lo menos la conversación era entretenida y podía participar en ella, ya que se sentía ligeramente apartado por no estar fumando.

El español pareció darse cuenta de eso y se sentó cerca de Lando, pasando su brazo sobre sus hombros y haciéndolo sonrojar muy levemente. A Carlos le encantaría darle a probar el humo desde su boca, pero había demasiada gente para ello.

Hecho a medida 『Carlando』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora