Pokémon: Aventuras por Kanto y Más Allá

Capítulo III: El Primer Gimnasio

Opening: The Day (Boku no Hero Academia Opening 1)

Nuestros héroes habían llegado finalmente a Ciudad Nibi, la ciudad más recomendable para aquellos Entrenadores que quieran empezar el Desafío de los Gimnasios. En el camino, Hyuga le contó a Wataru más cosas interesantes sobre sus poderes— A ver si entendí. ¿Tú solo te puedes mantener transformado por 5 horas al día a causa de una enfermedad que te volvió más flaco que el Maestro Longaniza?

—Sí —Hyuga se levantó la franela, revelando su columna y costillas asomándose, lo que no fue nada agradable de ver—. Una terrible enfermedad que, hace 13 años, acabó con casi la quinta parte de la población humana de la Tierra. La llamaron Síndrome de Hyuga, ya que yo soy el único sobreviviente conocido.

—Y, según mamá y la abuela, esa enfermedad es horrible. Si mal no recuerdo, atrofia tu sistema circulatorio y destruye tu estómago sin posibilidad de reparación —dijo Tsubasa—. Por lo que Hyuga está quedando cada vez más raquítico por esa enfermedad y por esas drogas que él debe consumir periódicamente.

—Por lógica, nuestro amigo debería estar bien tieso desde hace siglos, pero sus poderes de Pokeántropo al parecer le impiden morir —añadió Shigeru—. Además, también afecta la glándula pituitaria, esa parte del cuerpo que te permite crecer y envejecer, así que puede que nosotros estemos muertos para cuando Hyuga parezca un hombre de 30 años.

Hyuga asintió con la cabeza— Sí. Ser joven relativamente por siempre suena como algo bueno, pero no si debes pasar todo ese tiempo como un pequeño y horripilante monstruo.

—¡Oish, por última vez, Hyuga-chan! ¡Nadie piensa que eres un monstruo! —le reclamó Satoshi.

—¡¿En serio, amigo?!

En realidad, a medida que crecía, muchos extraños en la escuela, en la calle e inclusive en cualquier región, veían a Hyuga como una bestia salvaje que no era ni Pokémon no humano y por eso, su hermana Kaede y sus amigos, Tsubasa, Satoshi y Shigeru, solían defenderlo de los abusivos.

—Okey, no hay que hacer generalizaciones respecto a... —Satoshi no pudo terminar de hablar, ya que Shigeru replicó— Ay, ya. En vez de quedarnos aquí charlando de nuestros tontos problemas personales, solo vayamos al gimnasio y se acabó.

Los cinco se dirigieron al Gimnasio Nibi, el cual no se veía nada interesante por fuera, pero lo que importa es el interior, ¿no? Bueno, la verdad es que, al entrar, vieron que el campo de batalla tenía forma de un terreno pedregoso y accidentado. Lógico, ya que el líder de gimnasio se especializa en Pokémon de Tipo Roca. Aparte, había una computadora allí que les dio una amable bienvenida— Sean bienvenidos, retadores, al Gimnasio Pokémon de Ciudad Nibi. Su líder, Takeshi, se especializa en Pokémon de Tipo Roca, así que, para poder enfrentarlo, deben mostrarme que tienen a un Pokémon de Tipo Planta o Agua.

—¿Qué de qué? —interrogó Satoshi.

—Ah, tú me contaste sobre esto, ¿no, Hyuga? —dijo Tsubasa—. Para que los aspirantes no la vayamos a poposear, los Gimnasios de Kanto y Johto ponen condiciones especiales para que los aspirantes los enfrenten. Es muy tonto e injusto, pero es la realidad.

—Pues menos mal que nos pasamos por el Bosque Tokiwa primero, porque si no, uy, uy, uy —añadió Shigeru.

Sin más preámbulo, le mostraron a la computadora sus Pokémon de Tipo Planta o Agua: Tsubasa a Bellsprout, Satoshi a Bulbasaur y Shigeru a Squirtle, a lo que la computadora respondió— Esos Pokémon son perfectos. Voy a llamar a Takeshi para que los reciba.