Cap 42

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Rhaenyra estaba atacando el castillo.

Los soldados se estaban preparando lo más rápido y estaban comenzado a atacar, yo estaba buscando a los dragones con los chicos, una vez estuvimos sobre volando el castillo vimos el ejército de Rhaenyra, eran bastante, igualaba por poco al nuestro.

–DRACARYS–grite a mis dragones para que atacaran parte del ejército.

Por el rabillo del ojo vi como Syrax atacaba a Drogon y así comenzaba una pelea.

–¡Ustedes ataquen los barcos que están y revisen si vienen más, yo me centrare acá!–le dije a los chicos, todos me miraron inmediatamente.

–¡¡No te dejaremos sola aquí Daenys, aún que solo sean minutos!!

–¡¡Pues tendrán que hacerlo!!–grite devuelta avanzando hacia Rhaenyra.

Vimos como de mala gana se dirigían a las embarcaciones, teníamos que cubrir todos los lugares posibles. Me acerqué a Rhaenyra con intenciones de atacarla, pero otro dragón me interceptó y comenzó una guerra entre él y Vyserion, le pedí a mi dragón que me dejara en tierra lo cual hizo para volver a atacar.

Saque mi espada y comencé a pelear contra los soldados de Rhaenyra, trataba de acercarme a ella pero se me estaba dificultando, me habían hecho un corte en el brazo bastante profundo y la pérdida de sangre me comenzaba a afectarme, pero aún así logré llegar frente a ella.

–No teníamos que llegar a este punto Daenys–Dijo Rhaenyra, su voz era tranquila pero su mirada reflejaba ira.

–Tu me orillaste a esto Nyra, tenías más opciones–repliqué en su contra mientras desenfundaba mi espada.

Ella hizo lo mismo y sin esperar más atacó, lo único que se escuchaba era el sonido de las espadas al chocar, logre hacerle un gran corte en el brazo lo cual me dio tiempo para atacarla, pero logró defenderse y la pelea continuó, me hizo un corte en el estómago, no fue profundo pero si botaba bastante sangre, estuvimos así hasta que logre ganar ventaja pero no duró mucho porque la cola de Syrax me empujó bastante lejos lo cual le dio ventaja a ella para escapar, tarde un poco en recobrar la conciencia pero alcance a ver donde se dirigía.

La seguí hasta que llegamos a un lugar alejado del castillo, exactamente donde mi madre había muerto.

–No puedes escapar siempre Rhaenyra–Grite lo suficientemente alto para que me escuchara.

–Lo se Daenys, creo que es momento de ver quien quedará con el trono.

Así comenzamos a pelear nuevamente, nuestras heridas nos estaba afectando a amabas por lo cual no  lanzábamos golpes muy certeros, estuvimos bastante tiempo peleando y ya veía como Rhaenyra perdía energía, en un momento ella tropezó con una roca y aproveché eso para poner mi espada en su cuello.

—Creo que ya se demostró quien es digna del trono–susurre, la sombras de los dragones me reconfortaba.

–Hazlo Daenys, sabes que quieres, pero tendrás que cargar con la culpa de haberle quitado a su madre a los chicos, de quitarle a tu padre la mujer que ama–decía Rhaenyra tratando de que no lo hiciera, lo estaba logrando.

No me había fijado en qué momento tomó su espada para atracarme.

Una espada de lleno de sangre...

                                          (...)

Me coloqué sobre la colina viendo a la mitad de mi ejército de pie, habíamos ganado, estaban todos los dragones detrás de ellos, un dolor se instaló en mi pecho al verlos a todos, todo había valido la pena, en un costado estaba el, su mirada no reflejaba nada y eso me aterraba.

Me acerqué a ellos a paso lento, me aterraba la reacción de todos, pero una vez frente a ellos solté la cabeza, ellos al verla se miraron entre ellos y se arrodillaron, los 5 lo hicieron.

–Por la Reina Daenys Targaryen–Grito todo el ejército y se arrodillaron frente a mi.

–Lo siento chicos–luego de decir eso sentí como lágrimas caín por mi mejilla–yo debía hacerlo.

–No te preocupes Dany, sabíamos cuál era el precio a pagar y lo entendemos–contesto Luke, su mirada de igual forma reflejaba dolor.

–No tienes que disculparte Daenys, hiciste lo que tenías que hacer–acotó Jace, su mirada era comprensiva, como si no le afectara.

Mire a un costado y ahí estaba mi padre, como pude me acerqué a él, me detuve frente a él esperamos alguna reacción la cual tardó en llegar pero cuando lo hizo me permití llorar, me abrazaba con tanto cariño que me sentí en casa, por fin me sentía en casa.

–Lo hiciste bien cariño, me enorgulleces, espero y ahora no me olvides–dijo con gracia haciéndonos reír–recuerda que hay una pequeña que quiere verte.

Su sola mención hizo que una sensación de alegria se instalara en mi pecho pero no duró mucho hasta que un dolor insoportable me hizo caer de rodillas, la herida en mi abdomen seguía sangrando y comenzaba a ver borroso.

–Daenys mantén los ojos abierto, te llevaremos al castillo–escuchaba la voz de Aegon pero muy lejana, también escuchaba a Aemond y los chicos pero eran solo murmullos.

Mis ojos pesaban y ya no sentía mi cuerpo, vi como los dragones volaban sobre nosotros y me pregunté...

¿así se ve la entrada al cielo?






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°[𝑨𝒆𝒕𝒆𝒓𝒏𝒖𝒎]° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora