Prólogo

8 1 1
                                    

Recuerdo que un golpe me despertó, no puedo decir que tan fuerte fue, pero si que fue lo suficiente para despertarme. Recuerdo que no podía moverme, que mis manos sangraban, que estaba oscuro.
Solo recuerdo eso, porque cerré los ojos y al abrirlos estaba en un hospital, una mujer sentada en una silla a mi lado, enfermeras pasando, niños llorando y miles de cables conectados a mi.

Mi papá murió en el cual debió haber sido un recuerdo feliz, el 22 de julio del 2023.

Y me basta con recordar eso para tener en claro que; odio las curvas, odio las madrugadas y odio despertar en un hospital de la nada.

Cerré los ojos y al abrirlos vi el accidente, los volví a cerrar y al abrirlos de nuevo estaba en el hospital. Pero en ninguna de esas dos veces vi a mi papá, y entonces tuve que entender que era porque el ya no estaba.
Ni en el hospital, ni al lugar que íbamos, ni en este mundo.

Me dijeron que el escribir sobre ambos me ayudaría con mi depresión, así que preferí escribir el accidente y mi recuperación. De verdad es muy fuerte escribir sobre todo esto así que solo pediré respeto y discreción.

Es muy difícil creer, y es muy difícil seguir sabiendo que él se fue y yo me quedé, pero confío en que será más fácil si escribo todo aquí.

Sthefania Muñoz.

De mi accidente para adelante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora