Ayudame

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De pronto la puerta principal se abrió y entraron John, Mike y Rick.
El hombre que ayudaba a sherlock sacó una pistola pero John le disparó justo en la frente haciendole morir al instante.
Sherlock gruñó y se levantó pero Mike fue más rápido y le ató para que no pudiese escapar.

Comenzó a decir unas palabras y Sherlock gritaba de dolor con una extraña voz.
John y yo evitábamos mirar a Sherlock porque Rick nos ordenó no mirarle.
-(T/N)_______- dijo Sherlock con su voz normal -ayúdame-
-No- dije sollozando.
-Por favor ayúdame- dijo con voz suplicante y con pinta de estar sufriendo
-Lo siento pero no eres tú- dije suspirando evitando mirarle.
-¡Te encontraré!- gritó -¡No podrás deshacerte de mí!-
-No le escuches- dijo John agarrando mi mano.

Todo el edificio comenzó a temblar y las columnas comenzaron a resquebrajarse mientras Sherlock gritaba.
John y Yo nos pusimos debajo de un banco por si alguna piedra del techo caía sobre nuestras cabezas.
La escena era aterradora.
Los ojos de Sherlock eran completamente negros, sus dientes estaban muy afilados y su rostro estaba lleno de venas además de tener un tono rojizo con zonas amoratadas.
Cuando le lanzaron agua bendita unas quemaduras aparecieron en su piel haciéndole gritar más.
Cuando Mike le hizo beber el agua, Sherlock comenzó a vomitar un líquido espeso y negro parecido al alquitrán.
John y yo estábamos aterrados, temíamos que Sherlock falleciese por culpa de aquel ser.

Cuando cerramos los ojos por el pánico, todo se quedó en silencio y Sherlock estaba inconsciente con sangre saliendo de sus oídos y boca.
Mike comprobó que todo estuviese bien y así era.
Nos hizo una señal y yo corrí junto a Sherlock evitando algunas rocas.
ME arrodillé a su lado llorando y tomé sus mejillas entre mis manos.
-Sherlock- sollocé -despierta por favor-
-El pulso es muy débil- dijo John -llamen a una ambulancia-
-Sherlock- dije sacudiéndole llorando desesperadamente -despiértate por favor ¡Te necesito a mi lado!-
-(T/N)_______- dijo John mirándome.
-Tiene que despertarse o los de la ambulancia no podrán hacer nada- dije abriendo levemente su boca para aportarle aire -tu presiona su pecho-

Con la tercera bocanada de aire que le aporté, Sherlock comenzó a toser.
-Gracias a Dios- dije abrazando su cabeza sollozando y besando su frente.
-¿Qué coño ha pasado?- dijo confuso.
-Una larga historia Sherlock- dijo John -te trasladarán al hospital para comprobar que estás en perfectas condiciones-
-Está bien- dijo él sosteniendo mi mano -pero que ella venga conmigo-
-Vale- dije acariciando su cabello -es lo menos que puedo hacer-

Cuando las ambulancias llegaron nos trasladaron al hospital donde curaron mis heridas y atendieron a Sherlock.
Como estaba algo débil teníamos que quedarnos a pasar la noche.
Nuestros hermanos vinieron todo lo rápido que pudieron al enterarse de la noticia.
-¿Sherlock estás bien?- dijo Mycroft.
-Si- dijo él serio -no te he necesitado en ningún momento-
-Oye- dije seria -él me ha ayudado mucho lo menos que podías hacer era agradecérselo-
-¿De verdad?- dijo extrañado.
-Si Sherlock- dijo Grace -gracias a tu hermano estás aquí-

Ambos hermanos se miraban sin saber que decirse, parecían dos niños que no querían hablarse después de una pelea y nosotras las madres que les obligaban a pedirse perdón.
Sherlock cogió aire y habló primero.
-Gracias hermano- dijo -pero que sepas que seguiré odiandote-
-De nada querido hermano- dijo él tomando la mano de Grace -yo también te oodiaré igualmente-
-Espera...- dijo Sherlock analizándoles a ambos -estáis... ¿Juntos?-
-Si- dije yo -y ni se te ocurra meterte con ellos porque te metes con mi hermana y como lo hagas te mataré-
-Es que- dijo Sherlock mirándoles para luego mirarme -es raro...-
-Lo sé- dije -pero están felices y eso es lo que importa-

Cuando nuestros hermanos se fueron unas enfermeras nos trajeron algo para cenar.
Estaba bastante malo pero al menos nos comimos el postre sin rechistar.
Sherlock insistió tanto que dormí con él en su camilla.

A la mañana siguiente, volvimos al 221B con muchas ganas de que nuestra vida volviese a ser como antes.
Sherlock ordenó de nuevo todo como le gustaba, me encantaba verle del mismo humor que antes.
ME apoyé en el marco de la puerta con una sonrisa mientras ordenaba.
-Se te secarán las córneas si no parpadeas- dijo Sherlock sin girarse.
-Lo siento- reí -se me hace raro verte así de nuevo-
-Bueno...- dijo él -pues acostúmbrate de nuevo-
-¿Puedo... -dije avergonzada -darte un abrazo?-
-Claro- dijo abriendo sus brazos.

Me abalancé sobre él y le abracé con fuerza aspirando su aroma y disfrutando de la calidez de su cuerpo.
Sherlock me estrechaba entre sus brazos mientras acariciaba mi cabello con suavidad y depositaba un suve beso en la parte superior de mi cráneo.
ME separé y sequé algunas lágrimas que caían por mis mejillas.
-Perdón- dije con una sonrisa -es la emoción de... que vuelvas a ser tú-
-Lo entiendo- sonrió quitándomelas -por suerte ambos estamos bien, especialmente tú-
-Lo sé- dije sonriendo mirándole a sus hermosos ojos que ahora brillaban con la misma intensidad que el primer día que le conocí -creí que nunca más vería de nuevo este brillo de tus ojos-
-Lo sé- dijo juntando su frente con la mía.
-Te extrañé mucho- dije con una suave sonrisa evitando que se fijase en que me mordía el labio inferior.
-Ya- dijo sonriendo juntando su nariz con la mía.

Poco a poco cada vez estabamos más cerca.
Sus manos rodeaban mi cintura haciendo que nuestros cuerpos estuviesen unidos y notaba el latir de su corazón algo acelerado al igual que su respiración.
Su aliento golpeaba mis labios con mucha suavidad y casi podía notar la suavidad de sus labios en contacto con los míos.

Cuando estábamos a tan solo unos milímetros, mi teléfono sonó haciendo que nos separásemos.
-Debo atender- dije sacando el móvil de mi bolsillo.
-Si- dijo Sherlock frotándo su nuca algo sonrojado -puede que sea importante-

Miré la pantalla y era un mensaje de mi hermana para que fuera a verla a su casa urgentemente.

El caso 666: El hogar del Diablo (Sherlock Holmes y Tú) [Demonlock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora