Flores después de la guerra ☾☼

☼Bugambilia☼

La guerra por fin había terminado, la sangre desapareció, las lágrimas fueron secadas y reinó por primera vez una sensación de paz que no estaba desde hace muchísimos años.

Se avecinaba el amanecer de un comienzo diferente, ahora con una alianza que protegería lo que costó miles de vidas y promesas a los antepasados que no se romperían jamás.

Naruto miró de reojo, izquierda y derecha, estaban sus amigos, compañeros y personas importantes que lo habían impulsado a ser mejor cada día, tal vez algunos faltaban y ni siquiera habían sido parte de la guerra, pues su partida ocurrió antes, no obstante, ellos le confiaron el futuro al que ahora se dirigirían sin miedo ni odio; muchos decían que él era "el héroe del mundo"; sin embargo, para Uzumaki Naruto, cada una de esas personas que iban a su lado habían aportado para que él diera todo y no se dejase derrotar, ni siquiera por la oscuridad que en algún momento lo llegó a embargar, ni por las veces en que dudó de sí mismo.

Una sensación conocida le azotó el pecho cuando la presencia de quien es una de sus mayores motivaciones lo sacó de sus pensamientos.

Era él, Uchiha Sasuke, su compañero, amigo y... razón de ¿todo? Pues gracias a su perseverancia y quizá obsesión por traerlo de vuelta a Konoha es que Naruto se desafió y poco a poco, con esfuerzo, dedicación logró llegar tan lejos. Entendió que él y Sasuke son una mitad del otro para complementar un equilibrio. Naruto es la luz, el día y Sasuke es la oscuridad, la noche, que el mundo necesita para que el ciclo de la vida continúe.

Puede sonar egoísta, pero para Naruto, le emocionaba la idea de pensar en que ambos debían estar juntos.

Sonrió y extendió su mano temblorosamente al hombro de Sasuke.

- Oye, apenas lleguemos a la aldea, ¿no quieres ir a Ichiraku? podemos comer ramen y...

Fue interrumpido por un movimiento un poco brusco del Uchiha.

- No quiero ramen, usuratonkachi, además, aún tengo varias cosas que hacer.

Terminó la oración, sin embargo le devolvió la mirada y Naruto podía apostar que le había sonreído.

- Sasuke, no seas aburrido, nadie de los que viene caminando aquí tiene ganas de hacer otra cosa que no sea comer y descansar después de esta guerra, además, la abuela Tsunade será comprensiva y no nos pondrá a hacer misiones en un tiempo.

La acostumbrada sonrisa de Naruto mostrando sus dientes y cerrando sus ojos, hicieron que Sasuke se mordiera la mejilla internamente, apretando los labios y enarcando la ceja izquierda, Naruto le estaba hablando como si él jamás se hubiese ido de la aldea, no tuviera crímenes que pagar, ni fuese catalogado como un terrorista, traidor de la aldea. Su corazón latió de una forma extraña, apretó su puño y respondió tajante.

- Ya te dije que no, Naruto; nos veremos después.

Se adelantó sin esperar respuesta siquiera, además estaban a pocos metros de la puerta principal, dejando a un confundido rubio que lo seguía con la mirada.

- ¡Naruto! no te quedes parado de repente, casi me tropiezo contigo.

Gritó Sakura apretando su puño frente a su cara, Sai se apresuró a detenerla.

- Espera, espera Sakura, no ves que ya viene muy golpeado y si le das uno más puede acabar hasta tonto... aunque, creo que sería imposible serlo más.

- ¡Hey!, Sai.

Señaló Naruto con el índice mientras le gritaba.

- ¿Cómo te atreves a decirme tal cosa?, ven aquí, ven aquí, te reto.