Antes de empezar con esta historia, comentarles que es una experiencia que le sucedió a un familiar de mi difunta abuela, no quiero dejar morir está historia, gracias.
Cierta tarde, un grupo de niños se reunían como siempre a jugar al escondite, fue el turno de uno de ellos, Gabriel se puse en una pared a contar mientras los demás se escondían.
—Ocho... Nueve... Diez... Listos o no allá voy—
Durante los minutos seguían jugando ya siendo las 6:30 pm decidían jugar una última ronda, nadie quería llegar tarde a casa y sufrir las consecuencias.
—Ocho... Nueve... Diez... Listos o no allá voy—
Uno por uno aquellos niños fueron encontrados, menos Gabriel, evidentemente todos pensaron "Este vivo ya se fue a su casa y nos quiere dejar como sonsos".
[Vivo: Persona astuta]
[Sonso: Persona ingenua]Gabriel seguía escondido, la noche caía, entonces decidió salir e ir a casa hasta que de pronto.
—Gabriel aquí estamos ven siguenos—
Evidentemente el niño fue corriendo persiguiendo a sus "amigos" cegado por aquellas voces, pasaron horas el niño seguía corriendo, cómo era de esperarse la madrugada llegó, e iba corriendo por una playa, dónde un recolector de conchas lo vio.
Se sorprendió de verlo a horas de la madrugada; "Hey niño" un llamado, dos... Fue a la tercera que alcanzó al niño.
—Suelteme mis amigos me están llamando, suelteme, suelteme—
Una fuerte y rápida cachetada dió contra la mejilla, Gabriel absorto despertó y se pregunto:
—¿Donde estoy? ¿Quien es usted?—
Aún sigue la duda de cuál sería el final de aquel niño si aquel conchero no lo hubiera visto, la respuesta era evidente, el llamado del diablo lo tenía distorsionado.
Para finalizar la historia solo queda recalcar que los nombres son ficticios, y aquel conchero era un familiar de mi abuela, tengan cuidado, que el diablo siempre se ríe.
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Creepypastas El Mundo Del Horror
TerrorTodo lo que sea contado aqui, no solo sera un libro sino una historia real