''...lucha por tu sueños''

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Narra Violetta


Estaba en hospital y tuvieron que dejar a León en quirófano para revisar que nada en su cuerpo le pudiese fallar. Tardaron mucho más de lo que pensaba. Me pasé como hora y media sentada en la sala de espera. Mi papa y los padres de León habían bajado a la cafetería a comer algo, me dijeron que fuese con ellos, pero no tenía hambre nada de hambre. Sentía el estómago cerrado. Entraban y salían enfermeros continuamente del quirófano pero no sacaban a León. ¿Qué estarían haciendo?

Se había despertado, yo le vi, no podría haberle pasado nada, es imposible.

Respira Violetta te estás poniendo histérica.

Entonces saqué mi celular y empecé a escuchar música. Puse la lista de reproducción aleatoriamente y para mi sorpresa la primera canción que salió fue mi intento de maqueta con una canción que estaba componiendo de hace tiempo, pero todavía no la había acabado. No me sentía lo suficientemente inspirada, no sé, me faltaba algo y no sabía el que. Entonces, cerré los ojos y empecé a escucharla.

''En tus ojos no hay secretos yo lo puedo ver,

siempre tienes la palabra que me hace sentir bien,

qué difícil fue querernos y volvernos a querer.

Si el amor es verdadero,

todo puede suceder.''

Ahora venía el estribillo.

''Quédate junto a mí.

Paso a paso en el camino, voy a hacerte feliz y que el miedo esté prohibido.

Abrázame y verás, que eres lo que necesito

y no encuentro la manera de decir

Que le das luz a mi vida, desde que te vi.''

Pero... aún así me parecía raro. También tenía otra estrofa.

''Ahora tómame la mano, no quiero esperar

Siente el viento en nuestras alas, vamos a volar.

Y, que bien se siente amarte

Y qué hermoso es mirarte y abrazarte una vez más''

Suspiré... Hoy tenía menos inspiración que de costumbre. Automáticamente cambié la canción y me salió Payphone de Maroon 5. Eran unas de mis bandas favoritas. Algún día tendría que ir a verles en concierto, aunque me podría dar un infarto si veo a Adam Levine cantando en directo delante de mis ojos. Lo más probable es que me tendrán que sacar del concierto a causa de un infarto o algo así.

Olvidando esto, empecé a tararear la canción.

''I'm at a payphone trying to call home

All of my change just spent on you''

Cuanto me di cuenta, unos enfermeros salieron del quirófano y arrastraban una camilla, con León.

-Señorita- se dirigieron a mí- ¿usted es la novia de León, no?

Me levanté inmediatamente y afirmé.

-Se encuentra bien- respiré aliviada- hemos tenido que intervenirle porque ha tenido una hemorragia interna no muy grave a causa del golpe.

-Está bien- solo pude decir eso.

-¿Podría llamar a los padres de León e ir a la habitación 123?- me preguntó.

-Por supuesto- acto seguido fui a la cafetería y le conté a los padres de León lo que me habían dicho.

Fuimos todos juntos hacia la habitación y entraron los padres de León a la habitación.

-¿No entras Vilu? - me dijo mi padre.

-No, ahora voy, cuando salgan ellos- dije.

-Sabía que no te irías a Madrid- dijo mi padre de repente.

-¿Cómo?- le miré confusa.

-Sabía que no te irías- sin decir nada le miré expectante para que prosiguiera- aunque haya sido por esto, de alguna manera u otra te quedarías, ya fuese por tus amigos o por cualquier cosa. Pero principalmente sabía que no podrías estar lejos de él.

Agaché la cabeza, tenía razón.

-Violetta- le volví a mirar, esta vez con lágrimas en los ojos- lucha por lo que quieres.

Entonces me besó la frente y cerré los ojos sintiendo su tacto mejor y las lágrimas de mis ojos brotaron aun más fuerte.

-Lo haré papa- dije.

-No vas a perder siempre- habló- nada se consigue sin luchar.

Asentí.

-Violetta- apareció la madre de León- ya puedes pasar a verle.

-Gracias Cecilia- le sonreí.

-Y...- hizo que me girara- haz caso de lo que acaba de decir tu padre.

Asentí de nuevo.

Llegué a la puerta y agarré el pomo. Resoplé antes de entrar y giré la cabeza para encontrarme nuevamente con Cecilia y mi padre, que me estaban dando ánimos. Abrí la puerta y luego la cerré cuando a estaba dentro. Me giré y me encontré con los ojos de León.

-Hola- dijo él.

Se me hizo un nudo en la garganta y no me pude contener más y fui hasta él casi corriendo y le abracé.

León correspondió a mi abrazo con más fuerza que yo y comencé a llorar.

Leonetta, es para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora