No podría decir con certeza lo que pasó durante el tiempo en que estuvimos bajo custodia, quien parecía haber dado la orden de que nos alojáramos en aquella habitación de media entretención, podría ser lógico el que no quería que divagáramos por los pasillos o más bien porque no quería que yo me enterara del asunto o su hija.
¿Qué fue lo que pasó después? No tengo ni la menor idea, de un momento a otro estuve seguro de que mi alma envenenada del pecado sintió un tipo de sentimiento extraño, temor no podía ser, angustia tal vez, pero era más parecido como alerta, esta sensación de estar sensible en mis 5 sentidos no era una sensación mía, estaba de alguna extraña y locamente seguro de que le pertenecía el sentimiento a alguien más, Lucifer estaba alerta donde sea que estuviera y su sangre hervía de duda en espera de que algo grave no se manifestara.
Pasó una hora y ni la nube ni esa sensación se iba de mi cuerpo, empezando a darme ansiedad el no poder hacer algo y no tener ni idea de lo que ocurría, fue después que Lilith regresó a la habitación tras unos instantes en lo que terminaba mi tercera taza de té. Parecía de algún modo que todo se había calmado por un momento, pero en sus ojos mostraba preocupación y ¿tristeza?
- Mamá, ¿está todo bien? ¿papá está bien? -la rubia fue al encuentro de la reina quien asintió con un suspiro dedicándole una pequeña sonrisa.
- Nada que tu padre pueda controlar querida... ahora, creo que es tiempo de volver a sus alcobas, solo fue un contratiempo de ese overlord que buscaba una estúpida pelea con Lucifer...
- Oh es verdad, esa nube parece que se disolvió... -Viggie volteo por la ventana y sonrió aliviada.
- Mierda, y yo que pensé que viviría una guerra mundial -murmuró Angel con aburrimiento junto a mí mientras dejaba unos bocadillos en la mesa.
Lilith hizo un gesto con sus manos pidiendo a los pequeños mayordomos que pasaran a retirarse. - Bueno, se reanudarán las labores, mañana tengo entendido que regresarán al hotel
- Creo que si mamá, veo que realmente hay mucho trabajo por aquí, debería hacer lo mismo... -la princesa algo decepcionada sonrió a pesar de todo. - Menos mal ya se arregló ese asunto, no debería molestar más a papá...
Todos pasaron por la puerta que era vigilada por Lilith quien al ver que estaba por pasar en último lugar, se recargó en el marco cruzándose de brazos. - Alastor, ¿enserio crees que puedes engañar a alguien como yo? ~ -mi mirada pasó a ver a la rubia y sonreí por inercia. - No voy a darte una segunda advertencia si vuelvo a encontrar algo sospechoso que tenga que ver contigo...
- My lady~ No sé a qué se refiere, pero cuidaré mis pasos -hice una pequeña reverencia pasando de largo por el marco, hasta que mis instintos me hicieron ladear mi cabeza hacia un lado en cuestión de un segundo, viendo como una daga pequeña rozaba mi cuello y caía a unos metros frente a mí. Por suerte o no, los chicos habían doblado por el pasillo izquierdo y no había contemplado lo que pasaba.
- ¡Demonio! ¿Qué tanto te ha dicho ÉL? -Lilith tenía una voz fuerte y genuina, algo que seguramente sumiría a la mayoría de los pecadores y demonios.
- Con "Él" ¿se refiere a...? -ni un segundo pasó en lo que me giré para ver el rostro de la esposa de mi amante, cuando sentí sus garras atrapando mi saco, obligándome a levantar la mirada para verla.
- Sé que sabes algo, Lucifer está siendo demasiado compasivo contigo, ¿qué piensas obtener con saber más de nosotros? -sus ojos mostraban ira, pero sus gestos no eran nada exagerados, tenía el porte de una reina. - ¿Qué es lo que esperas de él?
- Es mera curiosidad de todos el conocer más de sus reyes, majestad~ -le sonreí sin hacer esfuerzo de soltarme de su agarre. - Hace un momento me inquietó que ese Overlord realmente pareciera una amenaza, al menos cuando yo llegué aquí fui más inteligente en no derrocar a la monarquía~
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Almas Destinadas
Фанфик*Alastor* Nunca me hubiera imaginado que tan solo la existencia de alguien podría hacerme sentir el peor de mis terrores, impotencia, furia y lo que ni en mi vida humana hubiera sentido... amor y deseo. Pero esta persona, ese ángel caído había tocad...