Entro en aquel lugar, es un edificio cilíndrico con una especie de agujero en medio rodeado con una barandilla de tal marera que puedes ver el último piso desde el ático, me quedo maravillada de ver algo así, pero dura poco al ver la señora de recepción, es lo que se llama una "Vieja pocha" con las mejillas hacia abajo, los ojos hinchados, unos cabellos rubios teñidos con las raíces que hacen casi un palmo, blancas, también le faltan dos o tres dientes y tiene varios de color negro, va vestida con un vestido de flores demasiado escotado, las tres cuartas partes de cada pecho que parecen querer escapar de aquel cuerpo, uno hacia un lado y el otro hacia el otro. Tiene unos ojos azules y verdes seguramente lo único bonito de esta especie de ser extraño. Yo y mi madre nos acercamos, mi madre cuando la mira se queda boquiabierta y yo me echo a reír. Le pedimos los papeles para entrar en la Universidad. Encima del papel pone con letras muy grandes: "UNIVERSIDAD DE CIENCIAS DEL UNIVERSO", lo qual me remueve el estomago, tengo que poner: el nombre, la fecha de nacimiento, estudios, el número de DNI, preferencias, ... Tardo un cuarto de hora al rellenar ese documento, cuando termino, la señora, que por cierto se llama Lola, me dice con una voz que hace por ella:
-Muchas Gracias, tu habitación es la 126.-
Me despido de mí madre y voy a hacia la habitación 126. Cuando entro en la habitación, me tumbo en la cama.
De pronto oigo un ruído que parece provenir desde la cama que está más lejos de la mía, y me levanto de un salto. En algún sitio del contrato leí que compartiría habitación con cinco personas más, cosa que me preocupo bastante ya que me pone muy nerviosa la compañía desconocida, es decir que no me llevo muy bien con las personas nuevas, supongo que será uno de los compañeros. De pronto oigo como una voz proveniente de la misma cama dice:
-¿Hola?
-Hola. Contesto yo
-Perdona no sabía que estaba alguien aquí.
Antes de que aparezca la persona me hago mis imaginaciones de cómo podría ser. Sale de su escondite y por fin me permite ver su cara. Es un chico alto, de un metro ochenta o metro noventa, con el pelo rubio oscuro con algunos mechones un poco mas claros, lo siguiente que atrapa mi mirada son sus azules y grises ojos que parecen contener un mundo entero en ellos. Va un poco despeinado y sin camiseta lo que me permite ver algunos tatuajes y muchas horas de trabajo en el gimnasio, el tatuaje mas visible son tres rosas en el brazo solo dibujadas con un contorno fino negro, giro la cabeza y entreabro un poco la boca mirandolo y preguntandome que historia hay detras de un tatuaje tan simple.
Después aparece una chica, su pelo es rubio cada vez mas claro a medida que va avanzando, ligeramente ondulado, esta un poco morena y tiene los ojos marrones con un toque de verde cerca de las pupilas. Su cuerpo perfecto tampoco deja nada que desear, va en ropa interior , un conjunto blanco de encaje que pone los pelos de punta y donde va a parar la mirada inconscientemente, encima, una camisa que supongo que será del chico.
Se dan un beso y el chico se va. Después ella se ata la camisa y me dirige la palabra:
-Y... ¿como te llamas?
-Alba y ¿tu?
Al cabo de un rato me aventuro a preguntarle quién era ese chico, lo cual me responde con un:
-Era Pol, un macizo de la fraternidad.
-¿tu novio?
-que va .- me responde ella - no me van las relaciones.- Que estupidez.
Ya llevamos como media hora en la habitación y aun no han llegado los otros tres compañeros. En este rato he podido deshacer la maleta, mientras me acordaba de la cara que ponía mi madre mientras la hacíamos las dos super emocionadas por lo qual he decidido llamarla, le he explicado que de momento sólo éramos dos en el cuarto y poco más. Mientras hablaba con mi madre Ainhoa me miraba haciendo muecas y a mí se me escapaba la risa.
Mi primer día en este sitio, que cada vez parece más aburrido, mi primera clase es inglés, me han comentado que el profesor es uno de los más aburridos del centro, Juan, un viejo barbudo que siempre da todas las explicaciones en un mismo tono, lo cual hace que sus clases sean para tirarse un tiro, si digo la verdad, ha sido una de las peores clases que tomado en mi vida, el profesor no respeta nada, ni el material, ni los alumnos, ni los profesores,... y a mi siempre me ha gustado el orden, y sobretodo el respeto. Ahora tenemos una pequeña pausa de diez minutos para desayunar. Decido investigar un poco por la Universidad y da la casualidad de que tiene un bar, y también de que yo llevo un poco de dinero suelto en el monedero, cosa que me sorprende, ya que , normalmente ese monedero está vacío. Decido tomar un café con leche, para coger energias suficentes para afrontar otra clase, y un croissant integral.
Cuando saco el dinero para pagar al camarero, me sorprende con un " no, invita la casa ", lo qual respondo con una gran sonrisa y un sincero gracias. Cuarta clase del día, historia del arte. La profesora es alta, morena, con los labios pintados de rojo y unos dientes blancos que ciegan. Lleva un vestido negro de cuello alto y demasiado corto para su edad, lleva unos tacones, que cualquier mujer quisiera tener.
Vuelvo a la habitación, Pol está dentro, esta vez, pero, no está Ainhoa.
-¿Buscas a Ainhoa?- le pregunto, lo qual me responde sorpreniendome:
- Si, la estaba esperando. ¿Le dirás que he venido?-
-Claro.
-Gracias.
Me mira fijamente y yo bajo la mirada, pasa por la puerta justo detras mio, pero no aparta la mirada, siento su caliente aliento en el cuello y me quedo inmobil hasta que siento el ruido de la puerta.
La recepcionista dijo que hoy llegan los tres compañeros que faltan.
Han, un chico asiático bastante alto, moreno de piel, con unos ojos negros intensos, unas zapatillas Adidas, unos vaqueros de campana y finalmente una sudadera de H&M.
Rubén, un chico bajito, pelirrojo, con unos ojos azules que te hacen que te pierdas en ellos, mi padre diría que está bastante rechoncho.
La última, es Berta, tambien pelirroja pero con el pelo mas oscuro, es una chica normal de altura, con unos pantalones negros pitillos, de talle alto, unas zapatillas Adidas y una camiseta rosa palo ajustada, corta y escotada, muy bien conjuntada con una coleta alta. De esas chicas con el mundo bajo los pies. Ainhoa se la mira con una sonrisa forzada en un intento de ser agradable.
Después de un rato hablando, Ainoa propone, la gran idea, de jugar al prueba o verdad. Todos dicen que sí pero, mientras yo me lo repienso dos veces, Ainhoa me estira de la mano y me sienta en un sofá.
-Primero vas tu Berta.- dice Ainhoa con ganas de saber algo mas sobre esta extraña y aparentemente perfecta chica.- ¿Como perdiste la virginidad?
Berta rie nerviosa.
- Fue en quarto de la ESO con mi profesor de educación fisica, era un chico bastante joven y me tratava muy bien, y una cosa llevo a la otra y lo hicimos en su coche en el parking del colegio mientras los demas de la clase estavan dando jugando al baloncesto.
-Mirala.-Ainhoa rie y con ella todos los demas- ¿Y que paso con el profe?
-Nada, ninguno de los dos dijo nada y nadie lo supo nunca.
Después de un par de preguntas yo digo con una sonrisa picara:
-Vamos a cambiar un poco la reglas del juego, ahora quien no quiera responder a la pregunta bebe un trago.- sujetando en una mano una botella de Absolut Vodka.