La lluvia no dejaba de caer, la ventana del coche se mojaba de pequeñas gotas que caían del cielo gris.
Unos ojos azules inexpresivos miraban con cansancio las calles pasar, en realidad, estaba pensando en todo lo ocurrido, los flashback no dejaban de meterse en su cabeza como pesadillas o demonios que le impedirían volver a ser feliz de nuevo.
-John. -Una voz femenina lo despertó de sus pensamientos, giró su vista para ver la mirada de la mujer desconocida desde el retrovisor.
Era una mujer rubia, de ojos azules, su cabello estaba recogido en un moño, vestía de manera elegante y en su rostro tenía varias arrugas, eran notables a pesar del maquillaje.
-En el orfanato al que te llevo te cuidaran bien, eres un chico con suerte, es de los mejores que hay.
¿Un chico con suerte? Por supuesto, era una mujer proveniente del Gobierno la importancia sobre el era de seguramente menor que cero, ella lo único que quería era librarse de el, lo más seguro.
John no dijo nada, su rostro se mantuvo completamente neutro.
No tardaron mucho en llegar al lugar, la mujer le dio un paraguas al menor para que no se mojase por la lluvia mientras salía del coche y tomaba su bastón.
Una vez entraron, los dos cerraron los paraguas, una mujer mayor se acercó a ellos, parecía bastante maja.
-Señora Hudson, él es John Hamish Watson, tiene quince años y ha perdido recientemente a su familia en un atentado terrorista. -Comunicó la mujer hacia la señora que asentía escuchandola, Hudson se agachó a su altura sonriente.
-Siento mucho lo que te ha ocurrido John, aquí te cuidaremos bien. -Aseguró la mujer mientras apoyaba su mano en el hombro del niño, dándole apoyo.
John no dijo nada, su rostro continuo siendo neutro, como si de un robot se tratase.
La señorita Hudson se levantó de nuevo, miro a la mujer que lo había traído con una sonrisa amable y algo entristecida por la situación.
-Gracias por traerlo, lo cuidaremos bien. -Aseguró una vez más.- Venga John, te daré una habitación y espero que sepas socializar muchacho porque es compartida. -Informó mientras comenzaba a caminar y apoyaba una mano sin fuerza en la espalda de John queriendo que la siguiera.
La señora Hudson espero una respuesta, respuesta que no llegó, John solo miraba hacia delante de manera perdida. Al notar el incómodo silencio, la mujer decidio volver a hablar.
-La única habitación libre es con Rosamund Mary, es una niña encantadora, seguro te llevas bien con ella.
La mujer abrió la puerta una vez que llegaron a la habitación, en la cama se encontraba sentada una niña de cabello rubio corto y ojos azules, tenía una revista en mano que al parecer leía con interés. Aunque cuando noto a las dos personas dentro en el lugar, todo su interés se colocó en el nuevo chico del que nunca escuchó.
-Vaya, ¡es el día! ¿Compartiré habitación con él señorita Hudson? -Preguntó con una sonrisa, la mujer asintió.
-Sí, John es un chico muy tranquilo, seguro hos lleváis bien, bueno, dejó que te adaptes.. -lo último lo dijo mirando al más pequeño en estatura, pero antes de irse, la mujer retrocedió para mirarlo.- Disculpa.. John, ¿no has traído maleta? No pudiste.. ¿Quedarte con nada..? -John negó ante la pregunta.- Ya veo.. No te preocupes querido, hay ropa de repuesto de sobra, seguro alguna será de tu talla.
-Pero señorita Hudson, es tarde, ¿no deberíamos ponernos los pijamas? -Cuestionó la rubia.
-No Mary, en unas horas tendremos una charla con la asociación para ver qué gente nueva se ha unido y a lo mejor con suerte, alguien podrá hospedarse por un tiempo en algún lugar~
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𝑇ℎ𝑒 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 𝑤𝑒 𝑚𝑒𝑡
RandomDonde John Hamish Watson fue víctima sobreviviente ante un atentado terrorista donde su familia falleció, fue enviado a un orfanato conectado en una asociación ante la protección de huérfanos y menores necesitados en ayuda. Las vidas de John y Sher...