Reminiscencia

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El aliento alcohólico del más joven se mezclaba con el de las fresas del mayor que recibía el vigoroso beso que le dio cuando le abrió la puerta al más joven, porque Jungkook no logró digitar la clave de la cerradura del departamento que compartían.

Jungkook jadeó en decepción cuando de forma delicada Taehyung lo tomó del rostro y lo separó de sus labios, después de lamerlos habló con esa voz gruesa que al menor le gustaba tanto—Espera, te vas a arrepentir de esto mañana—Y ahí estaba esa sonrisa que tanto descrestaba al menor, al igual que las suaves caricias que le daba en las mejillas con la punta de los pulgares, siempre lo trataba con tanto cariño que era mantequilla entre sus dedos.

—Hyung...

—Por tu aliento puedo decir que bebiste mucho, ¿quieres que te prepare una infusión para que te sientas mejor, mhn?—El puchero que hizo el más joven se vio adorable a los ojos de Taehyung—¡ve a bañarte para prepararte para dormir! tu hyung te cuidará. 

Jungkook no pudo hacer nada más y después de beber la infusión que su hyung preparó para él, se fue a dormir a su habitación. 

A la mañana siguiente, Jungkook se levantó con un leve dolor de cabeza, la noche anterior fue caótica, le dolían las piernas de bailar, salió después de lavarse el rostro en el baño y olió el guiso de resaca que su hyung siempre le preparaba en estas ocasiones, por lo que con el estómago un poco revuelto se dirigió a la zona de la barra, apenas y se sentó y un humeante plato de guiso le fue puesto en frente.

—¿Dormiste bien?

Jungkook solo asintió importándole poco si Taehyung lo veía ya que se estaba llevando la primera cucharada de guiso a la boca, estaba un poco simple, la cocina no era el fuerte de su hyung, pero procuraba cuidarlo cuando tenía una resaca insoportable, tres cucharadas después y unos estridentes golpes se escucharon en la puerta.

—No abras.

—Pero deben saber que estás aquí—replicó Taehyung secando la loza que acababa de lavar, por lo que se dirigió a abrir la puerta principal, para, en efecto, encontrarse con uno de los amigos de Jungkook, Jaehyun.

—Kim—saludó y sin pedir permiso para pasar el joven se adentró en el departamento de su amigo—¿Qué estás comiendo? se ve horrible—fue la agradable conversación que propuso para la media mañana.

Jungkook suspiró—No te interesa, ¿a qué viniste?

El joven le revolvió el cabello—¿Nuestro Jungkookie tuvo una mala noche y quiere desquitarse conmigo?—el interpelado le movió la mano con un golpe y se llevó otra cucharada de guiso a la boca, Jae colocó una bolsa al parecer llena con medicina para la resaca sobre la barra de la cocina—queremos ir a probar las hamburguesas del nuevo restaurante que abrieron a pocas cuadras de la universidad y vengo a recogerte ya que no respondes en nuestro grupo de chat. 

—No quiero ir.

El joven se sentó en la barra—¿por qué?

—Porque no se me da la gana.

—Debe ser por esa porquería que estas comiendo, a cualquiera se le quitan la ganas-

Jungkook le dio un golpe a la barra—ya cállate, tu voz me estresa.

—Vamos Jungkookie—y Jae le respondía de forma melosa ignorando el mal humor del menor o haciendo como que con él no era la cosa—todos tus gastos corren por mi cuenta, sin ti no es igual, vamos, ¿sí?

—Hyung, ¿quieres ir?

Tanto Jae como Taehyung se sorprendieron por la invitación del más joven, la pareja no compartía espacios más allá del departamento en el que convivían y alguna que otra conversación de pasillo cuando se encontraban en la universidad, Taehyung estaba en otra carrera y dos años por encima de Jungkook.

Reminiscencia. [Vkookv] [OS] VersátilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora