Baekhyun observó el ir y venir de la apresurada enfermera antes que por esa puerta por fin ingresara el doctor que se supone debió haber llegado como hace media hora. Frunció el ceño por el simple hecho de que este le sonrió con amabilidad, como si no lo hubiera hecho esperar durante más de treinta minutos haciendo que su humor empeorara con el paso de las manecillas del reloj. Se abstuvo de golpear la mano de aquel hombre cuando pasó por sus cabellos, disculpándose, pero sabía lo poco importante que era para los adultos, por lo que se quedó en silencio.
Al final de cuentas el corte en su brazo necesitó tres puntadas que le dolieron como el infierno, apretó con fuerza los labios cada que esa aguja atravesaba su piel ¿acaso no debería haber esperado al menos a que la anestesia hiciera efecto? La sonrisa del doctor no logró tranquilizarlo en lo absoluto y mucho menos aquellas últimas palabras antes de que desapareciera de su campo de visión.
"Regresa a casa con cuidado".
Regresar a casa no era el problema.
Llegar a ella sí.
Por lo que cuando la enfermera regresó y encontró todavía al menor sentado sobre la camilla, con la mirada perdida en algún punto de aquella blanca habitación, supuso que estaba esperando a su progenitor.
-Tu papá dijo que tenía trabajo, así que se retiró hace bastante tiempo -indicó ella, abrazando una libreta contra su pecho cuando recibió una mirada incrédula- ¿Acaso te duele algo más?
Los labios de Baekhyun se apretaron con fuerza, ¿ella era lo suficientemente ingenua como para no sospechar algo? Como es posible que no le pareciera extraño que un hombre se fuera así nada más después de dejar a su hijo herido en el hospital, ¿acaso eso no le dio indicios de que algo andaba mal por ahí?
Dejó salir el aire contenido, se levantó casi de un saltó de lo que poco después se arrepintió cuando un dolor punzante le atravesó su reciente lesión con puntadas ya hechas, se recordó que de ahora en adelante debía tener más cuidado. Le dedicó una sonrisa e inclinó la cabeza en agradecimiento a la enfermera, desquitarse con una persona que no tenía nada que ver era lo peor que podía hacer.
-Estoy bien, gracias. Me iré ahora -ella asintió forzándose a sonreír después de darse cuenta que aquella sonrisa que le fue dedicada, ni siquiera llegaba a los bonitos ojos que tenía aquel muchacho.
-De ahora en adelante ten mucho cuidado -dijo justo en el momento en que el menor estuvo por cruzar la puerta-. Tu padre mencionó que tienes muchas peleas con tus compañeros de instituto, si es así tienes que reportarlo, las cosas pueden salirse de control de aquí en un futuro, así que cuídate mucho ¿sí?
Los nudillos de Baekhyun se tornaron blancos por la fuerza que ejerció sobre la manija de la puerta y aunque era grosero de su parte, azotó la puerta después de salir y correr hacia la salida. Por supuesto, seguro que ella lo tomaría como un chiquillo poco educado y desagradecido, pero eso le tenía sin cuidado.
Llegar a casa a muy altas horas de la noche se había convertido en una de sus costumbres así como salir de ella ni bien el sol hacía su acto de presencia, las calles solitarias en su trayecto hacia su instituto dejó de causarle temor desde hace mucho. El que su padre haya incriminado descaradamente a otras personas sobre su lesión en su brazo tenía su parte de verdad, después de todo sí era intimidado por estudiantes de su propio instituto, en algún punto se convirtió en un blanco perfecto para aquellos que necesitaban descargar su ira con algo.
¿Su apariencia? ¿Personalidad? Algo en ello los molestó, ¿eso siquiera era posible hoy en día?
Cuando ya se encontró frente al instituto, donde esos portones enormes que todavía estaban cerrados, se dio cuenta que su caminata fue más rápida de lo esperado. De sus labios salió un ligero suspiro, molesto consigo mismo giró hacia la derecha y comenzó a caminar, decidido a rodear su enorme instituto, porque después de todo siempre podía darse el lujo de merodear por ahí, pero el llegar demasiado temprano la mayoría de las mañanas tenía una gran ventaja.
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Sueño Azul [Chanbaek]
Fanfiction"Por favor, detente" ¿Cuántas veces más tenía que lastimar a Chanyeol? Porque su persistencia comenzaba a darle esperanzas que no debía tener u albergar, porque la mera presencia de este llegaba a transportarlo a un lugar donde podía atreverse a soñ...