Capítulo. 25

128 10 2
                                    

Un corazón nuna deja de amar

____________

Camila me miró fijamente, sus ojos oscuros me analizaron detenidamente
como si quisiera descubrir algún secreto, como si quisiera convencerme de algo.

Sus ojos transmitían confianza, ella estaba ahí para mí y sería muy estúpido decir que no a eso.

Su cabello, que anteriormente había formado un moño suelto, quedó suelto hacia un lado como una cascada, ondulado, haciendo que su cuello
luciera deliciosamente visible.

Sus bien torneadas piernas me
inmovilizaban contra la cama, una a cada lado de mi cuerpo y su mano estaba en mi muslo en una caricia para nada inocente.

Camila se mordía el labio, concentrándose en hacerme ofender, sabe que me vuelvo loca cuando ella se sienta en mi regazo, sobre todo con esa cara, de esa manera.

Mis ojos recorrieron lentamente su cuerpo como para demostrarme que no era un sueño y que ella realmente estaba ahí.

Camila no se iría más y yo tampoco la dejaría ir.

Mis manos automáticamente fueron a su cintura, atrayéndola ansiosamente hacia mí, haciendo que su cuerpo chocara con el mío y su boca quedara muy cerca de la mía, su mirada fue directa a mi boca y su mano fue a mi nuca, tirando violentamente de mi cabello y haciendo que mi boca chocara con la suya con deseo, con anhelo.

Nuestras lenguas lucharon por el control y mis manos subieron por su cuerpo debajo de su blusa, dándome cuenta entonces que estaba sin sostén, terminé suspirando contra su boca y en respuesta Camila sonrió satisfecha, alejándose y empujándome con una mano, haciéndome caer acostada en la cama.

- Extrañaba dejarte así, Lo...

Apartó el pelo que estaba en mi cuello y comenzó a repartir besos húmedos, abriéndose paso hasta mi clavícula y regresando con algunos mordiscos.

Me encantaba toda la atención y mis manos jugaban en su espalda, a veces deslizándose hasta su trasero. La sentí presionar su rodilla en mi área íntima mientras dejaba un fuerte chupetón en mi pulso, quitándome el aire por completo.

- Camz...

Camila sonrió contra mi piel y dejó un beso en el lugar marcado, levanté un poco la rodilla y apreté su trasero, aumentando el contacto entre nuestros cuerpos.

Esto la hizo gemir suavemente en mi oído y rascarme ligeramente el brazo.

Me besó apasionadamente mientras mi mano recorría su ardiente intimidad sobre sus ajustados pantalones cortos.

- Dios..

Ahora era real, no estaba soñando y no habia Vero que se interpusiera en mi camino, ella está aquí, gimiendo suavemente por mí, cerrando los ojos
y mordiéndose el labio. Joder, extraño tenerla así.

Cambié de posición y me dirigí a su cuello, deleitándome y aprovechando cada parte de la piel descubierta de mi morena, luego de unos minutos alli le quité la camiseta apreciando sus pechos turgentes y descubiertos.

Algunos mechones de su cabello insistían en tapar su pico, pero eso no me molestó, al contrario, hizo la vista aún más hermosa, excitándome y dejándome con ganas de más.

Besé mi camino desde su cuello hasta su seno izquierdo, chupando mientras me equilibraba con una mano, sus uñas me arañaron la nuca, dejando una agradable sensación de ardor y probablemente marcas rojas, caminos, demostrando que ella estaba allí.

Se retorció debajo de mí tratando de sentir más placer. Sus manos interrumpieron mi trabajo al querer quitarme la camisa, dejándome solo en shorts.

Volví a prestar atención a su cuerpo, pero pasé al otro pecho, haciendo lo mismo que había hecho en el otro lado, mordiendo, chupando, lamiendo y provocando cada vez más a mi morena.

- Jáuregui.. No provoques.

Le quité el short, encantada por su cuerpo y luego me quité el mio, pero ella no quedó satisfecha, me quería sin nada y de buena gana me quitó las bragas, demostrando su ansiedad por verme sin ellas.

Después le quité las bragas, casi rompiéndolas, no era mi intención, pero tenía muchas ganas de sentirla de verdad, de saborearla.

Mis besos recorrieron su cuerpo, sin quitar mis ojos de los suyos, cuando llegué a donde quería la miré levantando una ceja y ella sonrió con picardía, abriendo lentamente sus piernas para mí.

- joder

Lo dijo suavemente, pero la maldita cosa la escuche y eso la hizo sonreír aún más, inclinó su mano tocando mi rostro en una ligera caricia y luego me llamó con su dedo.

- Ven Laur, estoy lista para ti.

Agarré sus piernas de buena gana y le di una simple lamida a su sexo, sólo para excitarla.

Su mano fue a mi cabello y suspiró, levantando su cuerpo, en una petición silenciosa, casi suplicando. Di una fuerte mamada y de ahí en adelante no paré, ella gemía y apretaba más mi cabello, su cuerpo se movía arriba y abajo sobre la cama y su otra mano sostenía la sábana blanca que estaba toda arrugada gracias al movimiento., después de un momento me di cuenta de que estaba a punto de correrse, asi que me detuve y subí por su cuerpo, antes de que pudiera quejarse, acaricié su zona íntima húmeda y susurré.

- Quiero que te corras en mis dedos, amor.

- Te detuviste cuando más quería que continuaras.- Dijo jadeando - No me
voy a correr en tus dedos, eres tú quien se va a correr. Y conmigo.

Su sonrisa pícara no desapareció de su rostro y me giró sobre la cama, colocándose entre mis piernas.

Levantó un poco una de mis piernas y se encajó allí, creando una deliciosa succión, gemimos juntas y Camila cerró los ojos con satisfacción, yendo más rápido y aumentando la deliciosa fricción.

- Goza comigo, amor.

Pido al oido, haciendo que todo mi cuerpo se estremeciera. No pasó mucho tiempo para que mi cuerpo comenzara a dar pequeños espasmos y un último gemido salió de mi boca, mis entrañas se tensaron y expandieron mientras me mojaba con ella.

Nos juntamos, cada una tratando de agarrarnos donde podíamos y caímos exhaustas sobre la cama, en silencio, disfrutando el momento y sintiendo el calor ir y venir de nuestros cuerpos, Camila se levantó de la nada y se dirigió hacia la puerta del dormitorio., un poco abatida.

Sin entender eso, pregunte.

- ¿A donde vas?

- A mi habitación, tal como eres Lo.... Vas a despertar agresivamente conmigo otra vez y dirás que fue solo sexo al azar. Te amo, pero no quiero someterme a esto.

La forma en que habló me rompió el corazón, Camila tenía miedo de que
la lastimara, de que la pusiera triste. Me acomodé en la cama y arreglé las almohadas, golpeándolas a mi lado mientras la miraba ligeramente.

- Ven aquí. - Camila lo penso por un momento, pero cedió y se sentó a mi
lado en la cama - dijiste que hoy dormirías conmigo. - tomé sus manos y hice que me mirara - mañana me despertaré de buen humor, con solo despertar a tu lado, te prepararé el desayuno con las cosas que más te gustan y pasaremos el dia juntas.¿Que te parece?- pregunté mordiéndome el labio, con nerviosismo.

- Me parece muy bien.- Dijo sonriendo, abrazándome después con su cuerpo aún caliente.

Nos acostamos y Camila me abrazó colocando su cabeza sobre mi pecho.

Seguí acariciándola hasta que se durmió, su respiración ya era pesada y me encantaba verla dormir, parecía un ángel desde que era adolescente.

- Oh Camz.. Mi corazón nunca dejó de amarte.

E incluso en sueños, sonrió levemente, como si supiera que yo siempre
estaría ahí para ella y aunque ella no quería admitirlo, yo ya lo sabía.

Siempre lo estaría.

Five years without you (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora