9- Polos opuestos

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El sonido de la guitarra eléctrica de Dakota llenaba el lugar, después de un día de entrenamiento agotador no venía mal un poco de tranquilidad. Los cuatro se encontraban en el porche, ese lugar se había convertido en el favorito de los cuatro.
La luna iluminaba el campo de cereales, Koi disfrutó de la vista, una pequeña sonrisa se le escapó y una niña sandía se dio cuenta.

-Koi sabe sonreír!- exclamó impactada.

-Claro que se sonreír, sandía!- le sacó la lengua en señal de burla, la niña simplemente le miró mal para luego seguir leyendo el libro que Koi le había arrebatado el día anterior.

-Me lo he perdido- dijo Dave decepcionado.

-Tampoco es como si fuera un hecho histórico que sonría-

-Si lo es, no hemos visto más que sonrisas burlonas- aclaró Dakota dejando de tocar la guitarra.

Koi suspiró.

-Que tal si ahora pongo yo un poco de música?- comentó Dave levantándose de la escalera y sacando su teléfono del bolsillo.

-Por favor, no pongas la misma canción de siempre- Koi todavía recordaba la ira que le inundó cuando escuchó Danza Kuduro desde el bosque.

-Esta bien, pondré una más movida para bailar como en las discotecas-

-Que es una discoteca?- preguntó Portia a su hermana.

-No se- respondió.

-Es un lugar donde gente va a bailar y emborracharse- explicó Koi.

-Como sabes lo que es?- preguntó Dave desconcertado.

-Creías que solo existían esas cosas en tu planeta o que? Zoquete- dijo con clara confusión mientras mirada a su amigo terrícola.

Dave no respondió, solo apartó la vista.

-Cada día me sorprende más tu estupidez-

-Bueno! Pongamos música- buscó en su teléfono una canción para bailar, Uptown Funk, de Mark Ronson y Bruno Mars era su mejor opción en ese momento.

La música empezó a sonar, haciendo que Portia se levantara enseguida y empezara a bailar con Dave, siguiendo sus pasos. La niña extendió su mano hacia su hermana y esta aceptó, uniéndose al baile mientras Koi seguía sentado sin intenciones de moverse.
La canción terminó y empezó otra. La mordidita de Ricky Martin empezó a sonar.

-Esa me la sé!- gritó emocionado Dave.

La letra de la canción empezó a sonar y Dave seguía la letra a la perfección. No cantaba bien, y tampoco bailaba de maravilla, pero todos se lo estaban pasando bien.
En un momento Dave agarró la muñeca de Koi, haciendo que entrara al círculo a bailar y cantar también.

-Que crees que haces?!- exclamó enfadado.

-Ya que tu no te decides a venir, tendré que darte un empujón!- explicó Dave con la muñeca de Koi todavía agarrada.

-Ni loco crees que me rebajaré a vuestro nivel!- intentó soltarse, pero Portia le dió un empujón, haciendo que Koi chocara contra el pecho de Dave.
Maldijo por lo bajo mientras Portia se alejaba un poco sonriendo, dejando espacio para que bailaran un poco.

Dave siguió cantando y bailando de la forma más horrible que Koi había presenciado jamás, unas cuantas vueltas y varios de un aficionado de la música movida hizo que se mareara y tuviera ganas de vomitar.
La canción acabó y la siguiente se reprodujo.
Cuantas canciones más tendría guardadas?

La Gozadera sonó, y si antes Dave se había emocionado, ahora se había multiplicado por diez.
Koi escapó antes de que le volviera a agarrar.

-Apuesto a que no sabes bailar ni cantar!- gritó Portia al lado de Dakota, quien estaba grabando de nuevo con la cámara de Dave sin que él mismo se enterara, estaba demasiado sumergido en la música como para darse cuenta.

La Galaxia Del DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora