☕️𝙇𝙤𝙫𝙚 𝙘𝙤𝙛𝙛𝙚𝙚 𝙬𝙞𝙩𝙝 𝙨𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙝𝙪𝙜𝙨☕️

☕️𝐐𝐮𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐜𝐚𝐟𝐞́☕️

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Naruto no era alguien que le gustara jugar con los sentimientos de las personas, por eso es que cuando vio a Sasuke, la persona de la que sigue enamorado desde sus días de escuela, es que decidió volver a conquistarlo.

Es por ello, que cuando el azabache dejó de escribirle esas adorables cartas con tanto amor reflejado sintió su mundo derrumbarse. El rubio estuvo en varias relaciones, Hinata no fue su única pareja, estuvo con más, pero jamas llego a sentir lo que sintió con Sasuke(a pesar de no ser pareja)

El Uchiha tenía algo especial, no sabía el qué ni cómo lo engancho, simplemente sucedió. No puede decir que su atractivo, nunca negó que lo fuera pero jamás llegó a encender la llama del amor en su corazón, cada que recibía esas cartas entonces fue cuando llego a sentir lo que era el verdadero amor.

Las olas del querer lo inundaron por completo y fue cuando cupido tocó a su puerta y lo flecho para que cayera a los pies del oji negro.

Pero entonces, dejó de recibir cartas, no entendía la razón del por qué, solo recordaba que el chico había dejado un estampado de corazón naranja en su casillero. Intentaba acercarse pero este se alejaba, le intento hablar pero este mismo lo ignoraba.

Nunca dejó de enviarle cartas, hasta que se graduaron de la escuela, intento seguir con su vida mirando siempre el atardecer sin dejar de olvidar esas palabras.

Y fue cuando lo volvió a ver, en la cafetería de su madre y como a veces la ayudaba pues bendito sea a quien sea, pero en una de esas lo vio y comenzó a ir constantemente.

No presiono al chico ni nada, lo dejo ser y ya. Quería intentar algo con él otra vez, después de todo, nunca lo pudo sacar de su cabeza.

Aunque sabía que esos encuentros ''casuales'' no ayudarían a avanzar la relación, por lo que decidió ser el hombre que es e invitar a Sasuke a salir, así tenga que ponerse de rodillas.

Claro que sería difícil, conociendo la actitud del menor sabría que este sería un total fiasco. Pero no se rendiría, no, claro que no, cueste lo que le cueste.

[...]

—Oye, Teme, ¿no querrías ir a algún lugar a comer este fin de semana? A platicar, ya sabes, para conocernos—Lo dijo, soltó la sopa de una y sin pelos en la lengua, directo y sin rodeos.

—Claro, ¿por qué no?—Y sí, Sasuke había aceptado su invitación.

—¡¿E-enserio?!—Lo logro, y la verdad es que pensó que sería más difícil no imaginaba que el contrario aceptara tan fácilmente.

El universo estaba de su lado.

—Ehhh sí, ¿o es que ya no quieres?—Dijo el más pequeño mirando burlonamente al otro, el oji azul temió por eso, no podía perder esta oportunidad que le regalaba el destino.

—No, no, no, claro que quiero, es solo que no esperaba que aceptaras—Se recargo en la mesa en donde miraba como el chico ponía glaseado en los pastelillos que le habían encargado. Era un pedido a domicilio que llevaría el Uzumaki.

—Bueno, no tengo nada que hacer este fin de semana y prefiero salir a quedarme en casa encerrado viendo películas mientras como helado—Sin mentiras, el joven se la pasaba los fin de semana en su casa si no trabajaba, solía mirar películas tristes o de comedia para intentar olvidarse del aburrimiento y de que estaba completamente solo.

Además, el helado sirve cuando quieres llenar un vacío de pesadumbre en tu ser, lastima que sea solo temporal.

—Bien, bien, ¿a qué horas te gustaría vernos? O, ¿y en donde?, ¿te paso mi número?—Decir que estaba nervioso podía quedarse corto con eso, estaba que temblaba como cuando tenía tanto frío, como si una helada estuviera a su lado.

—Ya, ya, calmate, anota mi número personal, manejo dos—El chico dejo los pastelillos en la caja y sacó una pluma de su bolsillo del delantal y tomó una hoja en donde solía anotar pedidos, escribio su numero telefonico.

—¡Sasuke, un pedido en la mesa seis, café amargo con unos tres beignets!—Le indico Ino, mientras dejaba la hoja del pedido en la repisa donde había una campanilla y dejaba la hoja.

—¡De acuerdo, ya lo preparo!—Le respondió el pelinegro a la chica, fue entonces que le pasó la hoja donde tenía su número a Naruto—Bien, me llamas y simplemente me avisas donde estarás, a la hora que te salga de los huevos, y no te preocupes por el lugar, cualquiera estaría bien, si no es una pocilga infecta—Una vez esté recibió el papelito, volvió a lo suyo en donde cerró la caja de pastelillos luego agarró el café que iba empacado y guardó la caja y el café en una bolsa.

Cerrándola en el proceso y colocando una cinta que tenía la dirección de la viviendo que había solicitado el domicilio.

—Claro, claro, ¿estaría bien a las cinco?—El chico de marcas de gato en sus mejillas agarró la bolsa pues ya tenía que irse.

—¿En punto?—El contrario asintió ante lo dicho—Está bien, como quieras, Dobe—Sasuke tomo una taza y sirvió café amargo que se la había sido pedido, para después ir al horno en donde estaban haciéndose varias comidas de harina, como los beignets o croissants.

—Okey nos vemos el fin de semana, Teme—Fue entonces que el joven sonriente salió de la cocina para poder ir a dejar la entrega a su dueño.

—Pfff, idiota—Dijo el varón mientras sacaba los beignets del horno y les agregaba miel con azucar, puso los dulces en un plato y luego en la bandeja donde ya estaba el café—¡Ya está la orden!—Dejó la bandeja en la repisa en donde ya se encontraba Ino dispuesta a dejar el pedido donde correspondía.

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Ahhh, he tenido muchos problemas personales, tantas vainas en mi cabeza harán que estalle, simplemente no tenía ganas de escribir y la inspiración no me llegaba, ni siquiera toco la puerta la desgraciada, así como llega se va, silenciosamente.
Espero les haya gustado :3. Si hubo algún error de ortografía o algo mal escrito me disculpo, luego lo arreglo o intentare corregirlo, bueno BYE💜✨✨

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Att: Ïtzel^^☕️☕️✨