what a day

What a day.

—¿Ella está bien, Alex?— Alex escuchó a Winn mediante su auricular. Hizo un pulgar arriba con su mano libre, mientras sostenía a la pequeña en sus brazos. Hacia unos minutos Winn había detectado una ruptura en la manta temporal, no le habría hecho mucho caso si J’onn no la hubiese detectado también, Winn siempre estaba haciendo bromas sobre viajes en el tiempo, y Alex sabía cuánto le apasionaba.
—Todo bien, sólo vamos.— Pidió mirando el acantilado debajo de ellos, soltó un suspiro sosteniéndose de J’onn mientras acariciaba el cabello rubio de la pequeña en sus brazos. La señal los había llevado a una zona apartada de National city, Supergirl estaba lidiando con un ataque alienígena en Metrópolis con Superman y Mon-El los había acompañado, así que ellos decidieron hacerse cargo de este pequeño inconveniente.
—Vaya lío para una niña tan pequeña.— Escuchó decir a Winn por el intercomunicador, y se rio un poco. Era verdad, aquella pequeña de alrededor de tres años había tirado a cuatro de sus mejores equipos, y al parecer tenía los poderes de Kara. Alex usó una bomba de luz solar roja para debilitarla, pero la pequeña había intentado salir volando cuando lo hizo, por lo que había empezado a caer hacia un acantilado debajo de ella, Alex había saltado y J’onn las estaba levantando en sus brazos, todo aquello había dejado a la pequeña K.O.
—Parece ser Kryptoniana, aunque no estoy segura. Tiene los poderes de Kara, pero tenía entendido que no quedaban más kryptonianos, además ella no tiene una nave, estaba sola.— Dice mirando a J’onn preocupada una vez aterrizan en el suelo.
—Agente Danvers, encontramos esto en el lugar de la ruptura.— la agente Vásquez se acercó a Alex con algo en sus manos, se veía metálico, y parecía tener un cristal azul. —Parece ser una pulsera, pero no estamos seguros.— Alex asintió.
—Hay que llevarlo a la DEO, con suerte Winn podrá descifrarlo, también tenemos que… ver qué hacer con ella.— Murmura refiriéndose a la pequeña que estaba dormida en su hombro.
—Estará sin poderes solo una hora más, lo mejor es ponerla en una celda de contención hasta que desciframos que está pasando.— Era J’onn el que hablaba, elevó la mano al ver que Alex iba a protestar. —Sé que solo es una niña, pero ya ves lo que es capaz, y a menos que pretendas obligarla a hacer una llamarada solar para agotar sus poderes, no voy a poner a mis agentes en peligro, varios de ellos están con huesos rotos.— Le explicó el mayor con compresión, pero al mismo tiempo siendo lo más serio posible.
—Me quedaré con ella entonces. Fuera de la celda.— Murmuró lo último al ver la mirada que J’onn le estaba dando. —Estaré a salvo, J’onn, es solo una niña. Además, puede que consiga ganarme su confianza para que podamos liberarla sin que le haga daño a nadie.— le dice, y antes de que el marciano dijera algo ya se había ido hacia las celdas. —Tú no eres peligrosa, pequeña. Solamente estás asustada.— Decía mientras caminaba. —¿Quién no lo estaría cuando te rodean un montón de agentes sin darte opciones a nada?— Murmura entrando en la sala de las celdas, y abriendo una de ellas. —Me aseguraré de que estés bien.— Dice recostándola sobre la cama, sonríe al verla y nota un collar en su cuello. Tenía un dije con su nombre, Alex sonrió. —Pequeña Lori.—

¶

—¿Carrera a National city?— Preguntó la rubia mientras caminaba al lado de su pareja riendo, habían terminado con Metrópolis, estaba segura de que Kal no necesitaba ayuda contra aquellos aliens, así como también estaba segura de que su primo simplemente la hizo venir para conocer a su novio, aún así no se quejaba, habían pasado un par de días geniales, pero era hora de volver a casa, Alex le había dicho que la necesitaban de regreso, así que estaban de camino.
—¿Cómo sería eso justo? Tu puedes volar, yo no.— Respondió el Daxamita con la misma sonrisa, ambos habían pasado un buen momento con Kal, y a él le agradaba conocer parte de la familia de su novia. La escuchó reír y se rió también.
—No volaría. Lo prometo.— Kara hizo esa cara en la que sonreía con inocencia y picardía, Mon-El sabía que ella iba a volar.
—Vaaaale.— Murmuró y antes de que ella reaccionase echó a correr riendo. Kara se quedó estupefacta unos segundos antes de correr tras él, pudo escuchar un leve “¡No es justo!” antes de que la velocidad fuera demasiado alta para poder escucharla.