Mason se acercó a Nancy para cancelar la cuenta. Ella hablaba con la rubia —la verdadera madre de Victoria—, mientras la niña dormitaba en sus brazos.
—Perdón —carraspeó, llamando la atención de las dos mujeres—. Aquí tienes —extendió el dinero y ella lo recibió—. La comida estaba muy rica. Gracias.
—Nos alegra mucho que te haya gustado —la chica sonrió—. Espero que tú y tu compañero regresen pronto.
—No lo dudes. Vendré a diario a comer aquí y estoy seguro de que Roque también lo hará.
Nancy se mordió el labio inferior, sonriendo de manera sutil, pero él no pudo pasar por desapercibido ese gesto tan tierno y erótico. En ese momento sentía ganas de tomarla entre sus brazos y devorar esos labios que se veían tan apetecibles, pero debía controlarse. Si quería acercarse debía hacerlo paso a paso, además de que no estaba seguro si era buena decisión entablar una relación con ella.
Se miraron por unos cuantos segundos sin saber qué más decir antes de que él se despidiera y se marchara del lugar. Mason temía acercarse y terminar envuelto en problemas y Nancy era tímida por naturaleza.
—Vaya, tenemos por aquí un admirador bastante guapo, ¿eh? —su cuñada la sacó de sus pensamientos—. Y parece que tú no le eres indiferente en lo absoluto.
—Ya estás igual que Carla.
—Pues es que son muy evidentes —la mujer sonrió—. ¿Sabes? No está mal enamorarse y disfrutar del primer amor. No deberías cerrarte ante las experiencias, Nan.
—No estoy enamorada. Mason es un hombre bastante atractivo y cualquier mujer se puede fijar en él.
—Una cosa es reconocer el atractivo de un hombre a que te guste o te llame la atención. Tampoco te estoy diciendo que te lances a sus brazos, pero si ha de suceder algo entre ustedes, no te cohíbas y vive. Mereces vivir un sinfín de aventuras.
Nancy se lo pensó por un instante y aceptó. Ella era una chica bastante aplicada y responsable en sus estudios. Pero también quería disfrutar de la vida. No se hacía grandes ilusiones con el hombre, pero, así como le decía su cuñada, no pensaba cohibirse así solo naciera entre ellos una amistad.
***
Los días fueron pasando y Mason fiel a su palabra fue cada día a comer junto a Roque. Hablaban por unos cuantos minutos, pero eran conversaciones cortas que no pasaban a más.
Nancy cada vez que lo veía se sentía más atraída por él. Le gustaba hablar con él, verlo así fuesen por un par de minutos y poder admirar esos ojos tan bonitos que la veían con tanta intensidad. Quería dejar su timidez de lado y atreverse a pedirle su número o una salida casual y para nada comprometedora, pero estar frente al hombre la debilitaba como ningún otro chico lo habría logrado y sus ganas se iban al suelo.
—Deja de mirarlo tanto y lánzate de una, sin miedo al éxito —le dijo su amiga, irrumpiendo su inspección diaria.
—No lo sé —lo miró desde la caja y suspiró—. ¿Y si me dice que no?
Carla soltó a reír, dándole una mirada disimulada al hombre, en especial a su compañero, que era incluso mucho más guapo que Mason según su apreciación.
—Creo que lo harías muy feliz, porque se ve que también se quiere lanzar sobre ti y por alguna razón se cohíbe.
Nancy se cubrió el rostro con ambas manos y soltó un gran suspiro. Quería ser como su amiga; atrevida y directa. Pero ella no podía formular palabra alguna y coherente cuando Mason estaba ante ella.
—No lo pienses tanto y hazlo. Se dice que los hombres son los que deben dar el primer paso, pero eso es mentira. Nosotras también podemos tomar la iniciativa. Si te dice que no, el mundo no se va a acabar. Hay muchísimos hombres en el mundo por conquistar. Si te dice que sí —movió las cejas con picardía—, disfrútalo a más no poder lo que tenga que durar.
Carla se alejó a atender una de las mesas, dejando a su amiga pensativa. Nancy no sabía qué hacer, pero por primera vez quiso ser arriesgada, dejar de sobre pensar en todo y disfrutar. Nunca había cometido alguna locura y deseaba romper su buen comportamiento por primera vez en su vida. Aunque tampoco es como si fuera a hacer algo malo.
Se dijo a sí misma que podía dejar de ser tan tímida e ir por ello que deseaba. Ya no podía negar que Mason le gustaba y mucho. Tomó una gran bocanada de aire y se acercó a su mesa.
Mason y su compañero hablaban entre sí e hicieron silencio en cuanto la vieron llegar a la mesa. Ambos la miraron con atención y, aunque su entereza flaqueó por un segundo al ser observada con fijeza por dos hombres, no se amilanó y decidió tomar el riesgo.
¿Qué malo podría pasar? Un no solo sería la clara muestro de que ellos no estaban destinados ni a conocerse.
—Hola —dijo, mirando con fijeza a Mason—. ¿Podrías darme un segundo? Necesito decirte algo.
—Por supuesto, ¿de qué se trata?
Nancy miró a Roque y este entendió de inmediato que, lo que iba a decirle, era algo privado entre ellos. Además de que quería que su amigo y compañero dejara de temer y disfrutara, quería invitar a la amiga de Nancy, pues desde el primer instante en que la vio, quedó flechado.
Nancy se sentó frente a Mason y lo miró decidida, con el corazón latiendo con una fuerza y una rapidez sorprendente y las mejillas sonrosadas.
—Puede que suene atrevido de mi parte y no me importa si piensas que estoy loca, pero es que no puedo dejar las cosas, así como así —suspiró—. Me gustas, quizás desde el primer instante me gustaste, no lo sé. Y sé que no soy una mujer hermosa ni mucho menos recatada, pero soy sincera y eso hoy en día vale más que nada. Tampoco te tienes que sentir en la obligación de aceptar, créeme que lo entenderé si me dices que no, pero al menos piénsalo. No estoy pregonando amor, ni me estoy haciendo ilusiones contigo ni que te cases ya mismo, solo te pido que me des una oportunidad para conocerte mejor, Me encantaría saber un poco más de ti, conocerte más a fondo y llegar a ser quizás amigos.
—Creo que no se va a poder —dijo el hombre, quebrantando la valentía de la chica que lo miró con el corazón encogido y los ojos bien abiertos.
—B-bueno, no...
—No creo que te pueda ver como una amiga, Nancy —Mason al fin se atrevió a tocar su mejilla, dándole una mirada que ella trataba de descifrar mientras en su interior se desataba un remolino de emociones—. Me gustas mucho y lo último que quiero es ser tu amigo.
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Cuando Vuelvas Conmigo[✓]
RomanceEl amor llega a la vida de Nancy cuando menos se lo esperaba, haciéndola vivir un sentimiento que jamás se imaginó que sería tan bonito, fuerte y real. Pero la realidad de una vida riesgosa y complicada hará que ese amor tan anhelado se convierta en...