CAPITULO 67 UN DIA DE ESPOSOS

171 20 1
                                    

Despertó y la luz de un nuevo día se coló por su ventana, se intentó levantar y de nuevo el mareo la invadió, ya no tenía fiebre pero se sentía muy débil y eso era producto de la falta de alimento del día anterior.

Al llegar a la cocina vio a Ashraf preparando el desayuno que consistía en una tortilla, pan tostado, jugo de naranja. Seguía con sus menús básicos.

El olor de esos alimentos penetro en sus fosas nasales e hizo que su estómago pidiera a gritos ser alimentado.

El volteo a verla y con esa sonrisa dulce que derretía le indico

—Siéntate, ya te sirvo.

Y ella sumisamente le hizo caso y le hizo desear que este fuera el verdadero Ashraf, su esposo, el que la amaba y le permitiría también ser libre.

—Que tal la tortilla-pregunto cuando vio que se la comía pero hacia un mohín de desagrado.

—Bien, pero un poco desabrida.

—Cuando estuve un México una amiga quiso enseñarme a prepararla, pero por lo visto la cocina nunca será lo mío

—Una amiga o ...

Hablo de más como siempre

—La esposa de un amigo-aclaro Ashraf escudriñándola con la mirada- me quede con ellos un tiempo durante unas vacaciones

—Okey- dijo ella tomando su jugo y reprendiéndose por ser tan obvia.

A Ashraf le gusto ver que Hana seguía celándolo pero decidió no hacer comentarios.

Al terminar el desayuno, donde para satisfacción de Ashraf Hana no dejo nada él le sugirió:

—Ve a cambiarte, iremos al médico para que te hagan unos exámenes y saber que tienes

—Debo ir a trabajar- indico ella

—Ya avise a Rosee que no iras- informo con sencillez

—Tú la llamaste- pregunto escandalizada

—No te escandalices, tome tu teléfono y le envié un mensaje y respondió que tomes todos los días que necesites, tranquila ella aún no sabe lo que paso en la Discoteca.

—Y cuando se entere me odiara-indico con su corazón destrozado.

—No pienses en eso ahora-le dijo el indulgente- debes estar tranquila. Ve a cambiarte que te llevare a la clínica.

Fueron a la clínica y después de practicarle los exámenes el medico determino que tenía la hemoglobina muy baja y a eso se debía los mareos y tenía una infección para lo que indico unos antibióticos.

De allí pasaron por la farmacia a comprar los medicamentos, ella se quedó en el auto mientras el entraba y pensó que era el momento de huir de él, pero a quien engañaba en ese momento lo menos que deseaba era huir de él, quería seguir disfrutando de sus cuidados y sentir por unos momentos que eran una pareja de esposos normales, que se amaban y estaban juntos como decía los votos matrimoniales "En la salud y en la enfermedad".

Al llegar al departamento vio que había algunas bolsas sobre la mesa y al echarle un vistazo vio que era comida, había de todo desde verduras, enlatados, leche, frutas diversas y hasta chocolates.

—¿Y esto?- pregunto desconcertada

—Le pedí a Mesick que las trajera, porque note que tu despensa está vacía

—¿Cómo entro a mi departamento?- pregunto cautelosa, será que Ashraf tenía también llave de su departamento. ¡Qué pregunta!

El conserje accedió a abrirme cuando le dije que era tu esposo y luego tome las llaves que tienes en tu cocina, le di una a Mesick y yo me quede con la otra

—Que me devolverás...-recalco ella.

—Por supuesto- concedió sonriente, pero ella seguía indignada por las atribuciones que se tomaba tan a la ligera.

—Ashraf no tienes derecho a meterte así en mi casa-resoplo

—Tengo todo el derecho y los sabes- puntualizo en tomo calmado- pero eso no estará en discusión ahora toca prepara el que por el bien de nuestros estómagos no preparare yo, sino alguien que vendrá, ahora ve a descansar y toma tus medicinas, duerme un poco Hana, necesito que te recuperes- subrayo con sincera preocupación

Ahuecando su rostro conecta su mirada a la de ella y Hana se debilita ante ese cariño que puede ver en su mirada.

—Si hago todo lo que dices, si me alimento te iras de mi departamento.-pregunto y no porque quisiera que se fuera es porque todo lo contrario no quería que lo hiciera.

Pero Ashraf por supuesto lo interpretaría de la primera manera, sin embargo no dejo que ese comentario lo afectara o al menos no lo demostró.

—No me iré hasta no estar seguro que estas bien.-convino con seguridad

Más tarde después de tomar sus medicamentos y tomar una siesta que a recupero bastante decidió bajar pero no lo haría viéndose patética

Así que mientras agregaba un poquito de maquillaje para cubrir la palidez de su rostro noto un brillo en sus ojos y su corazón que saltaba de gusto, estaba feliz, aunque quisiera negarlo, estaba feliz de que Ashraf estuviera allí, que la cuidara y que le brindara su apoyo.

Ashraf que había traído a Hamill, una cocinera turca que trabajaba con unos amigos de él es quien ya estaba instalada en la cocina preparando la comida.

La regordeta y alegre mujer le indico que haría una comida turca llamada Tavuc guvec que era pollo cortado en cubos, cebollas medianas picadas, papas medianas cortadas en cubos, morrón (aji) verde y 1 rojo picado, zucchini cortado en cubos, berenjena chica cortada en cubos, tomates picados, opcional picante: sopera de chili o pimienta cayena a gusto y lo acompañaron con berenjenas y arroz tipo turco Arroz tipo turco con cebolla cabezona blanca, ajo, aceite neutro, arroz basmati, sal, pimienta, caldo de verduras y mantequilla.

A Hana se le hizo agua la boca.

En la siguiente hora mientras Hamill se enfrasco en la preparación del almuerzo ella recibió la llamada de Rosse y le respondió que ya se sentía mejor, y esta le indico que Vincent estaba muy preocupado y quería ir a verla pero Hana rápidamente le dijo que no fuera, que ya mañana al reintegrase a la empresa hablarían.

Ashraf salió al supermercado por unos ingredientes que Hamill le indico necesitaba

Más tarde comieron hasta quedar saciados y después de lavar los platos Hamill se despidió y ella agradecida le dio las gracias y la acompaño a la puerta

·En nuestro país se dice que si un hombre es capaz de cuidar a su amor como su propio cuerpo, su corazón y su alma le pertenece a esa mujer".

Tras decir esto Hamill se fue dejándola pensativa y al regresar a la sala vio a Ashraf muy instalado, la ve a ella con su cara confundida, toma el control y pregunta divertido:

—¿Puedo?

Ella se encogió de hombros en señal que podía hacer lo que quisiera, acaso ella podía opinar, ni siquiera contradecirlo y tampoco quería hacerlo.

Este día se había vuelto tan especial que solo deseaba que no terminara.

—Iré a mi habitación a descansar- indico ella a su vez

—Hazlo- concedió concentrando luego su atención en un partido de futbol que estaban dando en un canal.

Pasada cinco horas tocaron a la puerta y Ashraf entro y ella de súbito se incorporó en la cama. Él tenía en las manos ropa y le indico

—Mesick me trajo ropa pero necesito darme una ducha, podrías prestarme tu baño

—Enserio piensas quedarte hoy- hizo lo posible para que su voz sonara natural, incluso de molestia pero por dentro su corazón estaba que saltaba de alegría

—Si es enserio- apunto el con una sonrisa divertida.

—Ya sabes que es esa puerta puedes entrar yo mientras bajare por un vaso de leche caliente

Y salió huyendo rápido de allí, porque no estaba preparada a tanta intimidad entre ellos.

Tal parecía que habían decidido darse Un día de "Esposos". Al menos así lo veía y lo deseaba ella.


Hana; hacia la libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora