Hana; hacia la libertad.

CAPITULO 68 CALOR, BESOS Y LAGRIMAS

Ashraf salía del baño, Por Allah cuando necesitaba este hombre para bañarse, lo cierto es que olía riquísimo, pero la visión de su cuerpo semidesnudo, sus pectorales y el agua escurriendo aun por sus cabellos la dejo sin habla, " ciega, sorda y muda",

Solo cubría sus partes nobles con una toalla pero tuvo que obligarse a mirar hacia arriba, porque de pronto se estaba sintiendo muy acalorada y no era precisamente por la fiebre.

Ashraf le dirigió una mirada divertida viendo como ella se había sonrojado. Podría su Hana ser más inocente y al mismo tiempo ser tan deseable.

Sabía que detrás de la apariencia de esa mujer, se ocultaba una mujer apasionada que descubriría.

Solo que no sería en ese momento, pues apenas quiso acercársele ella salió rauda y presurosa de la habitación.

Al cabo de unos minutos Ashraf ya vestido apropiadamente fue a la sala y allí la encontró, tratando de centrar la atención en la televisión

Pero desde que lo prendió solo aparecieron escenas de parejas, dándose besos y prodigándose amor.

Avergonzada apago de inmediato el televisor

—Gracias por prestarme tu baño- dijo el con esa mirada picara que hacía que sus mejillas se tiñeran aún más de rojo.

—Okey iré yo a bañarme entonces- informo poniéndose de pie

—¿Qué quieres cenar?, pensé que podía pedir pizza y podíamos ver una película.

—Okey- acepto ella y se fue a su habitación lo más rápido que pudo.

Al llegar a su habitación se recostó en la puerta y trato de calmar los latidos salvajes de su corazón. ¡Qué hombre y que calor tenia.

Comieron pizza y gracias a Allah vieron una película de suspenso, que claro esta tenían sus escenitas de sexo, pero lo bueno fue que el no pareció notar su rubor y que desvía la mirada en esas escenas.

Cuando termino la película él fue y preparo un té que luego compartieron mientras compartieron una conversación, él le informo

—Hable con Anabel, le aclare que yo te había besado, que si había que buscar un culpable ese era yo

—¿Porque lo hiciste?-pregunto

—Porque no quiero que te sientas mal, pensando que todos van a odiarte

—¿Y ella como lo tomo?

—Supongo que deje de ser su "hermano", y es lógico, su lealtad debe ser para Vincent con quien se crio, la buena noticia para ti es que no le contara nada a él.

—De todas maneras ya Vincent y yo no tenemos una relación, no es justo que él se siga haciendo ilusiones cuando estoy casada contigo.

Ashraf se concentró en su mirada y descubrir en la profundidad de sus ojos si realmente Hana estaba enamorada verdaderamente de Vincent.

—Entonces es por eso que estas triste, que has llorado-pregunto dolido y al mismo tiempo molesto y no pudo evitar cuestionarle-es por eso que enfermaste, si no puedes estar con el ¡te enfermas.

Quería decirle la verdad, que en parte eso si la había deprimido, y es que ella era el tipo de persona que no sabía estar molesta con nadie, mucho menos pensar en decepcionar a alguien,

Decirle que la verdadera razón era su indecisión, por no atreverse a confesar su amor por él y sobre todo esos mensajes que había recibido.

Pero como siempre, se quedó callada, y quien calla otorga y pudo ver en los ojos de el decepción, dolor y rabia.

El momento mágico se había roto y lo lamento

Ashraf entonces poniéndose de pie le dijo:

—Es hora de dormir, si puedes darme unas frazadas dormiré en este cómodo sillón

—El cuarto que ocupaba Zully esta vació, puedes dormir allí-sugirió

—Esta bien, bien-acepto de inmediato- buenas noches Hana

—Buenas noches Ashraf.

Eran ya las 3 de la mañana y Hana no había podido pegar un ojo, su ansiedad fue en aumento, pero no es porque se sintiera enferma o preocupada, era un sentimiento y una sensación muy diferente, tenía unos deseos locos de ver a Ashraf, razón por la cual salió de su cama y fue a buscarlo en el cuarto de Zully.

Una vez allí estuvo allí dudo entre entrar o no, si estaba despierto, si la veía, si la besaba que podía ocurrir. Era mucho arriesgarse, pero no lo podía evitar, así que abrió la puerta con mucho cuidado y sigilo penetro en la habitación y lo vio completamente dormido y se recreó en aquel rostro apacible, hermoso, que trasmitía tanta paz y que ella amaba tanto.

Se sentó al borde la cama y no pudo evitar pasar su mano por el rostro masculino, quería grabarse cada rasgo, sentir la tibieza de su piel y sentir su boca, por lo que fue ella quien esta vez busco sus labios y deposito un beso suave en ellos. Pronto se dio cuenta de su osadía y se apresuró a salir de allí. Si corazón latiendo a mil por hora.

Lo que ella no se dio cuenta es que él había sentido esos labios dulces, suaves y apasionados en su boca y despertó llevando su mano a sus labios y revivir ese beso que era el anhelo más escondido de su corazón.

Llego a la cocina y decidió calentar un poco de leche, esperando poder dormir, Pero al estar en la despensa sintió unos pasos detrás de ella, no estaba sola, Ashraf estaba allí.

Quería que todo fuese un sueño, la vergüenza no le permitiría mirarlo a los ojos.

—¿Porque me besaste?- pregunto el

Ella se volvió y enmudeció, que podía decirle, no estaba preparada para abrir y descubrir aun sus sentimientos

Él se acercó a ella y con voz gutural y muy seria le hizo saber su posición

—Si me besaste porque en verdad me quieres Hana-pregunto anhelando su respuesta- entonces te besare de nuevo y que pase lo que tenga que pasar pero si por el contrario tu corazón sigue teniendo dudas entre Vincent y yo respetare tus sentimientos y te daré espacio.

Que estas esperando para decírselo, se cuestionó ella, dile que te bese una y otra vez, pero recordó aquellas palabras duras en la grabación:

"Me vengare la afrenta que me hizo, restableceré mi orgullo, la hare volver y la encerrare para siempre, Hana Caliskan no tiene ni idea de quién soy y lo que puedo hacer para lavar mi honor"

Así que su corazón esta vez fue vencido por el temor aun a entregar todo de ella y ser decepcionada, recordó también el mensajes sobre las claras intenciones de anular su matrimonio y eso pasaría si ella se entregaba a él, así que no podía bajo ningún concepto bajar la guardia con Ashraf.

—Aun no me siento preparada, lo siento.

Y paso por su lado sin mirarlo, sin detenerse a refugiarse de nuevo en su cuarto donde se permitió el desahogo que sus lágrimas le producían y lloro tanto y su corazón dolía tanto, que finalmente exhausta se pudo quedar dormida.

Afuera del otro lado de la puerta estaba Ashraf quien se debatía hace rato en entrar o no, escucho su llanto y deseo más que nada en el mundo arroparla en sus brazos y consolarla, pero el pensar que ella estaba así por Vincent lo lleno de impotencia y de celos.

Ahora él era quien debía tomar una decisión alejarse de Hana y dejarla ser feliz o seguir esperando conquistar su amor, su corazón y revivir la experiencia de aquel primer amor en su vida que había sido su mayor y dolorosa desilusión.