Zurie y la casa embrujada

Capítulo 2

-Una araña- contestó.
-Dios, Norah, me has asustado- le dijo Danna.
-¿Y por eso has gritado?¿Por una arañita?- ironizó Zack.
Norah asintió con la cabeza.
-Oye tú, escúchame, vale que tengas un mal día pero deja de jodérnoslo a los demás. Si estás cabreado no lo pages con nosotros ¿vale?- le dijo Desire.
-Yo no tengo un mal día, pero gritar por una araña no es normal.
-Tu estás cabreado todo el día y no te decimos nada- añadió Gala.
-Si que lo hacéis.
-Bueno sí...venga cállate un rato.
Los demás observaban la discusión en silencio.
-Chicos mirad esto- les dijo se repente Danna.
A lo que Danna se refería era que había un gran cuadro, un retrato de una mujer.
-¿Quién es ésa?- preguntó Norah retoricamente.
-Puede que fuera la antigua dueña, o al menos la primera que hubo- supuso Louis.
-No me gusta el cuadro, es demasiado diabólico- opinó Desire.
-¿Por qué dices éso?- le preguntó la pelirroja.
-Su sonrisa es muy... no sé, simplemente no me agrada- aclaró.
Gala apuntó con la linterna de su móvil hacia la derecha del cuadro y todos pudieron ver otro retrato, ésta vez de un hombre.
Hizo lo mismo y siguió apuntando con la linterna hasta dar con más de diez cuadros, todos ellos retratos.
-Familia numerosa- bromeó Norah.
-Parece ser que sí jajajaja- rió Gala.
-Pues da mal rollo- añadió Gala.-Zack ¿Qué haces?
-Subir las escaleras- le respondió completamente seguro.
-Te acompaño.
-No Gala, éstate quieta- le pidió su hermana.
-Danna, tengo trece años, sé que quieres cuidar de mi pero ya soy mayorcita y...
-Vale, vale sube- le interrumpió.
No le apetecía tener una discusión.
-Yo voy a ver la cocina, Desi ¿me acompañas?- dijo Norah.
-Claro.
Entonces Louis y Danna se quedaron a solas en el gran salón.
Era un momento incómodo, sobretodo para la chica ya que quedarse con él no le apetecía mucho.
Los dos andaban algo desorientados, sin saber a dónde ir, qué hacer o qué decir.
-¡Danna cuidado!
Un espejo cayó sobre el suelo, rompiéndose en mil pedazos.
-¿De dónde ha salido el espejo?-dijo Louis asombrado.
-No lo sé pero casi me cae encima.
-Para lo lenta que eres, ésta vez la capacidad de correr ha sido flipante- bromeó Louis.
-Muy gracioso- ironizó Danna.
En el suelo estaban esparcidos centenas de trozitos de cristal, los chicos debían andar con cuidado para no cortarse, pése a los zapatos.
-Vamos arriba- propuso Louis.- A ver que hacen Zack y tu hermana.
Ella estuvo de acuerdo y la pareja se dispuso a subir las largas escaleras de caracol.
-Shhhhh- le mandó silenciar Danna.
-¿Qué pasa?
-Calla, ¿no has oído esa música?
-¿Qué música?
-Esa que estaba sonando hace unos segundos, una infantil, como de niños.
-Danna estás delirando.
-Te digo que no, he escuchado una música te lo juro.
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Un beso.