Esa misma noche los hermanos acompañaron a Frank al aeropuerto quien compró con el poco dinero que le quedaba el primer vuelo de regreso a los Estados Unidos.
Después de varías horas eternas esperando finalmente llegó el momento de abordar.
Se despidió de los hermanos con un fuerte abrazo. Gerard le dio un beso y Frank quiso que el tiempo se detuviera paras siempre pues ese beso podía ser el último.
Oh no, de nuevo lagrimas escurrían por sus mejillas.
–No llores ¿de acuerdo?–le dijo Gerard limpiando sus lagrimas con su pulgar—Te veré en casa.
–¿Lo prometes?
–Lo prometo–respondió al fin Gerard. Esperando poder cumplir su promesa y reunirse con Frank lo más pronto posible.
Frank subió al avión.
Se sentía más solo que nunca. Iba a extrañar demasiado a los chicos, en especial a Gerard quien amaba con toda su alma. Finalmente había encontrado su lugar en el mundo, personas que lo apreciaban de verdad y esa felicidad solo duró unos instantes.
Estaba tratando de convencerse de que era lo correcto. A Gerard y Mickey ya les habían echado el ojo para hacerlos parte de su clan y no es como que tuvieran otra opción. Lindsey dijo que cuidaría de ellos y que con suerte se volverían parte del círculo privado de Plutarch y podrían averiguar más cosas. Ademas, si lograban ascender de rango eso significaría que tendrían mas libertades y en algún punto podrían volver a encontrarse...solo esperaba que Frank no estuviera muy viejo para ese entonces, o muerto.
Aún no cerraban las puertas del avión cuando una sobrecargo vestida de azul se acercó a él.
–Perdona ¿eres Frank Iero?–le preguntó la mujer y él asintió–Tienes que venir conmigo, hubo un problema con tu pasaporte.
–¿Qué clase de problema?—respondió preocupado.
–Te explicarán todo en recepción.
Se puso de pie y siguió a la sobrecargo por el pasillo hasta la puerta. Ella salió por el andador de regreso al aeropuerto pero se detuvo al ver que Frank se había quedado parado en la puerta del avión.
–¿Pasa algo malo?–preguntó al verlo ahí parado.
–Es solo que no debería bajar del avión...—sabía que no debía estar solo hasta llegar a New Jersey.
–Tienes que venir conmigo–dijo ella en un tono más exigente.
–Regresaré a mi asiento...–Estaba a punto de darse la vuelta cuando la chica lo tomó fuertemente por el brazo.
–Tu no vas a ningún lado–exclamó ella con los colmillos afuera.
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Dos capítulos cortos por la tardanza <3
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El Vampiro de la Calle 37
Teen Fiction"-¿Tú crees en el destino?-preguntó Gerard. Frank no supo que responder.-Hace unos cien años yo habría dicho que no, pero tú eres la prueba de que estaba equivocado". Frank es un chico solitario, un día asiste a una fiesta con la intención de hacer...