único.

2.1K 146 24
                                    

valentín sabe que está mal lo que está haciendo, que es incorrecto y que probablemente va a terminar peor pero no puede hacer nada para frenarlo.

las manos le transpiran y se arregl para limpiarselas como puede en sus piernas. siente que el corazón se le va a escapar en cualquier momento por lo mucho que le late; no logra distinguir si es por el esfuerzo que está haciendo, por los nervios de ser encontrado a mitad del acto o por ambas opciones.

al principio estaba aburrido, tirado sobre la cama de agustín en la habitación que compartían por la sub20. pensó en dormir la siesta e incluso lo intentó pero no pudo hacerlo, así que se dedicó a crear escenarios ficticios en su cabeza.

no eran sobre ninguna persona en particular, solo era él y una figura masculina a la que no le veía la cara –aunque tampoco le importaba– pero lo hacía sentir lo suficientemente bien y como para hacerlo llorar en su imaginación y calentarlo.

quizás pasó mucho tiempo pensando en esas cosas porque cuando se quiso acordar y salir de su ensoñación, su entrepierna estaba lo suficientemente mojada como para lograr que su ropa interior se pegara en su vagina.

maldijo por unos segundos y pensó en cosas feas para intentar bajar su calentura pero nada ayudó, la molestia estaba acumulada en la parte baja de su abdomen y su interior se apretaba en ocasiones con el deseo de ser aliviado.

eso lo había llevado a quitarse el pantalón, el boxer y la remera, quedando desnudo y la almohada de su mejor amigo entre las piernas.

se sentía asqueroso porque estaba usando justo la de agustín, donde apoyaba su cabeza y que aún tenía olor al shampoo del chico que se acostaba con el pelo mojado e impregnaba la tela con el aroma a sus productos de ducha.

se sentía asqueroso porque no podía parar y cada vez se movía con más fuerza, importandole poco que alguien pudiera entrar por la puerta y pudiera verlo frotándose con desesperación.

y de hecho, sucedió.

la puerta se abrió y dejó ver a un agustín sonriente al que pronto se le borró la expresión de felicidad por una mueca atónita. el chico cerró la puerta con fuerza y la trabó detrás suyo.

—¿qué carajo estas haciendo, valentín? —le pregunta.

barco ahora no se sentía tan valiente, un escalofrío le recorrió la espalda y se quedó completamente rígido, con las manos en la masa.

—nada... tipo, yo... —intenta hablar y justificarse. nada sale de su boca, se queda mirando a su amigo con vergüenza y sintiendo como sus cachetes hirven, aunque no sabe si está rojo por el esfuerzo o la pena de que lo haya encontrado.

giay baja la mirada de los ojos contrarios y la dirije a las piernas de valentín. se espera ver un pene pero se lleva una sorpresa cuando descubre que no tiene eso.

—¿tenés concha? —pregunta. lo hace de manera brusca y el colorado grita su nombre con vergüenza, estirandose para tomar la remera que se quitó y de esa forma taparse el regazo.

ambos chicos se miran con incomodidad.

valentín solo puede pensar en que seguramente giay cree que es un degenerado y que no quiere volver a verlo nunca más en su vida, y quizás con justo motivo por utilizar su cama.

giay por su parte siente curiosidad en saber por qué valentín tiene una vagina, en por qué le ocultó esto y si no le tenía la suficiente confianza para decírselo o simplemente era algo de lo que el pecoso no quería hablar.

—valen... —lo llama en voz baja, humedeciendose los labios. los sentía tan resecos como si no hubiese tomado una gota de agua durante días.

—¿qué? —le cuestiona el chico, apartando la mirada de su mejor amigo.

enseñanza 𔓘 gialen (a. giay x v. barco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora