↝ Cap 02

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Ya había acomodado su ropa, como él dijo: no era mucha; solo tres camisas y tres pantalones, además de dos pares de medias y, bueno, su ropa interior de toda la semana. Como mucho debió tardar unos 3 a 5 minutos, y, como le sobro espacio, también metió su maleta allí.

Se levanto del suelo, viendo con orgullo su trabajo. Era la primera vez que ordenaba su ropa, se sentía como un chico grande al comprobar que podía hacerlo por si mismo. Lastima su sentir se esfumo al voltear a ver el resto del closet que, aunque si que estaba limpio, la ropa del ruso estaba sin doblar y tirada en cualquier lugar.
El niño es un poco obsesivo compulsivo con la limpieza (heredado de su padre seguramente), le daba piquiña ver como su pequeña parte del closet estaba totalmente ordenada a comparación del resto del mueble. Sin siquiera preguntar, comenzó a ordenar la ropa del mayor.
Sacando la ropa en puños (pues así ya estaba), la doblaba con dificultad, puesto era casi el triple que la suya, y la organizaba en grupos dependiendo del tipo de prenda, la tela y la situación en la que se necesitan. 

El Bicolor de Hoz y Martillo, que fue a tomar un poco de agua, notó que su nuevo acompañante tardaba mucho; ya habían pasado más de 20 minutos, así que pensó que tal vez al niño se lo había llevado el coco.
Al ir a ver como estaba el menor, se encontró que su closet tenía una mejor pinta de la que nunca había tenido. Jamás nadie le doblo la ropa ni le enseño a hacerlo, así que era la primera vez que lo veía ordenado.

Wow... Gracias... No tenias que hacerlo... — Mascullo, acercando su mano a la cabeza del alemán, dando unos toque suaves.

Sin ninguna necesidad de mencionarlo, sabemos la reacción del europeo: Alejándose del ruso rápidamente, huyó de las caricias, asustado de que estuviese enojado por tocar sus cosas sin permiso.

P-Perdón, Señor! No volveré a tocar sus cosas sin permiso! — Dio una reverencia, esperando un castigo, de seguro un golpe a como solía hacer su padre.

Jaja, no me digas señor, soy Rusia... Y, relájate, gracias por ordenar el closet — Volvió a hacer las caricias de antes, sin percatarse que el menor lloraba un poco.

Alemania pensaba que en cualquier momento le golpearía. Tener un padre bipolar como fue el suyo no deja buenos recuerdos.. Podía estarle mimando y en cuestión de segundos golpearle y gritarle. Simplemente pensaba que el eslavo haría lo mismo y no sabría el momento exacto de cuando lo haría.

No dejo de hacer la reverencia, temblaba y evitaba sollozar. Algo torpe, el mayor no lo notó, dejando las caricias al poco tiempo, dirigiéndose de nuevo a la salida de la habitación.

Ya casi es hora de cenar... Hay algo que te gustaría comer? Así recompensare tu esfuerzo

No hubo respuesta, por lo cual se acercó de nuevo. Apunto de tocar las mejillas del germánico, este terminó la reverencia y volvió a seguir acomodando la ropa, contestando:

Escoja usted la cena... Solo le advierto que soy intolerante a la lactosa

Sin decir nada se fue, parecía mejor dejar al infante solo y que hiciese lo que quisiera, ya lo volvería a ver a la hora de la cena y podría hablar un rato con él. Entendía que se sentía ser separado de la familia, dejado a su suerte y sin saber cuando volvería a ver a los que ama, estar en un lugar desconocido rodeado de gente que parece la peor del mundo y los pensamientos tristes de todos los días que asechan a toda hora.

Estuvo unos momentos parado viendo a la nada frente al mesón de la cocina, sin pensar nada en particular, solo que tendría que hacer al día siguiente o como jugar ping pong con una cucaracha.
Ya al rato, hizo la cena; algo simple y común: Sándwich de jamón, queso, aderezo y huevo.

¡Oye tu! ¡Niño finolis! ¡Ya esta la cena! — Llamó Rusia ante el desconocimiento del nombre del chiquillo.

Escuchó pasos, así que no tuvo que ir a buscarlo, ya al poco tiempo estaba frente a él.

Mi nombre es Alemania, Señor Rusia — Parecía un poco molesto, aunque al ruso le daba ternura su cara de enojo.

Bien bien, niño finolis, ya es hora de comer — Lo molestaría un poco más, en parte, su cara le recordaba a la de su hermano cuando también se enojaba, quería ver más de eso.

El alemán no hizo nada más que aumentar su cara de molestia, tomando su plato y sentándose en la mesa. Antes de comer, hizo una oración pidiendo ver a su hermano pronto.
Al frente, se sentó su 'cuidador', esperando que termine su oración para hartar junto al europeo.






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A que no se esperaban dos actualizaciones en un día?😼

Ahora si no actualizo hasta mañana o dentro de una semana o un mes. Tchao Tchao ˋ( ° ▽、° ) 

Atte: YacasiseextingueDisney

❞ 𝓟𝓮𝓵𝓾𝓬𝓱𝓮 ❞ || Countryhumans (Alemania Oriental × Rusia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora