one shots|| selección & liga mx

flor morada|| kevin alvarez

Y baila lento flor morada, que me recuerdas a mi amada.

Dejar el que fue tu hogar por más de quince años, dejar tu ciudad, tu equipo, tus amigos, tus instalaciones. Lo dejé todo por superarme.

Pero sin duda, dejarla a ella atrás había sido lo más difícil que había hecho en mi vida. Y dolía, quemaba por dentro.

Aún recordaba a la perfección aquella conversación.

—Kevin, por favor entiéndeme.—mi novia suplicaba que la escuchara, pero yo no podía hacerlo, ¿como esperaba que reaccionara cuando me pedía terminar?

—No. Simplemente...

—¡Kevin! No puedo irme y dejarlo todo atrás, entiéndeme.—sus ojos se llenaron de lágrimas mientras buscaba mi mirada.

—Claro que puedes hacerlo, conmigo no te faltará nada. ¡Nada! Todo lo mío es tuyo y lo sabes.—exclamé molesto.

—¡KEVIN! No puedo dejar la universidad, estoy a nada de terminar, no puedo dejar mi trabajo, tú sabes cuánto me costo que me aceptaran, no puedo dejar a mi familia. ¡Entiéndeme por favor!.—sollozo con fuerzas provocando que su pecho comenzara a subir y bajar de manera errática.

—No puedo. Si me amaras lo dejarías todo por mi.—masculle enojado.

—No digas eso. Te amo, claro que te amo con todo mi ser.

—¡Entonces vámonos! Vente conmigo.—grite.

—No puedo. No lo haré Kev.—su voz temblorosa salió en un hilo y sus grandes ojos llenos de lágrimas me miraban suplicantes.

—Entonces supongo que no me amas lo suficiente.—y con eso termine por darme la vuelta y salir de su casa dejando atrás no solo mi vida pasada, si no a mi más grande amor.

Y fue difícil, tener que diario enfrentar un nuevo día, adaptarme a un nuevo equipo y una nueva ciudad, aceptar que esta era mi realidad ahora fue lo único que lograba mantenerme con un poco más de estabilidad.

Todos me habían recibido muy bien, los jugadores me abrazaron de inmediato y me hicieron sentir bienvenido, todo eso hizo más fácil mi estancia en esta gran ciudad.

Hice una relación amistosa con todos, pero fue Brian Rodríguez con el cual conecte más rápido, comencé a llevarme con el y fue de la manera que logré adaptarme un poco más rápido a la ciudad.

También ambos comenzamos a salir q distintos lugares siempre que teníamos la oportunidad, me llevo a conocer algunos de sus lugares favoritos en la cdmx y estos incluían restaurantes caros y antros.

Y justo ahí nos encontrábamos en estos momentos, aprovechando nuestra semana libre antes de que se retomara la temporada regular vinimos a uno de sus antros favoritos, un lugar caro y exclusivo en donde la música sonaba fuerte y el alcohol no paraba de entrar en mi organismo.

Ya llevaba bastantes tragos encima, tantos que no me había dado cuenta en que momento unas mujeres habían subido a nuestro reservado y tampoco me había percatado de en qué momento una castaña se sentó en mi regazo y comenzó a bailar.