Único

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Aquí yo otra vez escribiendo Pedri bottom, no puede ser. :b

Bueno, si puede.

(Leer las advertencías de la descripción antes de continuar con la lectura, gracias. Xoxo.) 💓

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Hace oficialmente siete meses, la pareja enlazada de alfa y omega recibió la noticía más hermosa y emocionante de sus vidas; Pedri estaba esperando no uno, sino que dos bebés.

El embarazo de Pedro fue inesperado, pues ellos no buscaron a los cachorros realmente. Eran jóvenes. Pedro apenas tenía 21 y ferran 23. Todo se debió a un descuido en el celo del alfa.

Pero definitivamente nunca agradecieron tanto descuidarse; fue lo mejor que les pudo haber pasado.

Ambos estaban totalmente emociónados por la llegada de sus dos cachorritas, que por cierto, son dos niñas. No aguantaban más sin tenerlas en sus brazos.

Por la parte de Ferran, no había cambiado mucho por el embarazo de su omega, simplemente se puso el doble de protector y posesivo. Y mucho más amoroso de lo que era. Pedri la verdad no podía pedir un alfa mejor, Torres era el ejemplar.

Pero por parte del embarazado, o sea Pedro, la verdad es que todo cambio obviamente.

El chico en sus primeros meses fue atacado por las nauseas que no lo dejaban en paz, incluso había perdido la cuenta de las veces que vomitó encima de Ferran para luego llorar por horas avergonzado, siendo consolado claramente por el que era vomitado.

Luego en su segunda parte del embarazo, la cual estaba viviendo a medias ya que ahora estaba entre la segunda y tercera, fue todo un caós.

Las hormonas se revoluciónaron y los cambios de humor atroces que el Tenerifeño sufría aterraban al alfa. Por un momento el omega estaba enojado y a los minutos estaba mimoso, luego se ponía cachondo y mientras follaban se largaba a llorar. Ferran a veces no entendía y sufría.

También estaban los antojos, y vaya, Ferran enserio no podía odiarlos tanto. El alfa no sabe cuantas veces salió de la casa a las dos de la mañana para ir a una tienda a comprar comidas demasiado extrañas y asquerosas. Pero Pedro las disfrutaba mucho, entonces valía la pena.

Y por último pero no menos importante, los cambios en el cuerpo del Canario. El cuerpo del chico había cambiado mucho; quizás demasiado.

Su delgada y esbelta figura ya no existía, claro que no. Ahora tenía un enorme y redondito vientre el cual era adorable, sus caderas estaban más anchas, sus muslos estaban regordetes, su culo también había crecido -Ferran definitivamente se lo agradecía a dios cada noche- y por último, sus pechos.

Sus enormes y rellenos pechos.

Pedri ya no contaba con su pecho plano el cual simplemente tenía sus rosados pezones, no, ahora tenía dos enormes bolas de grasa, las cuales estaban rellenas de leche para amamantar.

Al omega no le gustaban mucho ya que a su parecer el pecho le había crecido más de lo que debía, pero a su alfa le volvía loco, totalmente loco.

Ferran no podía evitar calentarse cada vez que veía a su hermoso omega con esas deliciosas tetas colgar; le excitaba tanto que no podía controlarse. Gracias a eso andaba con una erección casi todo el día,  y Pedro estaba tan en la suya que casi nunca se daba cuenta.

Y para su mala suerte, desde los tres meses de embarazo del menor el obstetra les había prohibido el sexo en su totalidad. Por lo que Torres era un pobre alfa frustrado que vivía a base de pajas.

Pechos | Ferran x PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora