15.

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Pedro Gonzales

Aún no estaba preparado mentalmente para jugar el partido para jugar los octavos de final, en este partido se jugaba toda su estancia en Qatar.

Había despertado una hora antes de que su alarma sonara, está nervioso, muy ansioso y su único remedio fue abrazarse al pecho de su novio.

Disfrutando la piel desnuda del pecho de su novio en su rostro y su corazón latiendo tranquilo.

Apago su alarma pero siempre estaba pendiente de la hora que les tocaba bajar, estuvo abrazándolo pensando en todo.

Tenían que ganar a Marruecos para clasificar a cuartos, sabía que no eran rivales fáciles, habían sido la sorpresa del mundial y necesitaban ganar.

Cuando vio la hora en su celular vio que ya era hora y se separó del pecho de Pablo y lo sacudió levemente.

—Pablo, ya levántate— le dijo Pedri.

—¿mhm?— pregunto aún adormilado el sevillano.

—que ya te tienes que levantar mi amor— le animo Pedri dándole un beso en su frente.

—noo, todavía tengo sueño— se quejó y jalo al canario para abrazarlo.

—corre que tenemos que bajar— dijo abrazándolo y sintió la sonrisa de su novio en su cuello.

—no quiero— Pedri se separó de el y besó su cuello.

—venga, que al final se nos hace tarde— escucho al sevillano quejarse y tomo sus cosas para meter ese al baño. —no te duermas ya— le grito antes de cerrar la puerta del baño.

Régulo la temperatura del agua y se metió, intento relajarse por lo nervioso que estaba, se había despertado así y no había logrado calmarse.

Había intentado respiraciones, masajes, nada.

Cuando estuvo listo salió y le indicó a Pablo que ya podía pasar a bañarse, el sevillano le dio un piquito en los labios y se metió a duchar.

Cuando salió ya vestido con una sonrisa lo atrajo hacia el y se besaron con calma, el sevillano empujó al canario en un sillón y se sentó en sus piernas.

Estuvieron un rato más, las manos traviesas de Pablo se colaron por debajo de la camisa de Pedri y el canario gimió por el toque, hasta que escucharon el celular de Pedri vibrando.

—joder— se quejó Pablo molesto y Pedri se limitó a reír y tomar su celular.

—¿que pasa?— pregunto el canario.

—¡chicos! ¿Que esperáis, faltan 5 minutos para el desayuno?— escucharon a Morata gritar a través de la bocina.

—si, su ya vamos— le dijo Pedri.

—que exagerado y molesto— el canario negó divertido mirándolo y besó su mejilla.

—vamos— lo jalo y caminaron para bajar al desayuno.

Desayunaron algo diferente ese día, algo que le agrado porque ese desayuno le gusto mucho más que los otros.

—chicos, necesito que estén relajados, tienes 2 hora libres antes de ver película— les indico Luis Enrique.

—¿que quieres hacer?— pregunto el canario.

—no se, podemos ir por una bebida energética, de esas del chico de la barra— sugirió Pablo.

—vale— asintio Pedri y caminaron platicando de cosas variadas en lo que llegaban.

Se sentaron en la barra y ambos pidieron un suero, porque querían dormir la siesta después, estuvieron platicando en la barra y con el chicos de ahí que no le entendían nada de lo que hablaban pero con su poco inglés lograron platicar.

EfímeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora