Una semana había pasado desde aquel inesperado atentado, vincenzo ya hace algunos días había despertado, macao por otro lado ya estaba un poco más tranquilo, hace algunos días su hermano Vegas y Pete, habían venido a ver a vincenzo.Su visita fue muy reconfortante para Macao, el amaba a su hermano y a su cuñado y ni decir cuánto amaba a su sobrino, pero de tanto amor, quien se llevaba la mejor parte era Vincenzo, se puede decir qué el cambio por completo a Macao, bueno obviamente para bien.
Macao solo pedía que Vincenzo se recuperará por completó y pudieran los dos volver a casa, justo en estos días fue su aniversario, pero paso lo de Vincenzo y nisiquiera pudieron celebrarlo, pero para Macao era más que suficiente que Vincenzo se recuperará.
Macao entró en la habitación de Vincenzo, viendo cómo esté le recibía con una gran sonrisa, lo que más apreciaba Macao, era esa hermosa sonrisa que Vincenzo siempre le brindaba.
Vincenzo con su mano derecha le hizo seña a Macao para que se acercara a él, después de que Macao estuvo frente a el, lo tomo del rostro y acercó sus labios, a los de él, y así unirlos en un beso, tan profundo y satisfactorio, desde que Vincenzo se había despertado no se habían nisiquiera tocado.
Al separarse del besó, Vincenzo abrazo con gran fuerza a Macao, el no tenía palabras para expresar cuanto le hacía falta, besar o tocar a Macao, ese abrazo se sentía tan acojedor, tan hermoso ese gran momento después de varios días sin sentir su tacto.
Vincenzo tomo a Macao del brazo y lo hizo acostarse al lado de él en la cama de hospital, los dos se veían tan lindos abrazados y tan juntos, Vincenzo se sentía muchísimo mejor, después de abrazar a Macao.
—Extrañe tocarte y besarte—confeso Vincenzo apegándose más a Macao y besando su mejilla.
—Yo también extrañe estar así contigo—dijo Macao dejando salir una lágrima.
Vincenzo inmediatamente secó esa lagrima, no podía ver a Macao triste, eso era lo que menos quería ver en est momento.
—Realmente estaba asustado, creí que te perdería, y que no te volvería a ver más nunca, sentía miedo de perderte, de que después de esos balazos terminarás muriendo y me dejaras con él dolor—confeso Macao dejándo caer sobre sus mejillas más lágrimas.
—Por favor, no llores, no soportó verte llorar—Dijo secando las lágrimas de Macao.—Realmente lo siento mucho, por hacerte pasar por esta tristeza.
—No te disculpes, tú no hiciste nada malo, gracias a ti estoy a salvó—hablo Macao besando a Vincenzo en los labios.
—Macao, de verdad, te amó muchísimo, eres lo mejor que tengo en mi vida y lo mejor que me a pasado fue conocerte—informo Vincenzo tomando a Macao de las manos.
—En este día te digo lo mismo, vin, yo te amo, eres más que especial para mí, gracias a ti sane heridas del pasado y eres lo mejor que me a pasado—aclaro Macao mirando fijamente a Vincenzo, conectando hermosamente sus miradas.
Mientras los dos estaban en su propio mundo, entró la enfermera, se acercó a ellos, los dos al ver a la enfermera dejaron de mirarse y le prestaron atención a la enfermera.
—Disculpe que pregunté, pero ¿ustedes son pareja?—pregunto la enfermera inyectando el medicamento correspondiente en el suero.
—Si, somos pareja—Respondio Vincenzo a la enfermera.
—Se ven muy lindos juntos—dijo la enfermera con una sonrisa.
—Gracias—agradecio Macao esta vez.
—Bueno ya inyecte el medicamento, entonces me retiró—informo la enfermera.
Vincenzo y Macao vieron como la enfermara salía de la habitación, dejándolos completamente solos, los dos se acomodaron en la pequeña cama, Macao quedó arrecostando la cabeza en el pecho de Vincenzo.
—Vin—llamo Macao tratando de obtener la atención de Vincenzo.
—Dime cariño—hablo Vincenzo después de escuchar a Macao.
—¿Ya te dijeron cuando saldrás de aquí?—pregunto Macao haciendo círculos con su dedo en el pecho de Vincenzo.
—Si, saldré pasado mañana, según el médico ya estoy bien,—respondio Vincenzo a la pregunta de Macao, sobando así su Sueve cabello.
Los dos se quedaron después de un rato se quedaron dormidos, los dos la noche anterior ni habían podido dormir bien, por eso el sueño no dudó en ganarles.
[✨]
—Vin ya por fin saliste del hospital—dijo Macao lleno de alegría.
—Ya por fin, podremos usar una cama más cómoda, sabes que tengo semanas sin tocarte como es debido—vincenzo sonrió al ver lo sonrojado que estaba Macao.
—Por que dices eso—dijo Macao un poco tímido.
—¿Por que estás tímido, si ya lo hemos hecho antes, muchas veces?—pregunto Vincenzo tratando de avergonzar a Macao.
—Ya no digas más, si quieres tenerme esta noche—Hablo Macao haciendo que Vincenzo inmediatamente guardará silencio.
—No hablaré más sólamente por que deseó tenerte esta noche—confeso Vincenzo abrazando a Macao.
Vincenzo llevó de la mano a Macao a la cocina, lo sentó en unas sillas que habían en la cocina y le ofreció prepararle una rica cena.
Macao inmediatamente acepto, nunca rechazaría una comida hecha por Vincenzo, Vincenzo cocinaba riquísima, su sason era maravilloso, se podía sentir vida en la comida, el olor y el sabor eran perfectas.
Vincenzo, empezó a buscar en la nevera y en la despensa para ver qué había, por suerte si habían ingredientes para prepar el plato favorito de Macao, comenzó a preparar aquél plato, dejándo que sus habilidades culinarias se desarrollaran.
Después de un rato Vincenzo terminó la cena, la colocó en la mesa, Macao se sentó en una de las sillas enfrenté de Vincenzo, los dos comían mientras se miraban, Vincenzo no aguantaba las ganas de terminar de cenar para poder ir a la habitación con Macao.
Macao, también hacía el intentó de terminar pronto, él extrañaba los toques de Vincenzo, extrañaba sentir a Vincenzo dentro de él.
Después de que ambos terminarán de cenar, los dos lavaron los platos, y limpiaron la cocina y la mesa, luego de eso, Vincenzo tomó a Macao de la mano y lo llevó a la habitación, donde ambos entraron al baño, querían tomar una ducha juntos, perfecto momento para toquetearse.
Al entrar en la ducha, Vincenzo al ser más alto que Macao, abrió la regadera del agua, y dejó que el agua recorriera sus cuerpos, Vincenzo inmediatamente tomó a Macao del rostro, y unió sus labios en un beso, un beso largo, lleno de necesidad y lujuria, ambos habían esperado este momento por un buen tiempo.
CONTINUARON TOQUETEANDOSE, BESÁNDOSE, Y ALIMENTANDO SUS NECESIDADES. LUEGO QUE SALIERON DEL BAÑO AMBOS SE COLOCARON EL PIYAMA Y SE ACOSTARON EN LA CAMA, PARA ASI PODER DORMIR.
Hasta aquí el capítulo de hoy, en serio disculpenme por durar tantos meses sin actualizar, estaba un poco ocupada.
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Nos seguimos leyendo...
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cómo te conocí (Vincenzomacao)
DiversosEl amor no tiene límite y menos edad, no debemos obligarnos a dejar de amar a alguien solo por qué sea mayor/menor que no nosotros, el amor es algo que se siente y por eso algo tan insignificante como la edad no debería quitarnoslo.