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30 de diciembre, Londres.
Seis días después.

Me acomodo en el asiento más cercano a la baranda, el palco está casi vacío así que no batallo con encontrar lugar. Vine a ver el partido de Lisandro, aunque entre nosotros está todo mal. No me sale hablarle como si estuviera todo bien desde que me dejó plantada en Navidad. Estuve hasta las diez de la noche sola, ni siquiera me gasté en cocinar porque no iba a esperarlo con la comida después de que ni se dignó a avisarme. Volvió recién después  de que vi la historia de Muri, se ve que le avisó que la vi y Lisandro se apuró en volver para excusarse.

Hoy vine de onda nomás porque es su último partido antes de que termine el año, pero sinceramente no tengo ganas de estar acá. Encima se enfrentan con el Chelsea, Enzo debe andar por ahí nomás. Con él tampoco volví a hablar, desde que se fue de casa enojado no se apareció más en mi vida. Por suerte. Aunque tampoco me avisó si le pagó a Yanina o no, pero asumo que sí.

El partido arrancó hace media hora, pero por ahora van 0-0. Lo veo estando media en las nubes, como que estuve muy mal estos días por lo de la foto, la gente diciendo que Enzo me tenía ganas por como me miraba, por si Ailen vio a Enzo salir del sótano y por lo de Lisandro con Muri. Estos últimos sé que son mejores amigos hace años y no me jode su relación, pero ni me avisó y me dejó colgada todo el día por estar con ella. Hay cosas que no me van.

El grito de la gente me hace prestar atención a la cancha para ver por qué se alteran. Lo veo a Enzo con la pelota yendo a las chapas hacia el arco del United, pero no solo esto, sino que el arquero dejó despejado el arco para subir. Uh, lo van a matar si Enzo llega a hacer gol. Los gritos del público del United se suman cuando aparece Lisandro corriendo en dirección a Enzo, va con intenciones de barrerlo y es lo que termina haciendo. En varios movimientos rápidos, el que termina en el piso junto con el arquero es Lisandro. Todos en la tribuna se ponen de pie y se para el partido después del pitido del silbato del árbitro al ver que mi novio no se levanta, está hecho bolita en el piso agarrándose el pie.

 Todos en la tribuna se ponen de pie y se para el partido después del pitido del silbato del árbitro al ver que mi novio no se levanta, está hecho bolita en el piso agarrándose el pie

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Los del United se acercan a él, del Chelsea solo va Enzo para ver si está bien. Son compañeros en la selección, se conocen, así que tiene que asegurarse de que no lo lastimó.

Veo que en la tribuna dos fanáticos rivales se ponen a discutir, pero no me entretengo demasiado para volver la vista a la cancha. Enzo le extiende la mano a Lisandro para ayudarlo a ponerse de pie, pero este se para solo y lo primero que hace es pechearlo.

Uh, la puta madre.

Siento que Enzo está por seguirle el jueguito de la pelea, pero lo agarra de la cabeza y le despeina el cabello con una sonrisa en la cara. Después se tapa la boca con la mano y le dice algo que claramente nadie escucha ni distingue.
Lisandro le da otro empujón para que no lo toque, pero deja de querer buscarle pelea. No sé qué le habrá dicho Enzo, pero se arreglaron solos. O al menos no intentaron irse a las piñas.

Lado a Lado | Enzo FernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora