Past Sins (Pecados pasados) - en español

Capítulo 19 - Recuperación

Ponyville había sobrevivido al ataque del monstruo del Bosque Everfree, pero no ileso. La ciudad había sido devastada. Sin embargo, a pesar de todo, la parte más importante de Ponyville, sus residentes, habían sobrevivido. Algunos habían resultado heridos, la peor de las lesiones eran huesos rotos, pero no era nada que no pudiera curarse con el tiempo.

Durante el primer par de horas, la mayoría de los ponis optaron por permanecer en el abrazo seguro del castillo de Nightmare Moon. Muy pocos fueron capaces de encontrar el coraje para aventurarse más allá de los muros protectores, y ninguno llegó muy lejos antes de que sus nervios y miedos los hicieran correr de regreso a la fortaleza de piedra.

A pesar de sus temores, los ponis de Ponyville sabían que no podían permanecer refugiados en el castillo para siempre. Después de darles tiempo a todos para descansar y recuperarse, el alcalde de Ponyville, Ivory Scroll, llamó a todos los pegasos dispuestos y capaces. Los pegasos más rápidos tuvieron la tarea de volar al resto de Equestria, advirtiendo al reino que los monstruos ahora eran una amenaza mucho mayor y buscando ayuda para Ponyville. El resto se encargó de dar cuenta de los daños sufridos por la ciudad.

No mucho después de que los pegasos volaran, las noticias sobre qué edificios fueron destruidos y dañados comenzaron a llegar al castillo, y las noticias fueron sombrías. Muchas casas y negocios quedaron completamente destruidos. Algunas familias lo perdieron todo excepto sus vidas y a sus seres queridos. Otros edificios estaban al borde del colapso y requerirían reparaciones exhaustivas para volver a ser habitables. Fue una noticia que dejó a muchos ponis sollozando, pero, a través de las lágrimas, se aferraron fuertemente a sus amigos y familiares, agradecidos de tener a alguien a quien abrazar.

A pesar de la oscura realidad, brillaron destellos de esperanza. Si bien no se podía comparar con Twilight, el alcalde comenzó a organizar a la población del pueblo. Bajo su dirección, se insufló nueva vida al castillo de Nightmare Moon. Los pasillos, que habían estado vacíos y sin vida esa mañana, una vez más estaban llenos de ponis yendo y viniendo en todas direcciones. Cuando el sol se acercaba al horizonte occidental, el castillo había sufrido una transformación.

Para aquellos que se encontraban sin un techo, el castillo se convirtió en un refugio. Los cuarteles de guardia, los dormitorios de invitados y los pasillos más grandes se convirtieron en un hogar temporal para los ponis que lo habían perdido todo o estaban demasiado asustados para abandonar el castillo. Cunas y sacos de dormir llenaban cada centímetro de espacio disponible, pero algunos ponis estaban felices de tumbarse en el suelo con sólo una manta y una almohada. Las camas en el castillo estaban reservadas para los enfermos y heridos, pero nadie se quejó.

Para aquellos que tenían hambre, el castillo se convirtió en un lugar donde encontrar una comida abundante. Los ponis que estaban dispuestos a compartir sus provisiones de comida dieron un propósito a la cocina del castillo. Rápidamente se prepararon y distribuyeron a los hambrientos comidas sencillas, calientes y muy apreciadas. Comieron en el comedor del castillo, que, por primera vez, estaba lleno por encima de su capacidad.

Para los ponis que resultaron heridos antes y durante el ataque, las cámaras médicas del castillo una vez más se convirtieron en un lugar de curación. El Dr. Stable, la enfermera Tenderheart y otros voluntarios atendieron las necesidades de los enfermos y heridos. También se convirtió en un lugar de reunión, donde los ponis recibieron la buena noticia de que sus amigos y familiares habían sobrevivido y estaban en camino a la recuperación.

En general, el castillo, que alguna vez fue un lugar de miedo y pavor, se había convertido en un refugio seguro durante una terrible tormenta. Era un lugar donde un pony podía encontrar descanso, comida, ayuda médica y, lo más importante, algo de tranquilidad. Los gruesos muros exteriores del castillo, que estaban siendo diligentemente patrullados por voluntarios, proporcionaban una sensación de seguridad a quienes temían que los monstruos regresaran durante la noche.