Susan:
Me levanto cuando el sol se cuela por las ventanas y me da en el rostro. Me muevo en la cama, tengo una pequeña punzada en el vientre, recuerdo todo lo sucedido la noche anterior y siento como el calor vuelve a mi cuerpo.
Cailean tiene una de sus manos en mi cintura.—Buenos días—me saludos con voz ronca—debemos bajar, si te vuelvo a poner las manos encima no bajaremos en todo el día.
—Buenos días—respondo pero no me muevo, estoy desnuda, me quede dormida así de lo agotada que estaba.
—Tengo que ir con Bryson a ver las ovejas, por la noche mis amigos celebrarán una fiesta en nuestro honor.
Cuando por fin Cailean se va de la habitación me pongo uno de mis vestidos, no sé en qué momento subieron mis baúles.
Miro a la cama y veo la mancha de sangre. No quiero que nadie la vea, eso queda entre mi esposo y yo. Tiro las sabanas a la chimenea.Me tirmino de peinar y bajo al salón, Coira y Nesha están tomando un té.
—Susan bonita únete a nosotras, te estábamos esperando—dice Nesha que es la primera que me ve entrar al salón.
—Buenos días cuñada, hoy tus ojos tienen un brillo especial.
Sonrio y me rostro se enciende, me siento con ellas y rápidamente me sirven un té. No digo nada, solo escucho a mi cuñada y a su amiga ponerse al día.
—Hoy hay mercadillo, si quieren podemos ir, estoy desando cabargar un poco y comprar telas para unos vestidos nuevos—sugiere Nesha.
—Perfecto, en lo que los hombres están afuera podemos ir al mercadillo.
Las tres nos montamos en nuestros caballos y acompañados de algunos hombres MacKenzie y MacLeod partimos.
El mercadillo está lleno de vendedores ambulantes y compradores, caminamos por varios puestos mirando.—Amo este anillo—escucho decir a Coira a mi lado—lo necesito.
—Es muy hermoso—respondo mirando la pieza tallada en plata.
—Elige lo que quieras—me dice enseñándome unas bolsitas con suficientes monedas como para comprar todo lo que queramos.
—Ahí están las telas que estaba buscando—anuncia Nesha señalando un puesto abarrotado de mujeres.
Hay telas muy hermosas, Coira y Nesha están decidiendo cual comprar cuando veo otro puesto q ya capta mi interés.
—Iré a mirar allá en lo que ustedes terminan de elegir—digo señalando un puesto donde están vendiendo algunas plantas secas.
—Claro toma—me dice Coira dejando en mi mano una bolsita con monedas—no te alejes mucho.
Me hace falta comprar algunas plantas medicinales que se me acabaron, aunque el vieje no es largo el frío aumenta y siempre son buenas cuando me da tos.
—Buenos días joven en que puedo ayudarla—me saluda un chico muy flaco y demacrado.
—Escoria recoge las maderas—escucho que gritan y varias personas se giran a mirar—basura de mujer apúrate—vuelve a gritar la misma voz.
Sin responderle al chico del puesto me acerco a donde se escuchan los gritos, hay varias personas al rededor mirando.
Cuando llego veo a una mujer tirada en el suelo intentado recoger unas pesadas maderas mientras un hombre la mira desde su posición con desprecio.—Vamos mujer no tengo todo el día—dice y le da una patada en el trasero.
Sin pensarlo dos veces le pego un empujón que hace que pierda el equilibrio y caiga al suelo.
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Hasta el amanecer
RomanceSusan es una joven bella, de cabellos dorados como el sol, ojos claros, delgada, pero con un gran carácter, que tras la muerte de su padre se ve obligada por su hermano a contraer matrimonio con un Laird de un clan muy poderoso, pero esto no es lo q...