34˖⁠♡ Entregar tu corazón, pt1

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。⁠☆∘⁠˚⁠˳⁠°

-Oye Alexa, llama a "mi niño lindo".

-Llamando a "mi niño lindo" corazón rojo, cara enamorada, corazon rosa con una flecha.

*timbrando*

-¡Hola!

-¡Hola, mi amor! te extrañé tan-

-Jajajaja, no puedo contestar en este momento, deja tu mensaje.

-Hola, quería saber si pensabas comer solo, se que me dijiste que no molestara cuando estas trabajando pero se me antojó bastante un sushi y recordé que había uno por tu casa y...

Yeji tenía dibujada una gran sonrisa en el rostro al recordar los momentos juntos en ese lugar; ella ni siquiera disfrutaba el sushi, solamente lo comía por complacer a ese hombre que tanto amaba los mariscos y aún más el arroz.
El profundo dolor de pensar que todos esos momentos eran del pasado hizo que sintiera un profundo dolor en el pecho y esa bella sonrisa aperlada desapareció.
¿Como pudo haber olvidado su aniversario de 3 años?

-Debería pasar a saludarlo, hace 3 días que no me contesta ni los mensajes, estoy preocupada por el.
Me queda de paso y además trabaja desde casa, a nadie le cae mal un rico plato de arroz calientito, ¿quién se puede concentrar con hambre?

Los dueños del lugar ya la conocían de hace años pues ella siempre pasaba a comprar los deliciosos bocadillos que preparaba la señora del lugar con tanto amor para su hijo; los dueños de ahí eran los padres de Minho, el mejor amigo del gemelo de Yeji desde que tenían 7 años y eran vecinos.

-Hola, mamá Lee.

-Hola mi niña hermosa, ¿cómo ha estado mi hija consentida?

-Ay madre si bien sabe que soy la única mujer de sus 3 hijos (Minho, su hijo propio; Yeji y Hyunjin, sus hijos postizos por tantos años de conocerlos... desde que eran unos niños)

-¿Venías por tu orden de siempre, cielo?

-Si, por favor.

-Muy bien, aquí tienes preciosa.

Al oler el delicioso pan que tanto adoraba, sintió náuseas como nunca había sentido.

-Ughhh

-¿Estás bien, hija? ¿Te sientes mal?

-No madre, todo bien. No se preocupe.

-Si te sientes mal no dudes en hablarme e iré a tu apartamento para cuidarte.

-Muchas gracias, te mandó mensaje más tarde para ayudarte con lo de la remodelación a la tienda.

-Gracias hija, ¡cuídate!

Yeyi abandonó la tienda y se dirigió a casa de su novio que quedaba a unas cuantas cuadras.
Ella estaba acostumbrada a ese camino y realmente era muy corto para lo que solía caminar día a día pero sintió una gran fatiga a una sola cuadra de llegar y tuvo que detenerse a tomar un poco de aire.

Se sentó en unas escaleras que estaban justo a un lado de los contenedores de basura de los departamentos de su novio.

-Jajajajaja, claro que noooo.

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⏰ Última actualización: Jul 28 ⏰

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