Maratón 4/4
En sus sueños gritaba su nombre mientras corría tras él. Lo llamaba con el pensamiento insistentemente, lo hizo muchas veces, pero en ningún momento él volteó a mirar, Jimin lo ignoraba mientras seguía andando por aquel camino que parecía conocer, sus pasos eran firmes y seguros; sus pies descalzos sobre el verde pasto y su reluciente atuendo blanco se alejaban de Jungkook sin poder entender. En aquel sueño creyó que Jimin iba a casarse con alguien que no era él y en su desesperación por alcanzarlo y evitar que eso suceda tropezó con un tronco de árbol y cayó gritando por última vez su nombre.
El dolor en su pecho creció aún más cuando despertó sudando frío y sin el aliento y los ánimos para ponerse en pie y seguir adelante.
Le faltaba él.
Jimin era todo lo que quería en su vida, y lo quería devuelta consigo.
Su appa Jin entró en la habitación sosteniendo una bandeja con el desayuno, pero Jungkook no tenía apetito y rechazó su comida, pronto se tendió en la cama y ansió pegar los ojos para volver a dormir, quería poder ver a Jimin otra vez, aunque sea en sus sueños.
- Jungkookie, cariño debes desayunar algo; por favor come un poco, es necesario que estés fuerte para el ritual
¡El ritual, el maldito ritual! Pensó Jungkook.
Aquella ceremonia debía ser presenciada por el viejo sacerdote; pero para el alpha heredero eso era algo sin sentido, pues el ritual de apareamiento ya lo había practicado con Jimin el primer día que lo conoció y eso debería ser considerado. ¿Cómo mierda iba a aparentar enlazarme con Jennie ahora que no estaba Jimin? Pensó. Hubiera querido que alguien los haya visto aquella noche, el día que fueron lobos mientras se apareaban. ¡Alguien! Un espectador, un testigo que haya sido observador de su íntimo momento
- Kookie cariño ¿otra vez pensando en él? Por favor tienes que olvidarlo, sabes que tu padre se opondrá a esa relación, y la manada no va a aceptar a tu... a tu alfa. - Jin dejó la bandeja a un lado y acarició el cabello de su hijo tratando de consolarlo - Kookie, nuestra familia podría sufrir las consecuencias si no te unes a tu alpha hembra como estaba planeado
Jin sabía que su cachorro había roto los votos de castidad con el omega a quien Jungkook llamaba alfa. Sabía que su hijo había presentado continuos cambios de humor, pero quizás tenía la esperanza de que sea algo pasajero y nada más, así Jungkook podría continuar con la ceremonia como estaba planeado para el bien de ambas familias.
Pero todo había sido demasiado intenso para Jungkook, simplemente no podía resistirse ante el aroma del omega; su cuerpo, lo suave de su piel, lo encantador que se mostró desde un principio
¿Por qué carajos estaba prohibido unirse a alguien como él? Pensó ¿Quién proclamó aquella ley teniendo que dejar a un lado los sentimientos? Pero sobre todo ¿Por qué la luna se lo había arrebatado? ¿Qué clase de castigo era ese?
Jungkook sabía que estaba rompiendo las reglas pues algo muy dentro de él le decía que Jimin era su destino y lo quería consigo; pero no estaba rompiendo todas, al final iba a casarse con Jennie ¿no?; iba a obedecer las injustas leyes. Aquello ya se había decidido; pero su mayor deseo de convivir con la persona con quien realmente quería formar un lazo... no estaba.
Tal vez debía salir en busca del rubio y olvidar la maldita boda, tal vez no había intentado lo suficiente con Hoseok y debió seguir suplicando para que le dijera donde estaba y así poder recuperarlo
- Kookie por favor, cariño tienes que...
- Appa no quiero nada, solo... déjame solo
Jin exhaló apesadumbrado
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SEÑAL DE PERTENENCIA (Kookmin)
Короткий рассказPara Jeon Jungkook, JImin es un puto con un buen culo para follar. Para Park JImin, Jungkook es un alpha irritante e insoportable, que no ceja en su empeño por marcarlo. Un universo de licántropos donde el omega es uno en un millón, y el alpha solo...