CAP. 10

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Desde que salió en busca de su alfa notó algunos cambios en la gente.

La manada había cambiado su comportamiento y no era desfavorable para Jungkook. Los lycan se mostraron gentiles en todo momento, incluso los humanos, todos ellos debieron creer que estaba enlazado a Jennie, que su matrimonio había sido todo un éxito pues no entendía como en las calles y en cada esquina lo saludaban como si fuera el alpha líder y eso ¡Era imposible! Su matrimonio se hizo mierda desde que Namjoon había decidido celebrarlo; no hubo lazo, no hubo ritual; sus alphas no se aparearon y eso significaba que tampoco hubo consumación, pues mientras no estuviera enlazado a un alpha jamás tomaría la posición de su padre.

Jungkook estaba confundido ¿Qué estaba pasando con la manada? Aun estando lejos del centro de Seúl notaba el respeto de la gente, muchas lycan mostraron su cuello en señal de fidelidad al alpha, tal como lo hubieran hecho si su padre estuviera justo ahí. Y que decir del resto de los lycan, una exagerada reverencia hacían frente a él cada vez que pasaba al lado de uno

¿Acaso ellos no sabían del desastre de mi boda? Se preguntó.

De alguna forma Jungkook tenía miedo: ¿Qué iba a pasar cuando la manada se entere de lo sucedido? Cuando sepan que oculta un amor que no era posible anunciar y sepan que ese amor, que su alfa, no pertenecía a estas tierras. Que su querido prostituto venía de un lugar de orígenes distinto a los de un lycan puro. Que iba a pasar cuando sepan que él no es lo que las leyes mandan a obedecer ¿Qué haría entonces? Ellos no conocían a Jimin y simplemente no soportaría el rechazo.

Sin embargo una pequeña esperanza, una ilusión pasajera que luego se le vino a la mente; quizás estaba exagerando, pensó. Tal vez sus sentimientos por Jimin eran visibles o quizás ellos podían percibirlos o eso era lo que quería creer.

****

Varias horas después un alterado alpha se mantenía recorriendo los lugares en donde el rubio pudo haber estado, pero no tuvo éxito. Jungkook había bajado incontables veces de su auto, incluso para ingresar a aquel restaurante donde sacó a rastras a su chico cuando supo que este esperaba a alguien para una cita; luego al lugar en donde lo había abandonado una mañana durante el desayuno. Pero ni una de ellas fue tan complaciente como aquella parada en aquel burdel barato. Aquel lugar que había sido testigo de su primera unión.

El lugar había cambiado un poco y para Jungkook era inevitable no contemplar aquella escalera por donde había visto a su chico por primera vez. Cuando sus ojos no dejaron de ver al apuesto rubio descender lentamente hasta llegar frente suyo. Recordó su fascinante cuerpo, su hermosa cabellera, su irresistible aroma que aquella noche se había impregnado en el lugar y lo había idiotizado en segundos.

Jungkook se colocó justo en medio del salón e inhaló con fuerza hasta llenar sus pulmones del posible olor, pero no percibió el aroma de su alfa. Él no estaba ahí.

- Líder - escuchó de repente una voz casi como un susurro, la voz provenía de detrás suyo - Lamento mucho lo que le sucedió a su alfa

Jungkook no pudo evitar sentirse irritado al escuchar aquella confesión, no tuvo piedad del hombre lycan que se encontraba sobre una rodilla en señal de reverencia pues lo tomó de la solapa del traje y lo sacudió una y otra vez frente a la vista de todos ¿Qué diablos sabía Max de su alfa?

- ¿Dónde está? - gruñó irritado - ¿Dónde está mi destino?

El alpha necesitaba controlar su temperamento pero no podía, él sabía que aquella pregunta tenía un significado oculto, como un acertijo, pues si el lycan no contestaba como era debido el alpha lo haría pedazos

- Líder Jeon... ja jamás le ocultaría el paradero de su de su alfa - dijo con voz trémula - Lamentablemente él no ro no se encuentra aquí.

El poderoso alpha de pronto bajó la guardia. Acaso: ¿Había dicho él y no ella? Entonces Max había pasado la prueba

SEÑAL DE PERTENENCIA (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora