24 to 25 || hyunin

Quédate en Navidad, hace frío afuera, ven a mí

—Esto es interesante.

—¿Que?

Jeongin me ayudaba con el nudo de la corbata. Era el ensayo de bodas y todos parecían tan ansiosos como si se tratase de la boda en sí. Faltaban dos días para ello.

Lucia como un ángel. Ya me estaba acostumbrando a que era usual que se viera así.

—Esto. —señale su traje. Me miró confundido ladeando la cara y sonriendo de esa forma que me hacía sentir tan... me hacía sentir tantas cosas. —Tú en traje.

—¿Que? ¿No me queda bien?

—No, todo lo contrario. Te queda demasiado bien. No sé si pueda solo ignorar ese hecho toda la noche.

Y se sonrojó tan dulcemente.

Que no pude evitar inclinarme y darle un beso.

—Bien, vamos entonces. —dije en cuanto nos separamos. Jeongin parpadeó confundido antes de sólo simplemente asentir.

Lo tome de la mano disfrutando la suavidad de estas y el tacto cálido que sus dedos le ofrecían a mi mano siempre fría.

Jeongin se veía disperso. Demasiado ansioso por lo que no había estado escuchando los últimos minutos de nuestra charla.

—¿Estás nervioso?

—No, bueno quizás, tengo un poco de pánico escénico. —admitió mirando sus manos entrelazadas.

—¿Qué es lo que más te inquieta?

—Todo. —susurró mirando por la ventana del auto. —En especial la gente. El ensayo no es mi mayor preocupación pero temo arruinar la boda... y si no digo las palabras correctas o si hago algo raro frente a todos. —se cubrió el rostro con sus manos. —Creo que lo voy a arruinar.

—Jeongin, lo vas a hacer perfecto. Es imposible que lo arruines. Si esto ayuda, recuerda que tu hermano te eligió como su padrino porque te quiere a su lado. Le gusta escucharte y sabe que lo amas tanto como él a ti. No hay nada de qué preocuparse. —dije. Y tome su mano que hasta ahora había estado golpeando ansiosamente su rodilla y la entrelace con la mía antes de darle un suave beso en los nudillos.

—Gracias. —susurró más tranquilo. Casi como si mis palabras fueran todo el consuelo que había estado necesitando.

Mantuve mi mirada en el camino, aún sin soltarlo, reposé mi mano sobre su rodilla y conduje hasta el lugar donde se estaría celebrando la cena de ensayo.

El lugar elegido había sido un restaurante de algún amigo de Changbin quien lo había prestado como obsequio a los novios. La decoración era bonita y cálida. Agradable tal y como la pareja que se celebraba.

La cena había transcurrido de forma tranquila y todo iba demasiado pese a que nuestra mesa al ser la principal también estaba Dongsu. Jeongin realmente no lo determinó en ningún momento y el no había dicho más de dos palabras por estar muy ocupado bebiendo su peso en alcohol, por lo cual no era una preocupación mayor. No sentía que representara alguna amenaza para mí pero me preocupaba la forma en que pudiera repercutir en Jeongin. Era un ángel con mucha mala suerte. Y Dongsu solo había estado en silencio casi alimentándose de las interacciones ajenas, ni siquiera parecía feliz por su hermano, lo cual era triste. Era más similar a un hombre muerto en vida. Pero no podía sentir pena por un hombre que no se había cansado de molestar a Jeongin ni había respetado sus deseos.

—Ha sido una noche muy agradable, ¿No crees? —pregunté en voz baja cerca de su oído. Jeongin se recostó en mi hombro y asintió. Su mano acarició brevemente mi pecho.