Cap 32

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Escuchar sollozos en un pasillo oscuro podía ponerle los pelos de puntas a cualquiera, estaba sin sus zapatos para hacer el menor ruido. Se fue acercando a la fuente del sonido.

-Te dejaron aquí solo- tocó el hombro del niño de primero, suspiro para recordar que a esa edad podían ser muy crueles -Ven, debemos llegar a la entrada de Gryffindor-

El chico trato de respirar, tenía miedo, este castillo era muy grande para el. Todo era nuevo, solo quería volver a casa y abrazar a su madre. Se adentraron en varias habitaciones para escabullirse y no ser encontrados. Eris podía sentir como el niño se aferraba a su mano, se detuvo un par de veces para verificar algún ruido o pisadas.

-Muchas gracias- le susurro el menor.

-Tranquilo, en algunas ocasiones puede dar mucho miedo- volteo a ver los ojos inflamados del niño -Sin embargo, este es nuestro segundo hogar -Se detuvo justo a tiempo en una gran pared sin nada colgando, despacio se formó una puerta. Ella entró y espero a que el niño lo hiciera. Con un poco de nerviosismo entró, rápidamente la habitación se volvió una habitación de música.

-¡Es como mi habitación!- era tanta la alegría que soltó la mano de Eris.

La chica paseo viendo todo lo que la habitación le enseñaba, sonrió al ver una guitarra.

-Esta es la sala de los menesteres- se acercó al piano que se encontraba ahí en medio. Se sentó en el banco recordando algunas cosas.

-Mi madre me enseño a tocarlo- le hablo el menor -Por cierto, me llamó Nevan- le extendió su mano, Eris no dudó en estrecharla -¿Quieres escuchar una melodía?- no supo porque se sonrojo al estar viendo los rasgos de la mayor.

-Sería todo un honor- se movió dándole espacio al niño, este se sentó seguro, cuando todo estaba listo cerro sus ojos. La melodía era lenta, busco en su mente se la recordaba y comenzó a tocar en un perfecto dueto.

Nevan salió de su concentración por un leve momento al tener a alguien como ella tan cerca, era cálida, gentil y bella. Su primer día había sido horrible, al ver aquellas túnicas verdes se le vinieron a la mente todo lo que sus compañeros de casa decían. Pero ahora que interactuaba con una serpiente descubrió que no era letal.

Se volvieron a sincronizar hasta terminar ambos con una gran sonrisa.

-Fue hermoso-

-El piano es un instrumento adecuado para liberarnos de nuestra frustración- sus ojos grises bajaron hasta sus pies, sintió frío -Será mejor irnos, ya es tarde- se levantó.

-¿Podría saber tu nombre?- aguanto una sonrisa al ver esas cachetitos sonrojarse.

-Dime Eris - le extendió su mano, una vez más en esos pasillos caminaron en silencio, al estar muy cerca de la casa de los leones Eris se detuvo -Sube por ahí, yo debo irme-

-¿Volveré a hablarte?- dijo sin pensar.

-Encontré a mi pareja de musica aquí- el niño conmovido se acercó abrazandola. Amaba esos momentos que la vida le regalaba. Lo vio alejarse, desde que empezó ese año casi no hablaba con nadie.

Camino directo a los dormitorios de Slytherine, estaba pendiente de que no cambiarán las escaleras cuando algo se enrosco en su mano.

-Curioso- menciono al ver a su acompañante -¿Te buscamos algo de comer Asmodeus?- se acercó hasta el almacén de pociones, su ahora compañero sacaba la lengua haciéndole cosquillas en el torso de la mano -Dejas de camuflarte cuando quieres- le sonrió.

Reaccionó rápido de un momento a otro al escuchar pasos dirigirse a su dirección, busco hasta encontrar un escondite que era atrás de una armadura. Se logró tranquilizar a tiempo para ver a Alice caminar junto a la chica que sobresalía en la oscuridad.

-Lily busque en los baños y no había nadie, Nevan era el único que faltaba- la de ojos verdes temía que más niños se perdieran en ese gran castillo.

-Aun recuerdo el primer día que entre aqui- señalo las paredes -Tenía miedo, no entendía este mundo, si no fuera por Snape creo que no hubiera tenido la fortaleza de venir- bajo la mirada tomándose el brazo con el otro.

Eris no quería oir, escuchar a Evans decir esas palabras le dolieron, sabía la relación de aquellos dos niños. Su corazón le gritaba que no escuchará pero su mente y alma sabían que Snape amaba a ese linda niña. Trato de canalizar su frustración mordiendose las mejillas.

"Te molesta aun sabiendo que Lily esta con Potter"

Se dejó caer recargando su espalda en la estatua, su vista fijamente en las gruesas cortinas.

-Lily mirame- susurro -Severus y tu fueron grandes amigos, sin embargo, se han ido alejando-

La nombrada suspiro resignada.

-Alice se que él necesita tiempo- trato de sonreír.

-Pase lo que pase me tienes a mi- Alice abrazo a Lily.

Eris levanto su mano a sus mejillas sintiendo el cálido líquido, su mente la hacia sufrir, cuando Alice y Ellioth dijeron aquellas palabras recordó su frustración, dolor y la soledad. Ahora ahí estaba aquella chica consolando a la perfecta Evans.

"Que se siente perder con alguien inferior"

Parpadeo asombrada por aquella voz en su cabeza. Un poco después dejó de oír voces, con cautela salió.

-Sola otra vez- mencionó, para dirigirse a buscar comida para Asmodeus que se había camuflado en algún momento.

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