En los terrenos de Hogwarts una fría brisa azotaba la vegetación, una chica de cabellera blanca trataba por las colinas hasta llegar al lago.Estaba cubierta de sudor, irritada por lo que su mente no quería olvidar. Con molestia se dejó caer a la orilla, sentada paso su mano por el agua helada, buscaba un equilibrio para el partido que habría entre su casa y la de los tejones.
Decidió no ir a desayunar, amo más a la profesora McGonagall al comunicar que ese día no habrían clases. Tomó un poco de agua y limpio los rastros de suciedad de sus mejillas. Hoy iria con todo.
Los asientos estaban repletos de estudiantes ruidosos apoyando a su equipo favorito, el equipo de verde esperaban impacientes a su última jugadora que no se miraba en ningún lado. Al otro lado los tejones se preparaban.
-Lo siento, tuve algún problema con las escaleras- la vieron con su traje impecable, con una trenza y cansada por correr.
-Bien Rellish respira y concéntrate en ganar- charlaron y se organizaron, cuando el silbato sonó salieron de la carpa con escoba en mano, cada rostro serio pero muertos de miedo en el interior.
Al estar en el aire cada quien fue a su posición. La peliblanca sostenía el bate con fuerza, estaba determinada a ganar. Al ver la pelota en el aire el juego comenzo, con velocidad maniobró bien su escoba cubriendo a sus compañeros que con una sonrisa le agradecían.
Paso cerca de los asientos de los profesores y vio discretamente a la profesora apoyarla con discreción, sintió felicidad al saber que para la mayor sería en contra de su juicio pues Slytherin le impedía ganar la copa a la casa de los leones.
Captó como un chico de Hufflepuff trataba de empujar al buscador de su casa, como si sus plegarias fueran ciertas una bludgger venía en su dirección, con gran fuerza logró dirigirla hasta el chico, partiendo su escoba. La multitud comenzo a gritar por la agresividad de la chica, mientras que Slytherin aplaudían de pie.
Las serpientes no podían estar mejor, anotaban puntos sin fallar, las bludgers no eran un peligro mientras tuvieran a Rellish, el otro golpeador agradeció profundamente porque estaba muy nervioso.
-¡Cielos! - dijo Lily junto a Potter.
-Nunca la vi actuar de esa manera- decía Remus que sin percatarse se iba acercando más y más a la orilla.
Eris uso toda su fuerza, sonrió al ver a la snitch. La buscadora y el buscador de la casa contraria comenzaron su carrera.
Cada espectador estaba ansioso por ver quién ganaría, sintio como algo casi la rosaba la mejilla, con su escoba fue directamente hasta esa bola loca, sintió como alguien la empujaba.
El bateador de los tejones trataba de dejarla caer, cada empujón la hacían enojarse más y más. Caían en picada sin retroceder, cálculo muy bien, al estar cerca del suelo vio las intenciones del chico. Con una sonrisa maliciosa empujó la parte de atrás de la escoba del contrario que inmediatamente perdió el control. Eris alcanzó a subir su escoba más el chico no. Mínimo una fractura de brazos y piernas.
Logró empujar la bola lejos cuando la snitch fue tomada por la casa de las serpientes.
Los gritos no se hicieron esperar, se levantaron para ir a recibir a su estrella, fueron rodeados tanto como alumnos y profesores. Con una sonrisa se alejó discretamente. Camino por varios minutos hasta llegar al bosque prohibido, dejó su escoba apoyada en una roca y se dejó caer de espalda en la fría hierba.
Con los párpados cerrados se permitió dejarse llevar por la melodía del bosque.
Un aullido le provocaron abrir los ojos violentamente, seguía en la misma posición, más todo estaba oscuro. La noche había llegado, cansada se trató de levantar.-Los Rellish siempre destacamos en muchas cosas- tomó su varita apuntando directamente al cuello del ser humano que se encontraba en los terrenos de hogwarts -Eres rápida con eso- tocó la punta de la varita bajandola.
Rellish comenzo a respirar profundamente y muy rápido.
-¡Expelliarmus! - una voz más fina sonó detrás de ella -Sin embargo muy debil-
Sus piernas no la sujetaron más, se dejó caer. Ante ella estaban aquellos seres que había visto desde lejos.
-Hija levantate- la voz de su padre la llamaba a ella, los ojos de su madre la miraban.
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¡Algo mas sencillo que la vida!
RandomLo que mas la lastimo no fue el rechazo, las traiciones, ni siquiera el dolor. Fueron sus propias acciones, juro nunca ser un monstruo pero hasta el ser vivo mas vulnerable sabe cuando debe mostrar su garras para sobrevivir.