Enredos, noviazgos y una familia

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La puerta se abría de golpe y una ofuscada Yaten entraba, cerrando la misma con tanta fuerza que el sonido exaltó a una concentrada joven.

-Oye que te pasa??? – Seiya estaba sentada  frente a la pantalla gigante con un joystick en sus manos y un auricular que  cubría la mitad de sus orejas, casi se cayó del sofá del susto.

-Estoy harta eso es lo que me pasa!!! – dijo refunfuñando y sentándose en el lugar opuesto a su hermana, mientras cruzaba sus brazos y con un movimiento de cabeza apartaba su flequillo, Seiya la miró considerando ignorarla pero por su pose supuso que debía tener la cortesía de conversar con ella, suspiró quitándose el auricular y apagando la tv, dejó el control sobre la mesa de té  y enfocó su atención en su hermana

-Que sucedió? – dijo suspirando derrotada, alzó las piernas y las cruzó en posición de loto, esperó pacientemente ya que sabía que la dramática tardaría en responder.

Minutos después  - Todo, estoy cansada, no puedo salir a comprar un miserable Latte sin que me acosen las fans, tuve que correr en el centro comercial, entre a una tienda y me metí en uno de los probadores, me transforme, agarre cualquier prenda y salí por atrás, es muy frustrante.

-Robaste?? – Yaten la fulminó con la mirada.

-Claro que no baka, pagué por el vestido, encima ni siquiera es mi estilo – alzando las manos hacia arriba dramáticamente – todo me sucede solo a mi!!! – luego las bajó cubriendo su rostro, Seiya giró los ojos hastiada, su hermana si era la reina del drama.

-Vamos Yaten, a todos nos pasa eso, es el precio que pagamos por llevar la vida de ídolos.

-No me gusta!!! – decía con tono caprichoso mientras giraba el rostro con actitud infantil haciendo un leve puchero con los labios y cruzando los brazos y las piernas, actitud que Seiya conocía perfectamente pues su novia, su dulce Odango era experta en dichos modos cuando no conseguía lo que quería.

-Yaten – habló con infinita paciencia, empleando el mismo tono que solía calmar los berrinches de Usako – nosotras hablamos de esto antes de regresar, aceptamos que queríamos esta vida y sabíamos lo que conllevaba, las fans son las que hacen que podamos hacer lo que más nos gusta y que encima tengamos una vida de ensueño, no puedes enojarte porque se emocionan de verte, para ellas es algo mágico poder estar con uno de sus ídolos, debes ponerte en su lugar – se enorgulleció de sus palabras, si Taiki la escuchaba seguro le daría unas palmaditas en el hombro, sonrió esperando un cambio de actitud, pero se quedó con las ganas.

Yaten giró su rostro y la miró con desprecio – No soy tu tonta novia que se convence con ese tono empalagoso que utilizas!!! – se levantó y caminó hasta su habitación mientras seguía lanzando improperios en su idioma natal ya que ella no conocía demasiados insultos en japonés, cuando escuchó la puerta azotarse suspiró, bueno hizo lo que pudo, con un gesto de indiferencia, retomó su juego en línea.

Antes de que pudiera encender nuevamente  su consola, la puerta de la calle se volvió abrir,  una entusiasta Usagi entraba, seguida de Taiki que vestía de traje mientras hablaba por teléfono, cuando vió la figura de su amada novia, soltó su control y se levantó extendiendo los brazos, mientras esta corría para ser encerrada en un abrazo.

-Te extrañe – le decía mientras la mecía suavemente y aspiraba el olor de sus cabellos, olía a cerezas.

-También te extrañe – decía con la nariz pegada a su pecho, también aspirando su aroma, una mezcla de madera, cítricos y algo más fuerte – aunque debo volver a salir.

-Porque?? – Se quejaba todavía sin separarse – prometiste que te quedarías conmigo el fin de semana.

Usagi se separó, le dio un suave beso en los labios y sonrió – Haruka me necesita – Seiya sonreía por el beso recibido hasta que escuchó a su novia, la sola mención de Urila la ponía de malas – no pongas esa cara, sabes que ha sido muy difícil para ella esta temporada, todavía le cuesta retomar su vida normal, extraña mucho a Michiru.

Cuando tus peores pesadillas se hacen RealidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora