Academia Plateada (Campo de entrenamiento)
El sol acababa de aparecer detrás de las montañas en el horizonte, apenas visible entre el cúmulo de nubes de aquella mañana, y sin embargo, ya había dos siluetas desde hace mucho tiempo rondando en el terreno de combate de la academia, tratándose de una joven Pawniard y una esbelta Mienshao, dando lo mejor de si en sus ejercicios matutinos, algo que hacían bastante a menudo. Junto a ellas, había algunos troncos gruesos y algunos sacos de arena, herramientas que la profesora usaba habitualmente en sus sesiones de entrenamiento.
Habiendo terminado ya con sus ejercicios preliminares, la Mienshao tomó entre sus manos uno de los troncos y lo dispuso en posición vertical, como si fuese un poste. Después repitió la acción, pero con un tronco bastante mayor.
—Vamos a repetir los ejercicios de precisión de la última vez —aclaró la tipo lucha mientras señalaba los improvisados postes—. Lo mismo del otro día, quiero que propines diez cortadas seguidas en el mismo punto del objetivo más pequeño, donde tu quieras, pero deben ser los diez golpes en el mismo lugar. ¿Entendido?
—Por supuesto, maestra —repuso la pequeña tipo siniestro poniéndose en posición y apuntando bien sus cuchillas, aunque había cierta duda en sus palabras.
—Permíteme refrescarte la memoria —sonrió Kuvira adoptando rápidamente posición de batalla y arremetiendo en un parpadeo contra el poste.
Diez patadas, veloces y precisas, resonaron chocando contra la madera, que crujió y terminó con un notable hundimiento en su estructura, allí donde los golpes de la Mienshao hicieron contacto, a punto de colapsar y convertirse en astillas. Con una última patada, el tronco terminó por partirse en dos. La Mienshao cerró los ojos y respiró profundo mientras los trozos de madera todavía volaban por los aires antes de aterrizar sobre unos matorrales cercanos.
—Muy impresionante, maestra —repuso la chica de acero con ojos brillando de admiración—. ¡Ahora observe como lo hago yo!
Arremetiendo igualmente con gran velocidad contra su objetivo, Rev propinó múltiples cortes de garra metal a la madera. Sin embargo, su poste resistió el asalto estoicamente, luciendo casi con sarcasmo las numerosas y dispares cortadas remanentes en su corteza, irritando levemente a la agresora.
—Oh, nada mal, Rev, aunque fallaste alguno que otro golpe. No todos fueron en el mismo sitio —indicó la tipo lucha examinando rápidamente la madera—. Tus técnicas de corte ciertamente han mejorado; este tajo es bastante profundo, señal de que tu filo está mejor que nunca. Solo debes trabajar un poco más la precisión.
—¿Pero qué dice? ¡Esa cosa esta prácticamente intacta! Apenas si conseguí hacerle un lamentable rasguño. Mi ataque todavía no es lo suficientemente alto para superar esa defensa...
—¡Vamos, no te desanimes! No existe defensa perfecta o algo parecido —la imagen mental de cierto Golisopod pasó fugaz en la mente de la tipo lucha, que negó rápidamente para si misma y prosiguió—. Todo tiene un punto de quiebre o un punto débil. Debes probar a golpear en diferentes lugares y cuando descubras la zona vulnerable, le das con todas tus fuerzas. Múltiples veces si hace falta. Por eso estamos practicando de este modo.
Rev asintió en silencio y tras tomarse unos segundos para prepararse, arremetió nuevamente contra el poste. Ver a la joven Pawniard esforzarse tanto, dando lo mejor de si, trajo más recuerdos a la tipo lucha. Recuerdos de una joven Kuvira, dándolo todo en sus entrenamientos, para convertirse en una gran luchadora.
[...]
Greyland - Montañas Gélize (cuatro años atrás)
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Pokémon Ausvandel: La academia Plateada
AdventureEn una región habitada solo por las fantásticas criaturas conocidas como Pokémon, un joven Mudkip sueña con convertirse en un valiente aventurero y explorador. Para lograr ese objetivo, se dirigirá a la prestigiosa Academia Plateada, donde podrá ap...