Día 69

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El día anterior había sido agotador, no solo por tener que soportar las burlas de su padre respecto al tema del que hablaron, también por la pila enorme de trabajo pendiente. Nunca dejaba pasar tanto tiempo para hacer sus reportes, pero había estado tan enfocado en USA que olvido por completo sus deberes.

Lo bueno (y lo malo para ONU) de hacer trabajos era que terminaba pensando de todo menos en hacer el trabajo, ósea que tuvo tiempo para pensar en la plática/regaño de su padre y juntarlo con lo que Kazajistán le dijo. Tal vez tenían razón, estaba atribuyéndose problemas que no tenían mucho o nada que ver con él, tal vez si estaba lastimando a los demás por evitar lastimarlos, y tal vez el mismo se lastimaba al procurar a los demás antes que a él, y aunque tampoco es que lo hiciera tan bien.

Lo malo de hacer el trabajo es el sueño que este le provocaba cuando terminaba. No había nada que le impidiera caer dormido en cualquier sitio, como en el escritorio de su oficina, o eso fue el último lugar que recordaba antes de aparecer nuevamente en su antigua casa.

Esta vez fue un sueño extraño, RDA no aparecía por ningún lado, ni en la cocina, ni en la sala, ni siquiera en los cuartos, eso le estaba generando un extraño sentimiento de ansiedad.

No lo malentiendan, no quería ver al alemán, ya estaba cansado de verlo todas las noches, pero cada que este no aparecía significaba que alguien más lo haría. Cada vez que parecía que mejoraba aparecía alguien a bajarle la moral y le hacía retroceder todo su avance.

Llegó al cuarto de Ali, igual de desordenado que antes, a excepción del pequeño escritorio donde tenía sus libros, libretas y una foto de RDA y RFA. Tomó la foto viendo las sonrisas de ambos, sintiéndose mal al saber que ninguno de los dos pudo volver a sonreír de igual forma después de que los separaron.

Iba a dejar la foto en su lugar para seguir dando vueltas en la casa, después de todo no tenía nada mejor que hacer, pero noto un pequeño dobles en la foto, así que la saco del portarretratos descubriendo que en la parte doblada se encontraba el padre de los alemanes.

Rus- No recuerdo que esto fuera así. - Dijo para sí mismo, pues nunca llegó a ver una sola foto de aquel país de piel roja en su casa.

RDA- ¿Por qué estás viendo mis cosas? - Habló detrás del ruso, que volteó rápidamente aun con la foto en las manos. - ¿Y por qué sacaste mi foto?

Rus- Genial, pensé que hoy no llegarías a atormentarme como cada noche. - Le entregó la foto de mala gana, yendo directamente sentarse a la cama sin notar la confusión del mayor. - Solo dime lo que tengas que decir para hacerme sentir una mierda y terminar esta pesadilla.

RDA- Rus, lo único que estas provocando es que no te entienda una mierda.

El ruso le miro como si de una broma se tratara, no entendía como el alemán podía decirle eso después de todas las cosas que le hizo pasar durante semanas. Pero esa mirada, tan diferente a la de otros días, le hizo cuestionarse si estaba hablando con el mismo Ali de siempre, parecía que la mirada ahora estaba tan...llena de vida.

RDA- ¿Acaso tienes pesadillas conmigo?

Su rostro se puso rojo cuando el mayor comenzó a reír con fuerza mientras sostenía su estómago, haciéndole sentarse por el dolor que comenzaba a tener de tanto reír. No entendía si era el verdadero Ali, era imposible que lo fuera, pero esa representación que su cabeza le estaba mostrando era realmente molesta, justo como el real.

RDA- ¿Cuántos años tienes? ¡¿8?!

MUY molesto e insoportable.

Rus- Eres igual de fastidioso que el verdadero. - Se acostó en la cama acomodándose en una posición cómoda. Si su cerebro iba a burlase de él y a humillarlo mínimo quería estar cómodo.

ªNØR3XĪÇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora