HEART (fengqing)

14'

Feng Xin enmudeció.

A decir verdad, no esperaba que su bonito heredero se viera más atractivo de lo que ya era, pero, Mu Qing nunca dejaba de sorprenderlo.

Y es que, no sólo parecía vivo, sino que usaba su largo cabello suelto, pero, la mayor sorpresa fue el color.

Aquel platinado casi blanco que usaba siempre había desaparecido por completo, y su cabello brillaba en un negro azabache qué, por lo que le había dicho, era su color natural.

Mu Qing se acercó, algo tímido a decir verdad, él se sentía extraño, completamente diferente, pero el color claro en su cabello sólo le recordaba a su familia, y el pesar en su corazón aumentaba con aquello, necesitaba concentrarse, la rabia en su pecho tenía que superar su duelo que en esos momentos se sentía más tolerable, principalmente por el bonito castaño de ojos color miel que en esos momentos le veía abriendo y cerrando la boca, cómo si quisiera decirle algo, pero ninguna palabra coherente saliera de esta.

Mu Qing, en cambio, suspiró profundo besando su mejilla, antes de separarse después, y acomodarse un mechón de cabello detrás de su oído.

"Tengo un plan" -Como si Feng Xin volviera a renacer, sonrió al escucharle, muy ligeramente, y asintió, entrelazando sus dedos con los del contrario antes de acercarse a besar su frente-.

"Comamos primero, hablaremos a solas después de eso"

Habían pasado dos días desde aquel baño juntos, donde Feng Xin no se atrevió a contarle cómo es que había encontrado a su familia cuando este le preguntó, incluso no se atrevió a darle las cartas que le habían dejado aquel día, Mu Qing tampoco las pidió, sabía de ellas, pero parecía cómo si él tampoco estuviera listo para leerlas.

En realidad, no habían hablado directamente del tema, Mu Qing lo sabía, sabía que estaban muertos, aquella llamada se lo dijo, pero, no quería perder aquella bonita imagen de los mayores para cambiarla en cómo probablemente su pareja los encontró.

Feng Xin no pudo dormir los primeros días después de aquello, estaba acostumbrado a ver cuerpos muertos, él, llegaba a hacerse cargo de dejarlos así algunas veces, pero, era cercano a ellos, los había abrazado apenas unos días atrás, que incluso sin importar todo el alboroto y el problema en el bajo mundo, se había armado de valor para preguntarle a ambos si podía invitar formalmente a salir a su bonito ex platinado, y, ambos adultos, felices por los dos, lo abrazaron, dándole su aprobación e incluso recomendándole restaurantes que a Mu Qing le gustaban.

La imagen de ellos dos, despedazados, tan sólo tres días después, lo hizo vomitar al momento, y no dormir hasta que comenzó a obligar a Mu Qing a hacerlo. Fue el heredero el que volvió a ayudarle a recuperar el sueño.

En esos momentos, aunque se sentía ansioso por escuchar su plan, quería darle privacidad, además que no confiaba realmente en nadie más que en él y en Xie Lían, en esos momentos, podía esperar lo que sea que quería decirle, lo que menos quería el castaño, era exponerlo, ya lo tenía ahí, ahora sólo quedaba encargarse de que estuviera a salvo.

El desayuno pasó más lento de lo que los dos imaginaron, Feng Xin lo admiró comer cuando el contrario parecía no notar la intensa mirada sobre él. Su Mu Qing se veía más delgado, aun más ojeroso que días atrás, pero estaba vivo, lo tenía frente a él, respirando, y aquello solo lo hizo acercarse a besar su frente, sin que el contrario le pusiera mucha atención, parecía concentrado pensando en algo.

Y Feng Xin pareció darse cuenta que la sola idea de perderlo lo volvía loco, preocupandolo el doble.

Más porque sabía que le gustaba, pero, ¿Estaba enamorado de él? ¿No era muy pronto?