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Lee abrió la puerta de su casa encontrándose con Prince detrás de ella, le sonrió dulcemente y lo saludó.

—cariño, pasa, ¿buscas a Noah?

—hola, sip, ¿puedo?—señaló las escaleras.

—claro, pero, oye, Jacob hablo contigo ¿cierto? ¿Sabes que le pasa? No ha querido salir de su habitación en días.

—aaaam, si, hablo conmigo, pero la verdad no tengo idea de que le pasa, vengo para intentar animarlo un poco y que salga de su habitación.

—eres una dulzura, no se que haría Noah sin ti, ve.

Prince asintió con una sonrisa y subió las escaleras directo a la habitación de su mejor amigo, cuando estuvo enfrente, tocó la puerta recibiendo una rápida respuesta.

—pasa papá.—Prince sonrió y entró.

—no soy tu papá...

Noah lo miró desde su cama, donde su un cuaderno se encontraba sobre sus piernas mientras dibujaba las cosas que veía a su alrededor.

—Prince...—pronunció con una leve sonrisa, le alegraba poder ver a su amigo.

—hola.—se sentó a su lado analizando sus dibujos.— oye, quiero hablarte de algo.

—¿vas a decirme que estás saliendo con Jacob?

La boca de Prince se abrió sorprendida mientras comenzaba a tartamudear.

—¿c-cómo lo sabes?

—Jacob me lo dijo.—respondió tranquilo.

—ay... perdóname, se que debí decirte antes pero yo...

—oooye, tranquilo, no pasa nada, de verdad.

—enserio lo siento, quería decírtelo pero mi cabeza ha estado en todos lados.

—oye, ya te dije que no pasa nada, tranquilo, me alegra que por fin tu sueño se hiciera realidad.—rió.—pero... ¿y Dante?

Rápidamente el rostro del rubio se tornó serio bajando la mirada a la cobija peluda sobre la cama.

—oye no venía a hablar de eso, es algo más importante.

—¿más importante? ¿Que puede ser más importante?

—se trata de...—acarició la suave cobija hasta que tuvo el valor de hablar.—es acerca de Eddy.—Prince notó que su amigo se puso tenso ante la mención.

—¿Eddy? ¿Qué pasa con el?—preguntó nervioso.

—aam.—una sonrisa se fue formando en su rostro, Noah no entendía nada.—ya no tienes que preocuparte más por el.

—¿de que hablas?

—bueno... digamos que Dante y Harper se encargaron de eso.

—¿q-que?

—solo enviaron a alguien a darle un susto, un muy buen susto, no va a volver a acercarse a ti Noah, te lo aseguro, no le conviene.

—Dante y Harper... ¿ellos hicieron eso? ¿Por mi?

—mmh.—tomó la mano de su amigo a quien se le comenzaban a cristalizar los ojos.—no va a volver a molestarte Noah, te lo aseguro.

Noah sonrió con dificultad para después lanzarse a los brazos de Prince.

—gracias... gracias gracias gracias gracias gracias... dios, no lo puedo creer, ¿por fin me deshice de él?.—se separó del abrazo.

—sip, por fin, y más te vale que dejes de juntarte con personas como esas Noah, no te traen nada bueno.—lo regañó con suavidad.

El Príncipe | Gay |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora