Dile Eso A Un Corazon Roto.

1.8K 89 6
                                    

La graduacion se acercaba, y con ello la preocupación de poder ingresar a la mejor universidad posible, y algunos con miedo de crecer y tener que llevar una vida de adulto, responsable, formal, una persona colaboradora con el país y tener que pagar impuestos. Otros emocionados pues tenian la oportunidad de independizarse como yo, Diego me había propuesto vivir juntos, llevábamos año y medio de novios no veia la hora de vivir con el, sinceramente me emocionaba mucho la idea de algo mas serio, esa noche quede con unas amigas en un bar del cual desconocía su existencia, Mary conducia su auto de camino al bar, en la radio sonaba she will be loved de maroon5 me sentia identificada con esa cancion de algun modo, digo con lo sucedido hace ya dos años sentia que nadie podia querer a alguien roto, como lo estaba yo.

Cuando llegamos me di cuenta que era un bar-cafe era amplio en tonos negro, marrón, cafe, y con focos colgando del techo tipo hongo, que le brindaba a la estancia el tono amarillo, me parecio leer al entrar que el lugar se llamaba Bar Ameli's. Clara, Laura, y Joy nos esperaban con copas en mano y conversando animadamente, tras varias copas me sentia mareada, y con muchas ganas de orinar, asi que me levante y tras preguntar al barman donde quedaba el baño fui despacio al pasillo que daba a la puerta trasera, pero a mitad de este habia una puerta con una muñeca con vestido, que sin letra alguna nos dice "este es el baño".

Cuando termine de asearme abri y salí sin mirar a los lados y choque con un hombre alto y gordo que llevaba en sus manos, dos o tres cajas pesadas de botellas vacías de wisky, maldijo en voz alta cuando se le cayeron, haciendo un ruido espantoso, cuando levante la vista para verlo y disculparme, sus ojos me quemaban con furia, y pude ver en ellos mis mas grandes pesadillas, era él, uno de los violadores, nunca podria olvidar su horrible mirada, el esaba insultandome por mi falta de atencion, y me decía una y otra vez que era una estupida, el no me reconocia pero yo si a él. No recuerdo en que momento mis piernas flaquearon y cai encima de los vidrios pero no sentia dolor, llego a mi rescate Marsella (Mary) me levanto del suelo se disculpo con él y me llevo a nuestra mesa no sin que antes nos dijera putas. Ella tomo mis cosas y con las demas me ayudaron a llegar al auto me recostaron en el asiento de atras, me preguntaban que habia pasado, pero en medio de mi silencio y mi memoria remarcando el pasado con resaltador fosforescente, me rompi de nuevo y llore como hacia tiempo no habia hecho, ellas me ayudarona asearme cuando llegamos a casa, las heridas eran mas grandes de lo que yo habia sentido, no sentia dolor físico, solo dolor emocional, ese dolor que era como fuego ardiente, dejando llagas en mi piel.

Cuando se fueron me acurruque en mi cama y no pude dormir en toda la noche, al amanecer decidí levantarme bañarme y curar de nuevo las heridas de mis piernas y manos, guando dieron las nueve decidí caminar a casa de Diego, debia contarle a alguien lo sucedido, como tantas otras veces busque la llave en medio de un arbusto cerca de la puerta y entre, salude a Dana, la madre de mi novio, ella me estimaba y yo también era un amor de persona, me dijo que Diego tenia compañia, subi las escaleras y cuando iba a tocar la puerta escuche qu hablaban de mi, yo sabia que era de mala educación espiarle pero me gano la curiosidad así que permaneci en silencio frente a la puerta y escuche.

-Le propuse vivir juntos.

-Enserio,-dijo asombrado Marcus el mejor amigo de Diego- lo llevaste lejos, te mudaras con ella, y pensar que todo empezo con una apuesta.

Y eso fue todo para que realmente me quebrara. Intente ahogar un llanto, pero falle, lo siguiente fue que vi como se habría la puerta y como un Diego asombrado intentaba abrazarme.

-Adri, no es lo que crees dejame dejame explicarte... Por favor, de verdad lo siento yo te amo.

-Dile eso a mi corazon roto -murmure sollozando, pero pronto me vi gritando-¡me prometiste que no era un juego!, ¡jugaste conmigo!

Sali lo mas rápido que pude Diego me siguio pero detuve un taxi y ya no pudo seguirme, cuando llegue a casa, estaba Helen a punto de salir lo que me convenía, fui a la cocina y tome un cuchillo estaba llorando y dolia mucho mi corazón, no habia nadie en casa, cerre con seguro la puerta de mi habitación al igual que la del baño, me metí en la regadera y me senté en la cerámica no había vuelta atrás, no pasaré ese tormento de nuevo, no más pesadillas, no más dolor, esta era la única solución, tome el cuchillo y presione en mi brazo, sentí el dolor de la cortada y el  ardor, repeti el acto una vez más. Mi celular sono, en la pantalla vi el nombre de "Amorcito" le conteste.

—¡Adriana! Amor lo siento tanto dejame explicarte no es lo que crees. —para este punto yo estaba más que mareada.

—Sabes no recordaba lo bien que se sentía cortarme. —Rei irónicamente.

—Adri, prometiste no volver a hacerlo.

—Tu prometiste que no era un juego. Lo hize Solo una vez más, pero esta vez sera para siempre... Yo te amo aunque... Me hayas roto, de nuevo.

—Adri, por favor no, perdón si, te lo ruego para la sangre, por favor, escúchame quieres lo superaremos no hagas esto no quiero perderte.

—Adiós Diego .—Le colgué pero antes me grito un te amo lleno de dolor y desesperación, era un gran actor, todas esas palabras falsas y esos besos.

Me recoste en la pared y observe como la sangre salía de mi cuerpo, era roja pero estaba obscura, lo último que recorde fue a Diego el día que lo conocí y perdi la conciencia.

"Solo Una Vez Más"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora